En Escucha Chile, publicado por Lom Ediciones, Luis Landa compila y edita algunas de las crónicas con las que José Miguel Varas contribuyó a romper la censura y el aislamiento impuestos en Chile por la dictadura de Pinochet, dando origen a un documento imprescindible para entender ese momento histórico.
El libro fue presentado al público el pasado martes 18 de noviembre a las 19:00 horas en el auditorio Nicanor Parra de la Universidad Diego Portales.
El programa conocido como Escucha Chile, fue un programa de la Radio Moscú transmitido desde la URSS durante la dictadura de Augusto Pinochet entre 1973 y 1988, siendo escuchado en todo el mundo que comenzó la noche del 11 de septiembre de 1973, cuando la radio transmitió una entrevista realizada al dirigente comunista Volodia Teitelboim, que se encontraba en Europa.
Esto marcaría el comienzo del programa que se transmitió diariamente, y contó con la participación de dirigentes, periodistas e intelectuales del Partido Comunista de Chile como fueron Ligeia Balladares, Marcel Garcés, Miguel Garay, Eduardo Labarca, René Largo Farías, Guillermo Ravest, José Secall, Orlando Millas, Hernán Rodríguez Molina, el poeta ruso Guennadi Spersky y la locutora Katia Olevskaia,quienes dieron forma a una de las más importantes iniciativas de la historia de la radiofonía nacional, desde su exilio en la ex Unión Soviética.
Según lo contara Volodia en su libro “Noches de Radio: Una voz que Viene de Lejos”, los auditores del programa era los opositores al régimen militar y también los pinochetistas que hervían de rabia. `Es la hora del sartal de mentiras. A ver qué van a decir hoy los bandidos´, decían”, recordaba Teitelboim, en ese libro.
“En los programas se hablaba con tan poco respeto del Capitán General, llamando sin tapujos al pan, pan y al crimen, crimen. Hubo torturadores que dijeron a sus víctimas: `Ayer esos desgraciados me nombraron por la radio. Tienen que decirles que no soy tan malo, que sólo obedezco órdenes´”.
Como lo describe en su libro, “funcionarios de gobierno estaban encargados de grabar las emisiones, que se escuchaba también en los regimientos porque para ellos “era la voz del enemigo, querían descubrir sus supuestos movimientos”, agrega Volodia.
Arengas, comentarios llenos de emoción, donde se condenaba las muertes que estaban ocurriendo en nuestro país, todo ello era transmitido por “¡Escucha, Chile!”, llenando de emoción y esperanza a quienes lo escuchaban.
José Miguel Varas en una entrevista recordó que “al llegar al programa, yo sentía que se necesitaba tener más información y que fuera exacta, lo más precisa posible”.
Hasta ese momento Radio Moscú contaba con servicios cablegráficos de diferentes agencias que tenían corresponsales en Chile los que a su vez tenían contactos con las embajadas. Pero como el servicio europeo que ofrecían las agencias no eran tan exhaustivo como el latinoamericano, se estableció una red de información en Chile que unió a corresponsales en toda América Latina y en distintos países europeos lo que ayudo a que no faltaran noticias sobre Chile agregándose a lo anterior, cartas de familiares de las víctimas.
Por ello, a 14 mil km. de distancia, Radio Moscú contaba con tanta información.
Escucha Chile permaneció en la programación de Radio Moscú hasta el 31 de enero de 1989, poco tiempo antes de la asunción de Patricio Aylwin como presidente democrático de Chile. El año 2009 se estreno el documental Escucha Chile, que aborda la historia de un grupo de auditores del programa
Presentaron el libro el historiador Rolando Álvarez; el periodista Marcel Garcés y el escritor Mauricio Electorat.
La periodista Patricia Torres quien estando detenida en Pisagua, dio una entrevista de seis minutos a Radio Moscú expresó que “luego de esa conversación telefónica con José Miguel Varas, tanto yo como los otras personas que estabamos relegados en Pisagua, pensamos que no se transmitiría pero, tres días más tarde la pusieron al aire y como resultado de ello, empezamos a recibir cartas de Chile y del extranjero de miles de radio escuchas del programa donde nos expresaban su solidaridad y, con ello, nos dimos cuenta de lo escuchado del programa.Hasta el día de hoy tengo guardadas miles de cartas que nos llegaron a Pisagua”.
El libro se acompaña de un CD con los registros de Radio Moscú compilados por el documentalista Andrés Daie.