Juntas de vecinos, comités barriales, ONGs, organizaciones culturales y colectivos; el liderazgo carismático de Josefa Errázuriz Guilisasti; la unidad de los partidos opositores; el compromiso de los jóvenes, y especialmente la decisión de la “mayoría silenciosa” de darle el sobre azul al alcalde Cristián Labbé en Providencia, lograron lo que parecía imposible. Estos factores se complementaron con una campaña de impronta ciudadana dotada de un programa que tiene como eje la gestión participativa del municipio.
El mismo día de la victoria de esta socióloga sin militancia, que los habitantes de Providencia llaman de manera cariñosa “La Pepa”, Michelle Bachelet felicitó a la candidata, quién le dijo: “La forma de hacer política cambió”, agregando, “que hiciéramos una primaria ampliada, desde la derecha liberal a la Izquierda y creáramos un programa de gobierno comunal participativo junto a la ciudadanía, es la forma en la que se debe construir un nuevo Chile”.
El jefe de campaña, Juan Eduardo Donoso, dice que el proceso que culminó con el triunfo de “La Pepa”, se hizo “desde abajo y por personas cabreadas con las maneras tradicionales de hacer política”. Relata que uno de los puntos neurálgicos de la controversia con Labbé fueron el Plan Regulador de la comuna, la construcción en altura, la planificación urbana y la preservación de las áreas verdes. El alcalde impuso la construcción de edificios de gran altura, cuyo símbolo es el Costanera Center, pero encontró resistencia en barrios como Bellavista y Pedro de Valdivia Norte, que lograron imponer límites a esta clase de urbanización. Allí surgió el germen de la oposición al ex alcalde Labbé.
Donoso menciona otros hitos que precipitaron la caída de Labbé: su conflicto con Renovación Nacional y la familia Sabat (el alcalde de Ñuñoa y su hija Marcela, diputada); el homenaje que hizo al agente de la DINA, Miguel Krasnoff Marchenko, y la represión al movimiento estudiantil secundario en 2011.
UNIDAD PROGRAMATICA
Según Juan Eduardo Donoso, ex militante del MIR, la primaria en que participaron la comunidad organizada, las fuerzas políticas opositores y la juventud, agrupada en Revolución Democrática (RD), legitimaron a Josefa Errázuriz. Tanto el líder de la Red Liberal, Cristóbal Bellolio, como el socialista Javier Insulza se sumaron a la campaña de Josefa. Se habían comprometido previamente a impulsar un programa elaborado en conjunto, que se constituyó en la carta de navegación de Providencia Participa, una entidad que agrupa a organizaciones ciudadanas, partidos políticos y personas.
“Queremos participación y tenemos claro lo que quieren las vecinas y vecinos; porque hemos ido a los barrios a preguntarles directamente, en ‘conversatorios’, en los que la gente se fue incorporando. Así, llegamos a tener 1.100 voluntarios. La nuestra fue -el día de la elección- la única candidatura que tenía todos sus apoderados”, dice Donoso. Afirma que mucha gente de la derecha terminó cansada con la falta de respeto hacia los ciudadanos. Los jóvenes dieron a la campaña alegría y energía positiva. “Esta mañana salí a comprar pan y me demoré dos horas en volver a la casa. La gente me para en la calle para decirme ‘y ahora ¿qué viene’”, agrega Donoso.
Reconoce que la Municipalidad de Providencia está muy bien organizada, pero desde una mirada impuesta desde arriba. “Lo que el alcalde quería, se hacía; con la visión que él tenía viviendo en La Dehesa. Para Labbé, lo fundamental era recaudar plata”. Dice que así como hay en Providencia gente pudiente, un 20 por ciento de los habitantes de la comuna vive bajo la línea de pobreza. Hay vecinos de las Torres de Carlos Antúnez que no tienen con qué pagar la extracción de basura o sus contribuciones de bienes raíces. “Con la misma estructura administrativa que posee la municipalidad, vamos a cambiar el enfoque -algo no fácil-, para dirigirnos hacia los barrios y sus habitantes”. Más allá de la institucionalidad, la idea que tenemos es volver a los barrios. La comuna está dividida en 16 sectores. Cada sector es inmenso y tienen distinto tipo de realidades. La idea es armar sistemas locales, en los que la gente, de acuerdo con lo que necesite para su hábitat, busque soluciones con la presencia directa de la Municipalidad”.
