Noviembre 24, 2024

Mario Casasús: “Matilde Urrutia traicionó el legado de Neruda en complicidad con la dictadura”

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 mariocasasusMéxico DF.- El año 2013 será decisivo en la aclaración de las extrañas circunstancias en la muerte del poeta Pablo Neruda, la exhumación de su cuerpo -por confirmarse- para el mes de abril, reabrirá la caja de Pandora por mucho tiempo olvidada, dando eco a una serie de testimonios que avalan la “tesis” del asesinato del Premio Nobel chileno. Esta es nuestra entrevista a uno de los investigadores que ha llevado el caso de forma más seria y responsable, el periodista Mario Casasús.

 

 

CA.- Por muchos años se consideró la frase: “Neruda fue asesinado” como una locura o parte de una “psicosis colectiva”, sin pies ni cabeza, el tiempo ha dicho lo contrario. ¿Cómo empezaste y cuándo te convenciste de iniciar esta investigación?

MC.- El periodista Francisco Marín me habló por teléfono un par de semanas antes de publicar su reportaje: Neruda fue asesinado (08/05/2011), quería que lo ayudara a contrastar el testimonio de Manuel Araya. Después de 10 años estudiando la biografía y poesía de Neruda algo había leído sobre el chofer del poeta: la referencia de Volodia Teitelboim en la biografía: Neruda (Losada, 1985), también había revisado las Cartas de Neruda a Matilde Urrutia (Seix Barral, 2010), las memorias póstumas de La Chascona: Mi vida junto a Pablo Neruda (Seix Barral, 1986) y Funeral vigilado (LOM, 2003) escrito por Sergio Villegas; en todos los libros citados anteriormente salía mencionado Manuel Araya, pero yo no lo conocía personalmente. De a poco fuimos confrontando su testimonio con la prensa de la época, con el certificado de defunción y con las hojas del expediente clínico de Neruda, entonces entendí que no podía creer a ciegas en la historia oficial de la Fundación Neruda.

 

Terminé convenciéndome cuando el diplomático mexicano Gonzalo Martínez Corbalá concedió una entrevista al periódico La Jornada, donde avala la denuncia de Manuel Araya; después entrevisté a Jaime Maturana, carpintero y restaurador de las casas de Neruda, ahí comprendí que la dictadura levantó un cerco represivo en contra del entorno inmediato de Neruda: Homero Arce murió a consecuencia de la tortura, el doctor Francisco Velasco fue torturado en El Lebú, a Jaime Maturana lo llevaron a Villa Grimaldi y dos de sus hermanos continúan desaparecidos, y en el caso de Manuel Araya fue arrestado el 23 de septiembre de 1973, lo torturaron en el Estadio Nacional y su hermano –Patricio Araya- continúa desaparecido, creemos que lo detuvieron por su parecido físico con don Manuel.

 

CA.- ¿Qué rol le asignas en esta historia a Manuel Araya, el chofer de Neruda?

MC.- Manuel Araya acompañó al poeta y a Matilde Urrutia día y noche, después del golpe de Estado, su lealtad es digna de reconocimiento. Desde hace varios años viene insistiendo en el asesinato de Neruda. A don Manuel lo arrestaron el 23 de septiembre de 1973, horas antes de la muerte de Neruda, estoy convencido que lo alejaron de la Clínica Santa María con alevosía, para secuestrarlo y así poder ocultar el crimen.

 

CA.- ¿Por qué crees que la viuda de Neruda, Matilde Urrutia (1912-1985), no tomó una posición más enfática frente a la extraña muerte del poeta?

