Los industriales pesqueros paralizaron estratégicamente sus factorías desde el domingo para, coludidos con dirigentes sindicales, trasladar a sus trabajadores a apoyar la Ley Longueira que privatiza el patrimonio pesquero nacional y que entre lunes y martes, se votará en la sala del Senado. Esto no es novedad, ya en varias ocasiones los grandes empresarios han usado a los obreros como una barrera de contención o los tiran “al choque” para con imposición de la amenaza de la cesantía, los utilizan para defender los intereses económicos de esta millonaria industria.
En esta ocasión, a bordo de unos 42 buses, unos 2.000 trabajadores de planta y flota de la industria pesquera de distintos puertos del país llegaron hasta las afueras del Congreso Nacional, en Valparaíso, para expresar su apoyo a la Ley Longueira, que entrega en propiedad los recursos pesqueros del país a siete familias de industriales.
El proyecto de Ley de Pesca se votaría esta tarde en dos sesiones en el Senado, y previamente se está discutiendo en la Comisión de Hacienda Alta.
Los trabajadores de los industriales pesqueros, que defienden los intereses de sus patrones, exigen que el proyecto de Ley Longueira contemple una plataforma social, que no prohíba la pesca de arrastre y rechazan la propuesta de licitación de las cuotas de pesca, para que solo los dueños de las empresas donde laboran, puedan seguir siendo propietaros absolutos de las pesquerías.
DEFENDIENDO LA PESCA DE ARRASTRE
José Chamorro, presidente de la Federación de Sindicatos de la Industria Pesquera (Fesip) de la región del BíoBío, dijo a Radio del Mar que “exigimos una plataforma social digna para los trabajadores de la industria, sin licitación de cuotas porque quedaríamos sin empleo, y que respeten nuestros caladeros históricos de pesca, que no le quiten el trabajo a quienes viven de la pesca de arrastre”.
“Si se prohíbe la pesca de arrastre quedarían miles de personas sin trabajo”, aseguró el cuestionado dirigente sindical-empresarial.
Vestido finamente, el singular dirigente aseguró que “después que se promulgue esta Ley van a quedar muchos trabajadores de la industria pesquera sin trabajo, y queremos seguridad para los cesantes. Hoy vinimos hasta Valparaíso a hacer presión a los parlamentarios y manifestar que estamos disgustados (…), pero acciones nos están quedando bien pocas, porque la Ley ya está a punto de aprobarse”.
El presidente de Fesip afirmó que “los senadores Hosaing Sabag y Fulvio Rossi nos están apoyando en nuestras demandas”.
Sabag ha sido un histórico democratacristiano apernado en el Senado y que siempre ha sido “el hombre” de los grandes empresarios pesqueros en el Parlamento. Rossi es un peculiar senador socialista de la Región de Arica, donde el grupo Angelini, obtiene millonarias ganancias a través de la extracción de pescado