En 1973 el Esmeralda se utilizó como centro para interrogar a decenas de detenidos. Amnistía Internacional ha documentado diversos casos de encarcelamiento político y tortura ocurridos a bordo del buque en 1973, justo después del golpe de Estado liderado por el general Augusto Pinochet.
Personas que sobrevivieron a los interrogatorios a bordo del Esmeralda han hablado de brutales palizas, descargas eléctricas y agresión sexual. La organización pide a las autoridades chilenas un reconocimiento de estos hechos y una reparación judicial y material para las víctimas y sus familiares.
El Esmeralda es el buque escuela de la Armada chilena, gemelo del buque español Juan Sebastián Elcano. Fue construido en Cádiz y fue transferido a Chile como pago por deudas de la Guerra Civil española. Desde entonces, es un embajador itinerante de Chile. Este buque escuela permanecerá en Cádiz del 26 al 31 de octubre, donde están previstos diversos actos oficiales con las autoridades locales y de la Armada española.
“En el contexto de la nueva llegada a España de este buque, Amnistía Internacional recuerda que el gobierno chileno debe asegurarse de que se ponga a disposición judicial a todos los responsables de estos abyectos crímenes, incluidos quienes dieron la orden de cometerlos”, asegura Eva Suárez-Llanos, directora adjunta de Amnistía Internacional en España.
“Mientras no es así, resulta tremendamente irónico que el Esmeralda siga recorriendo los puertos del mundo como presunto embajador de Chile, cuando hay impunidad para las personas que dieron orden de cometer infames caso de tortura bajo su cubierta”, concluye Suárez-Llanos.
Tortura y desaparición del padre Michael Woodward
Uno de estos casos es el del padre Michael Woodward, sacerdote católico que tenía la doble nacionalidad británica y chilena. Murió en 1973 a consecuencia de la tortura a la que lo sometieron a bordo del Esmeralda. Fue detenido el 16 de septiembre de 1973 en Valparaíso por una patrulla de la Armada y trasladado después al buque donde fue interrogado y torturado. Seis días más tarde fue declarado muerto en el Hospital Naval de Valparaíso, aunque su cadáver nunca ha sido hallado.
En julio de 2011 un juez chileno retiró los cargos presentados contra la mayoría de las personas que tuvieron algo que ver con su muerte, incluso después de que algunas de las personas investigadas hubieran reconocido su culpabilidad.
Amnistía Internacional lo calificó como una farsa de la justicia y como un ejemplo de impunidad. La organización sigue pidiendo que los responsables de estos crímenes, incluidos quienes dieron la orden de cometerlos, pasen a disposición judicial.
Después de Cádiz, el Esmeralda tiene previsto continuar travesía hacia el Puerto de Las Palmas de Gran Canaria donde permanecerá del 5 al 9 de noviembre.