MC.- Para proteger los bienes inmobiliarios de Neruda de un posible decreto de expropiación emitido por la dictadura, de acuerdo al reporte de Associated Press: “El subsecretario del Interior, comandante Enrique Montero señaló que la medida se tomó al comprobarse que la hermosa casa -de Isla Negra- no perteneció al poeta laureado con el Premio Nobel, ya que en realidad era propiedad del Partido Comunista” (AP 15/11/1974). La viuda de Neruda tampoco quiso perder otros privilegios, durante la dictadura militar Matilde Urrutia entró y salió del país sin problemas: en noviembre de 1973 viajó a Venezuela, en 1974 recorrió España y Argentina, en 1976 se trasladó a la Unión Soviética, en 1978 recogió los originales de las memorias de Neruda en México y así sucesivamente. La Chascona negoció con la dictadura, Matilde le confesó a su secretaria -la escritora Virginia Vidal- el pacto implícito que hizo con la dictadura: “Mientras esté viva podré usufructuar los bienes de Pablito, pero la junta militar me dice que se harán cargo de todo después de mi muerte” (Hormiga pinta caballos, 2006). No sabemos más detalles, ni los alcances de la negociación entre Matilde Urrutia y la dictadura de Pinochet.

 

Es una gran mentira cuando la Fundación Neruda asegura que Matilde Urrutia era defensora de los derechos humanos, la escritora Virginia Vidal narró la primera vez que Matilde protestó, tres años después de la muerte del poeta: “Un día de esos, me pidieron transmitir a Matilde la invitación a la Vicaría para un acto del Primero de Mayo, organizado por las madres y esposas de fusilados y presos desaparecidos; se celebraría la tarde del 30 de abril de 1976, en el edificio contiguo de la Catedral. Ella pensó un rato antes de decirles, luego me dijo: ‘Creo que Pablito iría a un acto como este. Diles que sí. Voy a ir’” (Hormiga pinta caballos, 2006). Tal vez su conciencia no la dejaba tranquila, o la viuda protestó porque: “Pablito iría a un acto como este”, no por convicción propia, o porque la acechaba el fantasma de la muerte, en 1976 le diagnosticaron cáncer a Matilde Urrutia. Meses antes, en el verano de 1975, la viuda le confesó a Rosita Núñez: “la señora Matilde me vino a visitar. Me dijo que sospechaba que a su marido lo habían matado en la clínica, posiblemente con alguna inyección” (La Nación 18/09/2005). Matilde Urrutia tampoco denunció el asesinato de Homero Arce en 1977, ni la tortura que sufrió el doctor Francisco Velasco en El Lebú en 1973.

 

CA.- ¿Consideras una “coincidencia” que el Dr. Sergio Draper funcionario de la Clínica Santa María, estuviera de médico de turno cuando acaeció la muerte de Eduardo Frei y la de Pablo Neruda?

MC.- No creo en las coincidencias, Sergio Draper dijo al Clarín de Argentina: “Es el colmo que estemos constantemente bajo sospecha” (06/09/2011), ¿se puede estar dos veces en el lugar equivocado a la hora equivocada?, resulta inverosímil la declaración judicial de Draper, en relación a lo que dijo el 23 de septiembre de 1975 a La Tercera: “Neruda, no estuvo ni inconsciente ni profundamente dormido, durante toda la tarde del día en que murió”. Sin embargo, ante la Policía de Investigaciones, Draper declaró: “Neruda murió a raíz del cáncer a la próstata y sus múltiples metástasis. En cuanto a la caquexia, señala que el paciente ingresó a la clínica en estado terminal y su aumento de volumen corporal se debe al edema generalizado, lo cual es avalado por la enfermera –Araneda- que observa la salida de líquido acuoso, al momento de inyectar el analgésico”; Draper pone en duda que Manuel Araya salió a comprar un medicamento, según el doctor: “la clínica Santa María contaba con una excelente farmacia propia, por lo que es imposible que se le haya pedido al chofer de Neruda que comprara un medicamento fuera de la institución”, ahora resulta que la Clínica Santa María cumplió con todos los protocolos en el cuidado de Neruda.

 

CA.- ¿Qué opinión te merece lo que pasó con el legado de Neruda, sus obras y el nacimiento de la Fundación de carácter privado?

