Tras el cierre y desmantelamiento definitivo del diario La Nación han ocurrido un par de eventos en el terreno comunicacional bastante menos publicitados, pero sin duda íntimamente relacionados: uno, ha sido la certificación por parte del Tribunal de la Libre Competencia a la compra de las radios Horizonte y Oasis por la empresa controladora del Canal 13, que es del grupo Luksic.
La otra operación ha sido el ingreso de la cadena El Mercurio al negocio de la prensa de distribución gratuita con el diario HoyxHoy, cuyo estreno y circulación está dedicado a competir y restar mercado a Publimetro y La Hora, uno del consorcio internacional sueco Metro International y el otro del nacional Copesa.
Desde hace años que la estructura de los medios de comunicación de información general parecía ya consolidada por el duopolio, por lo que estas operaciones parecen menores. Y aun cuando La Nación como medio impreso de circulación había desaparecido el 2011 por voluntad del gobierno en funciones, su continuidad como portal en internet con un independiente cuerpo periodístico mantenía aún las esperanzas de un eventual futuro reforzamiento de los medios públicos. El cierre y desmantelamiento de sus activos, un proceso, es necesario destacar y reconocer, que se inició hace más de veinte años con la dupla neoliberal Correa-Tironi y la privatización parcial del diario, ha terminado con una tradición periodística de casi cien años.
Con la desaparición de La Nación impresa el año pasado el mercado de la prensa escrita ha dado nuevos pasos hacia el duopolio perfecto. Entre ambas cadenas suman cerca del cien por ciento de la venta y lectura de diarios de información general, un escenario muy uniforme que sin embargo tiene unas pocas rarezas e irregularidades: todavía algunos periódicos regionales independientes han podido mantenerse en pie (como, por ejemplo, El Rancagüino) y existe el caso singular de Publimetro, que distribuye diariamente de manera gratuita unos 95 mil ejemplares en las entradas del metro junto a La Hora, su competencia del grupo Copesa. Entre ambos, según la empresa de marketing Valida, entregan un promedio de más de 200 mil ejemplares diarios en una proporción bastante equilibrada.
El negocio para los medios, que está en la publicidad, está mejor que nunca. Si la economía crece a una tasa promedio del seis por ciento anual, la inversión en publicidad lo ha hecho sobre el diez por ciento, sumando un total de 1.300 millones de dólares el 2011. De ese volumen, un 45 por ciento se lo lleva, como es más o menos tradicional, la televisión, un 26 por ciento las dos cadenas de la prensa escrita y un siete por ciento la radio. El resto se distribuye en varias otros tipos de medios y soportes publicitarios.
Si observamos los datos de la Asociación Chilena de Agencias de Publicidad, veremos que la entrega gratuita de diarios es un buen negocio. Según datos del 2008, gran parte de la inversión publicitaria en diarios se repartía en solo tres medios: El Mercurio, con un 45 por ciento, La Tercera, con un 20, y Publimetro, con casi un ocho por ciento, o cerca de los 30 millones de dólares.
El interés de El Mercurio por ingresar a este circuito es evidente: apropiarse de los últimos espacios rentables que quedan. En este proceso, tal como cualquier fondo de inversión, aplica un poco de reingeniería, corta por lo sano y pone en marcha la máquina. Además, no requiere invertir mucho ni en periodistas, impresión ni distribución. Sólo empujar un poco al más débil de los dos y meterse al bolsillo esos millones en publicidad. A fin de cuentas, es todo legal, es libre mercado.
El ingreso del grupo Luksic al mercado radiofónico apunta también al mismo proceso de consolidación y concentración de los mercados en manos de los más fuertes. Tal como Luksic maneja la banca, la minería o las cervezas, ahora, con el Canal 13 en el bolsillo va por las radios. Con la reciente compra de Horizonte y Oasis, que suma a Play y Sonar, se convierte en un juego de manos en el tercer consorcio radial chileno, solo tras Iberoamericana, que con once emisoras tiene el 44,6 por ciento de la sintonía según la encuesta Ipsos, y el Grupo Dial, de seis emisoras y el 13,2 por ciento de la audiencia. Con cuatro emisoras, el grupo Luksic ya tiene el diez por ciento de este mercado.
Pero vale un poco recordar las cifras del Canal 13, que desde la compra por el grupo económico ha logrado situarse en el primer lugar de la sintonía, lo que se expresa también en sus ingresos publicitarios y resultados financieros. Al primer semestre elevó un 150 por ciento sus utilidades lo mismo que sus ingresos por publicidad, los que pasaron de menos de diez mil millones de pesos el 2010 a cerca de 70 mil millones el 2011.
Que no nos extrañen estas operaciones comerciales ni estas millonarias cifras. Bajo el pensamiento neoliberal, ideología dominante para la dupla concertación-alianza, los medios de comunicación son un área más de negocio, no tan diferente a las cervezas, las farmacias, la banca, la minería o los casinos de juego. Los medios, un área también desregulada, concesionada y licitada, han sido el marketing y la publicidad de todas las otras. ¿Por cuánto tiempo más? Tal vez asistamos a su debacle.
PAUL WALDER