Cinco periodistas chilenos denunciaron robos de sus computadores personales en sus hogares durante las últimas semanas. La mayoría de las víctimas de los hurtos son corresponsales extranjeros y reporteros que en meses recientes publicaron libros sobre violaciones de derechos humanos perpetradas por la dictadura militar (1973-2000).
Los delitos cobran mayor vigencia ante las proximidades del 40° aniversario del golpe castrense del 11 de septiembre de 1973, mientras aún los jueces continúan dictando sentencias a violadores de derechos humanos e investigando delitos de lesa humanidad perpetrados por allegados y colaboracionistas de Pinochet.
El gobierno de Sebastián Piñera aseguró que condena estos robos, a través del ministro del Interior Andrés Chadwick y la portavoz gubernamental Cecilia Pérez: “Como gobierno, condenamos enérgicamente los actos de delincuencia que han afectado a corresponsales de prensa en nuestro país”, dijo Pérez, en un comunicado.
En parecidos términos se expresó el ministro del Interior, Andrés Chadwick, mientras el gobierno y los dos partidos de derecha que lo sustentan atraviesan una de sus peores crisis políticas internas. Ambos funcionarios contactaron a los afectados y ofrecieron vigilancia policial para que trabajen “con mayor tranquilidad y seguridad”.
Las víctimas
El último robo fue denunciado el lunes por Mauricio Weibel, corresponsal de la agencia alemana DPA, presidente de la Asociación de Corresponsales de la Prensa Extranjera (ACPE) y representante en Chile de Reporteros sin Frontera. Weibel formalizó el martes una denuncia ante la justicia por amedrentamiento y robo. El mismo lunes, la ACPE eligió en asamblea la nueva directiva que deberá designar internamente al presidente de la agrupación durante otro período. Todavía no han informado si reelegirán al representante de Reporteros sin Fronteras o designarán a otro.
Weibel publicó hace tres meses el libro “Asociación Ilícita, los Archivos Secretos de la Dictadura”, en co-autoría con el también periodista Carlos Dorat, publicado por Ceibo Ediciones, cuyos editores Fauno Tótoro e Ítalo Retamal también denunciaron seguimientos evidentes. Weibel dijo haber sufrido tres robos sucesivos en su domicilio en pocos días, en tanto Dorat hizo otra denuncia similar.
También dieron a conocer robos recientes otros cuatro periodistas. Javier Rebolledo, autor del exitoso libro “La Danza de los Cuervos” (Ceibo Ediciones, 2012), una investigación judicial y confesiones de un torturador que trabajó desde niño como “mocito” en la vivienda del jefe de la DINA, Manuel Contreras, hoy preso y condenado por múltiples homicidios y violaciones de derechos humanos. Las revelaciones del torturador incluso permitieron conocer un centro de exterminio desconocido hasta la reciente aparición del libro, en Simón Bolívar 8850, donde fue asesinada una directiva completa del PC, cuyos restos fueron hechos desaparecer.
Otros afectados por robos fueron Cristóbal Peña, autor de “Los Fusileros” (Debate, 2007); y Pascuale Bonnefoy, periodista de vasta trayectoria en periodismo de investigación en diferentes medios sobre temas de derechos humanos y crímenes de la dictadura, actualmente corresponsal-stringer del New York Times.
Ernesto Carmona