MC.- Lo que pasó podría resumirlo en la inversión bursátil de 2.3 millones de dólares –mil millones de pesos chilenos- del copyright de Neruda en Cristalerías Chile, propiedad de Ricardo Claro –asesor de Pinochet desde el 12 de septiembre de 1973, coordinador de la visita de Kissinger a Chile en 1978, “mecenas de la DINA”, entre otros horrores-, el legado de Neruda terminó financiando a lo peor del pinochetismo. El presidente vitalicio de la Fundación Neruda, Juan Agustín Figueroa, es igual de nefasto que Ricardo Claro, “Cucho” Figueroa fue el primer abogado, a nivel mundial, que aplicó la Ley Antiterrorista contra campesinos de una comunidad indígena; por otra parte, la Fundación Neruda autorizó la falsificación de los libros: Antología Póstuma de EDAF y Los cuadernos de Temuco; del mismo modo, pretendieron prohibir ante tribunales la publicación de los Discursos parlamentarios del senador Pablo Neruda (1997), entre otras linduras.

 

CA.- Según tu investigación, ¿cuál era la real voluntad del poeta frente al legado de sus derechos u obras después de su muerte?

MC.- La última voluntad de Neruda, registrada ante el Notario Público de Casablanca (Región de Valparaíso), estipula que el Consejo de Administración de la Fundación Cantalao lo integrarían los rectores de la Universidad de Chile, de la Universidad Católica y de la Universidad Técnica del Estado (UTE), además de los representantes de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y de la Sociedad de Escritores (SECH) y dos personas designadas por Neruda -imagino que serían Homero Arce y Francisco Velasco-, se trata de un consejo plural, académico y políticamente muy avanzado para la época –a pesar de que Juan Agustín Figueroa lo descalifica como “idea primitiva de Neruda”-, el sueño del poeta era becar a jóvenes poetas, artistas y científicos, pero Matilde Urrutia traicionó la última voluntad de Neruda, falsificó el testamento del poeta y designó heredero universal a Juan Agustín Figueroa –de forma vitalicia-, eliminó cualquier cláusula que permitiera el cumplimiento de los Estatutos de Cantalao; años después la Fundación Neruda estaría integrada por: Juan Agustín Figueroa, su esposa, su hermana, su mejor amigo y el abogado de su despacho. Pasamos de un Consejo de Administración plural y académico, a un Fundo Familiar, administrado por vulgares ladrones vinculados a lo peor del pinochetismo. ¿Qué diría Neruda al saber que sus derechos de autor están financiando la empresa de Ricardo Claro?

CA.- ¿Por qué después de casi cuarenta años Manuel Araya se decidió a hablar sobre este tema?

MC.- La primera tentativa para denunciar el asesinato de Neruda, la hizo Manuel Araya ante la viuda Matilde Urrutia en 1974, pero ella le pidió que no se metiera en sus asuntos, intentó sobornarlo y lo despidió, “usted era el chofer de Pablo, pero no será mi chofer”. La denuncia del chofer de Neruda llegó a La Moneda, durante el gobierno de Ricardo Lagos y no le hicieron caso. El 26 de junio de 2004, el periódico regional El Líder de San Antonio fue el primer medio que le abrió las puertas a don Manuel Araya, pero no causó ninguna reacción ante la prensa internacional ni ante la Justicia chilena; don Manuel habló infinidad de ocasiones en la Fundación Neruda, tampoco le hicieron caso, el impacto mundial llegó hasta que el 8 de mayo de 2011 salió el reportaje: “Neruda fue asesinado” en el semanario mexicano Proceso y el Partido Comunista decidió presentar una querella contra quien resulte responsable del presunto asesinato de Neruda.

CA.- ¿Consideras en buen camino los pasos del Juez Mario Carroza en decretar acciones y recabar testimonios y por cierto solicitar una exhumación de los restos de Neruda a pesar del tiempo transcurrido, que podría haber borrado evidencia clave de la muerte del vate?

