Diciembre 26, 2024

Periodistas fueron blancos para Israel en Gaza

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image_gazaMientras se observa el cese del fuego entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica, llamado Hamás por su acrónimo en lengua árabe, organizaciones de derechos humanos y de periodistas llamaron a investigar abusos israelíes cometidos durante la última ofensiva en Gaza, incluyendo asesinatos de periodistas, según diversos informes de prensa y un despacho enviado desde Ramala, Palestina, por Jillian Kestler-D’Amours, de Inter Press Service (IPS), reproducido por Periodistas en Español.

 

“Queremos una investigación internacional sobre lo que ocurrió”, dijo a IPS el presidente del Sindicato de Periodistas Palestinos, Abdal Nasser Najjar. “Queremos poner fin a esta política (israelí) de matar y herir a periodistas. No hay diferencia entre periodistas, sean israelíes, palestinos o internacionales. Solo queremos hacer nuestro trabajo”, añadió.


En la última “Operación Pilar de Defensa”, 162 gazatíes murieron y más de 1.100 otros resultaron heridos. Tres periodistas palestinos fallecieron y más de 10 resultaron heridos en ataques aéreos selectivos. Según el Centro Palestino para el Desarrollo y la Libertad de los Medios, el ejército israelí mató en la última década a 18 periodistas, incluyendo dos extranjeros.


“Han clasificado a los periodistas como enemigos. No quieren que el mundo sepa lo que están haciendo en Gaza ni cuáles son los crímenes de los soldados israelíes. Creo que no quieren que la información salga de Gaza”, señaló Najjar, editor en jefe del periódico Al Ayam.


El martes 20, dos camarógrafos palestinos del canal de televisión Al Aqsa murieron al instante cuando un misil israelí impactó en su automóvil, que supuestamente llevaba el signo “TV” en letras fluorescentes. Los dos reporteros, Hussam Mohammad Salama, de 30 años, y Mahmoud Ali Al Koumi, de 29, se dirigían al Hospital Shifa en la ciudad de Gaza para documentar la asistencia a los palestinos heridos. Ese mismo día, un tercer periodista, Mohammad Abu Aisha, director de la Radio Educativa Al Quds, murió cuando un misil impactó en su auto.


Las organizaciones de periodistas consideran esos ataques como “deliberados” y alegan que “los periodistas tienen derecho a la misma protección que los civiles y no deben ser considerados objetivos militares”.


Casi una docena de periodistas resultaron heridos en una serie de ataques aéreos israelíes en la ciudad de Gaza que impactaron en edificios donde había oficinas de medios locales y extranjeros, como Al Arabiya, Russia TV y las agencias de noticias AFP y la palestina Ma’an, entre otros.


Por su parte, la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP) y la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA) repudiaron los ataques del Estado de Israel contra el pueblo palestino, e incluyeron explícitamente los trabajadores de prensa convertidos en blanco del desproporcionado fuego israelí.


“La sanguinaria agresión del Estado de Israel contra el pueblo palestino merece nuestro más enérgico repudio”, señalaron la Felap y Utpba el 20 de nopviembre. “Expresamos nuestro compromiso de denuncia internacional convocando a todas las organizaciones de periodistas-trabajadores de prensa del mundo a manifestarse frente a la barbarie. Al mismo tiempo, expresamos nuestra solidaridad con los colegas de Palestina que han sido atacados, una vez más, para acallarlos matándolos y/o haciendo desaparecer distintos medios de comunicación. ¡No a la censura impuesta a misilazos! ¡No a la auto-censura!”


“Exigimos que la Organización de las Naciones Unidas forme un comité para realizar una completa investigación de esos ataques, y adopte medidas contra el gobierno israelí. Además, la comunidad internacional debe responder de inmediato a este acto terrible”, señaló el presidente de la Federación Internacional de Periodistas, Jim Boumelha, reactualizando un antiguo conflicto entre esa organización y el periodismo sionista.


El miércoles 21, la oficina del portavoz militar de Israel difundió el siguiente twit en su cuenta oficial: “Advertencia a periodistas en Gaza: aléjense de operativos y de instalaciones de Hamás. Este grupo terrorista los usará como escudos humanos”.


El gobierno israelí también insinuó que los trabajadores del canal palestino Al Aqsa TV, uno de los medios atacados en Gaza, no eran periodistas de verdad, ya que la emisora está afiliada a Hamás.


“La estación de Al Aqsa es un centro de comando y control de Hamás. Al igual que en otros regímenes totalitarios, los medios son usados con fines de seguridad. Desde nuestro punto de vista, ese no es un periodismo legítimo”, dijo el portavoz del gobierno israelí, Mark Regev, en una acalorada entrevista televisada por la cadena Al Jazeera: “No tenemos como objetivo a los periodistas, sino a Hamás”, subrayó Regev.


Según el director del gazatí Centro Almezan para los Derechos Humanos, Issam Younes, el cuestionamiento israelí a la legitimidad de los periodistas palestinos es solo un pretexto para justificar sus ataques indiscriminados en Gaza.


“Imagine si Hamás dijera que los comentaristas de (las estaciones de noticias israelíes) Canal 2 y Canal 10 son gente del Shabak (agencia de inteligencia y seguridad interior de Israel). ¿Entonces son legítimos objetivos de Hamás? Es solo un pretexto”, dijo Younes a IPS.


La salida y la entrada de personas a la franja de Gaza están casi enteramente controladas por Israel. Egipto administra el sureño puesto fronterizo de Rafah. Al comienzo de esta última ofensiva, Israel permitió la entrada de decenas de periodistas internacionales.


Esto fue un cambio respecto de pasadas políticas del Estado judío. Durante su anterior ofensiva en Gaza, en 2008 y 2009, Israel prohibió el ingreso de reporteros extranjeros y declaró a una amplia área fronteriza “zona militar cerrada”.


También utilizó extrema violencia contra periodistas gazatíes que cubrieron aquella ofensiva de tres semanas.


La estación de Al Aqsa en la franja fue destruida por completo en aquella operación, llamada “Plomo Fundido”, con pérdidas de aproximadamente seis millones de dólares. Las oficinas del semanario Al Risala también fueron dañadas.


“Ya no hay límites”, dijo Younes. “Todo puede ser un objetivo, siempre que haya cobertura política y mientras (los israelíes) sigan creyendo que son inmunes, que están por encima de la ley y que pueden hacer lo que quieran sin ser investigados”.

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