El encargado de la campaña electoral de Josefa Errázuriz fue Tomás Marín, sociólogo de profesión, sin militancia política. Es director ejecutivo de la ONG Ciudad Viva, a la que también pertenecen la alcaldesa electa y Juan Eduardo Donoso.
Marín piensa que las claves programáticas que dieron la victoria a Josefa Errázuriz fueron transparencia y participación, elementos que deben continuar presentes cuando ella ejerza el cargo y que tendrán que expresarse en un presupuesto participativo y en una constante evaluación de la gestión.
Piensa que un punto de inflexión fue la incorporación del movimiento Revolución Democrática porque sumó a las tradicionales redes de dirigentes sociales un grupo de gente joven, con capacidad de movilización, nuevas ideas y muchas ganas de trabajar. Otro factor que considera influyente fue la capacidad de desplegar cuadros políticos que aportaron los partidos, y un tercer componente fue el despliegue en las redes sociales y la presencia mediática ofrecida por Bellolio. Señala que se conformó un comité político, del que formaron parte el diputado Jorge Burgos (DC), Ricardo Solari (PS), Giorgio Jackson (RD), Cristóbal Bellolio (RL) y el empresario socialista Oscar Guillermo Garretón, entre otras personas.
DEL CIELO A LA TIERRA
Tomás Marín relata que la campaña se financió con el aporte de los partidos, acciones colectivas para conseguir recursos, fondos personales y mucho trabajo voluntario. “Hicimos de nuestra debilidad una fortaleza. El alcalde Labbé compró todos los espacios publicitarios en los edificios; entonces reemplazamos las gigantografías por banderines de bicicleta, chapitas y otras piezas gráficas que usaron las personas en la calle. Labbé se convirtió en el ‘señor de los cielos’, que andaba en las alturas. La diferencia estuvo en que nosotros teníamos los pies en la tierra. Por ese motivo el 28 de octubre hubo cinco mil personas celebrando frente a la Municipalidad”.
Destaca también el liderazgo de Josefa Errázuriz. “Pocos tienen la capacidad de relacionarse con un amplio espectro de personas, desde el ámbito más liberal de derecha a organizaciones más tradicionales, como el Partido Comunista, y a cientos de jóvenes con muchas ganas de trabajar pero sin experiencia política. Su liderazgo es convocante y a la vez tiene capacidad de diálogo”. Considera que otro factor clave para que Errázuriz ganara fue un programa validado por la comunidad. “El hecho de que todos pudieron incorporar propuestas hizo que las personas defendieran con gran propiedad las ideas”.
Recuerda Marín que la campaña no estuvo exenta de desencuentros, derivados de la gran diversidad de participantes: “Pero fueron superados y logramos trabajar bien, en equipo con los grupos barriales de terreno y las redes sociales de Internet, algo difícil de conseguir.
El desafío fundamental para nosotros, en la comuna, es la profundización democrática. Tenemos que implementar una serie de reformas a nivel municipal para terminar con esta democracia de baja intensidad, delegativa, en cual la Concertación hizo una especie de pacto con la derecha para decir: ‘no tocamos el modelo económico y la democracia la vamos parchando de a poquito’. El tema más relevante es para nosotros la democracia participativa; es decir, cómo los ciudadanos se involucran en la gestión municipal de manera cotidiana, más allá de las elecciones”, afirma Marín.
Dice que al alto nivel de gestión que tiene el municipio de Providencia, hay que agregar una reforma democrática profunda, para apoyar las transformaciones en el país. “Queremos consejos ciudadanos, abrir el presupuesto municipal, comenzar a utilizar los plebiscitos y las consultas, los cabildos. Considerar el ámbito barrial como un lugar pertinente para la planificación urbana y transferir atribuciones a la base en la gestión municipal.