MC.- Sí, el juez está agotando todas las posibilidades para esclarecer el presunto asesinato, realizó todas las dirigencias previas al último recurso de la exhumación; el juez Mario Carroza en entrevista me dijo: “Lo más importante para saber si se realizará la exhumación, sería su carácter necesario o vital para tener la claridad suficiente y determinar lo que causó la muerte de don Pablo Neruda; por lo tanto, tomaré una decisión después de recoger todos los elementos y darle la amplitud de posibilidades en el Servicio Médico Legal (SML), insisto en la importancia del Informe del Servicio Médico Legal (Clarín 21/11/2011), también comentó la relevancia del Informe del SML con la corresponsal de El País y con el historiador español Mario Amorós. Una vez que salió el Informe del SML, ante las imprecisiones y contradicciones que presentaba, el juez decidió buscar una segunda opinión, la de médicos de la Universidad de Chile. Menos mal que no siguió al pie de la letra las recomendaciones del SML.

 

Puedo entender que al juez Mario Carroza se le escapen algunos detalles, en la citada entrevista con El País, la corresponsal escribió: “Según lo que ha establecido el juez Carroza en su investigación, Araya salió de la clínica por orden de Matilde Urrutia y no del médico. El objetivo era comprar agua de colonia para hacerle fricciones al poeta en sus piernas” (04/12/2011). Sin embargo Matilde Urrutia le dijo a Hernán Loyola: “A mediodía del domingo -23 de septiembre-, encargué a Manuel Araya, un muchacho joven que era el chofer de Pablo, que me trajese algún medicamento u otra cosa, pero las horas pasaron y Manuel no volvió. Después supe que lo habían detenido y conducido al Estadio Nacional, donde lo pasó muy mal, y el automóvil me costó ubicarlo y recuperarlo (Funeral vigilado, 1974); un día después de la muerte de Neruda, Matilde declaró al periódico vespertino La Segunda:La viuda se limitó a pedir respeto por el dolor, así denunció también que en la tarde de ayer habían desaparecido su chofer y su vehículo particular luego que el conductor se dirigió a comprar una corona. No retornó y no ha vuelto a saberse de él” (24/09/1973), pero en sus memorias póstumas escribió que arrestaron a Manuel Araya cuando llevaba el auto al estacionamiento (Mi vida junto a Pablo Neruda, 1986). Matilde Urrutia era una mentirosa compulsiva, dio tres versiones de lo que lo hizo el chofer el 23 de septiembre (comprar medicamentos, o coronas fúnebres, o guardar el autor en el estacionamiento de la Clínica Santa María), lamentablemente el juez cometió el error de hacerle caso a la cuarta versión, inventada por Charo Cofré, esa testigo de la Fundación Neruda ni siquiera estaba en la Clínica Santa María. Lo único importante es que finalmente quedó demostrado que al chofer lo arrestaron el 23 de septiembre de 1973.

 

CA.- Últimamente han aparecido una serie de libros reveladores sobre los organismos de represión y exterminio de la Dictadura Militar, por ejemplo: “La Danza de los cuervos” o “Asociación ilícita. Los archivos secretos de la dictadura”, libros sobre la DINA o CNI que nos asombran a pesar del tiempo, por la crudeza de las operaciones y lo secreto de las mismas, ¿puede ser que algunos de estos organismos ilícitos hayan estado involucrados en la muerte de Neruda?

MC.- Leí La danza de los cuervos (Ceibo Ediciones, 2012), y me sorprendió la denuncia de Jorgelino Vergara, yo no sabía que Ricardo Claro financiaba la nómina de la DINA, cito: “Alguien tenía que ponerse, y el encargado de pagar el sueldo era este señor, Ricardo Claro, y eso no era un secreto. Era un financista de la DINA porque todos los civiles ahí eran contratados por la empresa financiada por él… Claro los salvaba con dinero, aportes, todo el tiempo. A veces iba al cuartel general y después de esas visitas aparecían las platas y los inventos especiales de Michael Townley, los adelantos tecnológicos”. Todavía no estudio el libro: Asociación ilícita. Los archivos secretos de la dictadura (Ceibo Ediciones, 2012), dudo que en el CD-Room que acompaña al libro esté un informe o cable interno de la DINA que haga referencia a la operación para asesinar a Neruda en la Clínica Santa María, ya me hubiera informado el editor Dauno Tótoro, estoy a punto de publicar una entrevista con el cofundador de Ceibo Ediciones. Ahora estoy preocupado por las amenazas que han recibido los periodistas Mauricio Weibel y Javier Rebolledo, simultáneamente asaltaron las casas de los autores de La danza de los cuervos y Asociación ilícita.

 

Quisiera completar la trilogía, recomendando el libro: Magnicidio (2011), escrito por Benedicto Castillo, cito de la página 323: “No obstante lo establecido en esta oportunidad –dice el Informe Policial No. 73 de la FTIR- ‘estaría en evidencia que estos vínculos con el Ejército y los servicios de Inteligencia venían de años atrás, a comienzos de la década de 1970, con la DINE y CNI, que están debidamente acreditados, mediante informes policiales anteriores’”. Moraleja: la Clínica Santa María estaba infiltrada por las Fuerzas Armadas y los organismos de Inteligencia desde la década de 1970. Hay una testigo, empleada de limpieza de la Clínica Santa María, que asegura haber visto a personas externas en la Clínica el 23 de septiembre, en su declaración judicial acusa a ese comando de ser los responsables de la inyección que provocó la muerte de Neruda y da a conocer que al día siguiente la despidieron junto a otros empleados –secretarias, enfermeras y personal de mantenimiento-, por hacer demasiadas preguntas sobre los extraños médicos que visitaron la Clínica el 23 de septiembre.

 

CA.- ¿Crees que existe una real voluntad política para el esclarecimiento total y transparente de los hechos que rodearon el deceso del Premio Nobel?

MC.- Creo que hubo falta de pericia en la Policía de Investigaciones (PDI) y prejuicios en el Servicio Médico Legal; en el primer caso, la PDI no le preguntó a Rosita Núñez sobre su crucial declaración: “Un verano de 1975, la señora Matilde me vino a visitar. Me dijo que sospechaba que a su marido lo habían matado en la clínica, posiblemente con alguna inyección” (La Nación 18/09/2005), por lo que esta denuncia casi queda excluida del Expediente Judicial. En el caso del SML, su Informe es contradictorio, cito: “Según la versión de familiares, amigos, personal médico, personal de enfermería y de técnicos paramédicos de la Clínica, el señor Neruda ingresa con el diagnóstico de cáncer de próstata avanzado, en malas condiciones generales, con bajo peso y en anasarca”, el SML elimina los testimonios de los diplomáticos de México y Suecia, ambos declararon que dentro de su enfermedad encontraron a Neruda en buenas condiciones; ningún familiar de Neruda declaró en el juicio haber estado en la Clínica Santa María, porque Laura Reyes falleció en 1977 y Rodolfo Reyes llegó al funeral desde Temuco, no estuvo en la Clínica; el resto son especulaciones del SML. Además dos enfermeras de la Clínica declararon que Neruda tenía un buen semblante, que leía y conversaba con las visitas. Ahora bien, el SML reconoce: “los exámenes disponibles permiten constatar la presencia de un grado de anemia moderada y de múltiples episodios de infecciones urinarias; el valor de las fosfatasas ácidas se encuentra dentro de un rango normal y no se puede extrapolar conclusiones ni deducir a partir de ellos la presencia de metástasis”. Si el expediente clínico de Neruda reporta un cáncer controlado después de 56 sesiones de radioterapia, una moderada anemia y un cuadro infeccioso, ¿por qué el SML recomienda no exhumar a Neruda?

 

CA.- ¿A quién le conviene que se mantenga en una nebulosa sin esclarecer la muerte del Nobel?, según tu investigación, ¿crees posible que exista interés de alguien, o de grupos, para que no se diga la verdad en el Caso Neruda?

MC.- A Juan Agustín Figueroa le conviene ocultar las irregularidades de la Clínica Santa María, él es heredero universal de Matilde Urrutia y si se comprueba que la viuda guardó silencio ante el presunto asesinato, la Fundación Neruda quedará sumamente cuestionada, al punto que podría perder el registro de su personalidad jurídica.

 

CA.- ¿Crees que la exhumación de los restos del Poeta, a pesar de lo reducido que se puedan encontrar éstos, puedan arrojar conclusiones resolutivas que ayuden a la investigación en curso?