El 57% de los municipios en Chile no cumplen la ley de transparencia. No hay sanciones de la Contraloría General ni del Consejo para la Transparencia, que aparentemente no tienen capacidad para fiscalizar”. Marín piensa que el tema de la transparencia es fundamental para que cualquier ciudadano sepa cómo se están usando los recursos y la gente ya no quiere un gerente que tome decisiones por ella. “Deseamos que nuestra experiencia sirva para lograr que los ciudadanos empiecen a sentirse parte de una comunidad. Las personas están acostumbradas a que les digan lo que tienen que hacer. No es fácil recuperar la iniciativa propia. Providencia Participa tiene que continuar funcionando y debe ser el control de nuestra gestión. Si no cumplimos las 105 medidas comprometidas, con fecha y con indicadores concretos, alguien debe decirnos que no lo estamos haciendo”.
Tomás Marín dice que la gente que vive, trabaja y participa en Providencia debe involucrarse directamente con la gestión, para que los organismos de la ciudadanía, como el Consejo de la Sociedad Civil (Cosoc), sirvan como mecanismo real de participación.
Según Marín, tal como se lo expresó “La Pepa” a Michelle Bachelet, “queremos un programa que se cumpla y que no se vaya desvaneciendo entre los quórums calificados y las urgencias presidenciales. El compromiso esencial que tenemos es con la democratización, con la elección directa de los gobiernos regionales, con la descentralización. Tenemos que repensar la manera como se plantea la centroizquierda”.
Según él, existe el riesgo de que la Concertación saque cuentas alegres y decida que no hay que mover nada hasta que vuelva Michelle Bachelet. El liderazgo de Josefa dice lo contrario. “Vamos a trabajar juntos mientras compartamos un programa de gobierno. Nosotros, desde la sociedad civil, tenemos el deber de potenciar liderazgos como el de Josefa, que propicien reformas en todos los espacios de la sociedad”.
GESTION PARTICIPATIVA
El dirigente vecinal y militante socialista Enrique Acosta es coordinador de Providencia Participa, la organización que armonizó la relación entre los actores de la sociedad civil y los partidos políticos locales en la campaña municipal de Pepa Errázuriz. Recuerda que existía hasta hace poco una separación entre ambos grupos, por la falta de compromiso que mostraban los concejales de la oposición a Labbé con los problemas de la comuna. “El surgimiento de la candidatura de Javier Insulza, del liberal de derecha Cristóbal Bellolio y de Josefa Errázuriz, permitió superar con creces el estrecho marco de la Concertación y acercó los partidos a la ciudadanía”.
A este factor agrega Acosta la elaboración de un programa generado con la amplia participación de todos los actores políticos y sociales de la comuna; con énfasis en la democracia participativa, inserto en un nuevo plan de desarrollo comunal y en la idea de “ciudadanizar” la política con activa presencia de quienes viven, trabajan y transitan por Providencia. Afirma que para estos tres grupos de ciudadanos habrá políticas diferenciadas, bajo un lema común: Apodérate.
El acucioso trabajo realizado a través de Providencia Participa permitió armonizar la labor del comando de la candidata a alcaldesa con 34 candidaturas a concejales que representaron la diversidad política de la oposición. “La idea es iniciar ahora una nueva etapa, en la que Providencia Participa realizará propuestas, fiscalizará la gestión y ejercerá control sobre las actividades que realice el municipio, en una estrecha relación con las autoridades y especialmente con la alcaldesa”, afirma.
Según Enrique Acosta, el compromiso de Josefa Errázuriz incluye, además del municipio, a otros agentes del Estado y a una comunidad presente y activa. “El proyecto de Providencia Participa no es el proyecto de Josefa Errázuriz; está inspirado en esa candidatura, pero no se agota allí. Responde a un encuadre que tiene que ver con una gestión municipal y con ciertas acciones que, desarrolladas en el tiempo, sirven a un proyecto político estratégico”. El coordinador de Providencia Participa añade que Josefa Errázuriz está convencida que no se trata de cambiar un alcalde por otro sino que hay que apostar a una profunda transformación política. “Queremos pasar desde un alcalde autoritario a una política local protagonizada por los ciudadanos, los partidos políticos a escala local y las organizaciones de la comunidad”, concluye.
RUBEN ANDINO MALDONADO
Publicado en “Punto Final”, edición Nº 771, 23 de noviembre, 2012