MC.- La exhumación es la diligencia clave, se buscarían dos cosas: la metástasis del cáncer de próstata –aquí no importa el tiempo transcurrido-, si no aparece la metástasis significa que el cáncer estaba controlado después de dos operaciones en Francia y de 56 sesiones de radioterapia de cobalto (realizadas entre marzo y abril de 1973). El segundo punto que buscarían los médicos forenses sería la presencia de metales pesados, gas mostaza y/o veneno –cualquier dosis, por pequeña que sea, ratificaría la teoría del asesinato-, lo complicado por determinar serían las cantidades de medicamentos –en este caso Dipirona-, la exhumación puede arrojar la presencia de Dipirona, pero no las cantidades y si Neruda murió por un cuadro de alergia –la Dipirona era un procedimiento habitual en la época, pero no debieron inyectarla en el estómago, en la actualidad la FDA de Estados Unidos prohíbe la Dipirona porque causa cuadros alérgicos y los pacientes mueren de un paro cardiaco-, aquí hay dos caminos: demostrar el asesinato o la negligencia médica como causa de muerte, el diagnóstico de Caquexia Cancerosa es la gran irregularidad en el Certificado de Defunción de Neruda emitido por la Clínica Santa María.

 

CA.- ¿Existe algún antecedente de otro Premio Nobel en el mundo que haya muerto bajo “extrañas” circunstancias bajo un régimen dictatorial?

MC.- No. Neruda fue el primer Premio Nobel asesinado por una dictadura, si la exhumación demuestra la presencia de substancias raras o que el cáncer de próstata estaba controlado, el impacto de la noticia llegará hasta el Instituto Nobel, un grupo de parlamentarios suecos convocó al Comité en Defensa del Legado de Neruda, la exhumación del poeta será el principio del fin de la Fundación Neruda.

 

CA.- Finalmente, ¿crees que algún día llegaremos a conocer la verdad y los reales acontecimientos en la Muerte de Pablo Neruda?

MC.- Sí. Antes de la denuncia de Manuel Araya los biógrafos de Neruda caían en el lugar común, salvo el investigador chileno-alemán David Schidlowsky, nadie había reconstruido los últimos días de Neruda. El séquito de Juan Agustín Figueroa podrá cuestionar a Manuel Araya, pero deberían estar agradecidos por su aporte a la historiografía nerudiana, por fin sabemos qué pasó del 11 al 23 de septiembre de 1973, quedaron al descubierto las mentiras de Matilde Urrutia, su cinismo y oportunismo, su complicidad con la dictadura. Espero con ansiedad las próximas biografías de Neruda, en la Fundación publicaron una “investigación” que en realidad es una Oda a Matilde Urrutia, ¿veremos la mezquindad de los biógrafos oficiales al ningunear el testimonio de Manuel Araya?, imagino que todos en la Fundación Neruda están nerviosos, por eso su presidente vitalicio declaró: “exhumar el cadáver de Neruda sería un verdadero acto de profanación” (Radio Bío Bío 05/12/2011).

 

Después de los resultados de la exhumación el juez emitirá su fallo, si los médicos forenses encuentran veneno, gas mostaza o metales pesados, tendremos la certeza de que Neruda murió asesinado por la dictadura para evitar que encabezara a la oposición desde el exilio mexicano. En el peor de los escenarios: si los exámenes no arrojan ninguna substancia rara o tampoco se puede determinar las cantidades de medicamentos, el juez ya adelantó vísperas al responder la pregunta de la corresponsal de El País: “¿Existen posibilidades de que nunca se sepa cómo murió Neruda?” –“Podría ocurrir” (04/12/2011), sentenció el juez Mario Carroza. Pero estamos hablamos del doble asesinato de Neruda, si el crimen biológico no se puede esclarecer, quedaría pendiente hacer Justicia ante el asesinato ideológico y el secuestro del legado de Neruda cometido por Juan Agustín Figueroa.

 

*Entrevista publicada originalmente en el periódico La Pulenta (edición número 16; enero de 2013).

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