El Premio Nobel de la Paz 2012 fue otorgado ayer a la Unión Europea (UE) por su contribución a la paz, la reconciliación, la democracia y los derechos humanos, anunció en esta capital el Comité Nobel. En la fundamentación del premio, el comité subrayó que el bloque –integrado por 27 naciones– atraviesa actualmente graves dificultades económicas y descontento social, por lo que sus miembros quieren resaltar lo que consideran el principal logro de la UE: La lucha exitosa por la paz y reconciliación y por la democracia y los derechos humanos.
El galardón a la UE constituye un mensaje de que debemos hacer todo lo que podamos para asegurarnos de que mantenemos lo que hemos conseguido y seguimos adelante, aseguró el presidente del Comité Nobel Noruego, Thorn Jagland.
Interrogado sobre cómo sería recibido el premio en los países de la zona euro más golpeados por la crisis, como Grecia, Irlanda o España, Jagland respondió: Por lo que sé, una gran mayoría de los ciudadanos en esos países está en favor de seguir en la UE. Esto prueba cuán importante es esta unión para los europeos por el transfondo (histórico) y porque la UE es un gran proyecto de paz.
En twitter y en otras redes sociales podía leerse la molestia de griegos y españoles con este premio. En ambos países la ciudadanía está sufriendo en carne propia los recortes a la seguridad sociales y otros derechos impuestos por la Unión Europea.
Jagland y el director del Instituto Nobel, Geir Lundestad, defendían desde hace tiempo el galardón a la UE.
En la fundamentación del premio, el comité recordó que en el periodo de entreguerras otorgó varios premios a personas que buscaban la reconciliación entre Alemania y Francia, y que desde 1945 esa reconciliación es una realidad.
También recordó la entrada de Grecia, España y Portugal en los años 80, con la democracia como condición imprescindible, y luego de la caída del Muro de Berlín el ingreso de los países del centro y este de Europa.
El Premio Nobel consiste en una medalla, un diploma y un cheque de 930 mil euros.
La UE se inclina por destinar el dinero a fines humanitarios, aunque todavía no se ha tomado ninguna decisión sobre lo que hará con la recompensa. Tampoco se ha acordado quién acudirá a recoger el premio en nombre de la UE a la ceremonia de entrega que tendrá lugar en Oslo el 10 de diciembre.
La vocera de la Comisión Europea, Pia Ahrenkilde, espera una decisión pronto, aunque dijo que la cuestión debe ser debatida por las instituciones comunitarias.
La comisaria de Interior, Cecilia Malmström, propuso enviar a 27 niños en representación de los estados miembros. El presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, dijo que desea ir a Oslo para recibir el premio con otros representantes de la UE. También se especula que el presidente de la Comisión Europea, el portugués José Manuel Durao Barroso, acuda a recibir el galardón.
El presidente francés, Fran-çois Hollande, señaló que la adjudicación del Premio Nobel de la Paz es un inmenso honor que obliga a los líderes de ese continente a perseguir una Europa más unida, justa, fuerte y que proteja la paz.
La canciller federal alemana, Angela Merkel, lo consideró una decisión maravillosa que respalda su convencimiento -en el marco de la lucha contra la crisis– de que el euro es más que una moneda.
Merkel es una acérrima defensora de las medidas de austeridad impuestas sobre todo a Grecia, lo que provocó que su visita a este país el pasado martes se viera empañada por manifestaciones en su contra.
El presidente de la UE, Herman Van Rompuy, calificó la noticia como un increíble honor.
Estados Unidos, la Organización de las Naciones Unidas y Gran Bretaña también felicitaron por separado a la UE por el otorgamiento del Nobel de la Paz.
Nacida de las ruinas de la Segunda Guerra Mundial y bajo el impulso de los seis países firmantes del Tratado de Roma en 1957 (Alemania, Francia, Italia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo), la Comunidad Económica Europea (embrión de la UE), ayudó a estabilizar un continente acostumbrado a los conflictos.
Con el tiempo se expandió hasta englobar a estados situados, hace no tantos años, a ambos lados de la cortina de hierro que separaba a las democracias capitalistas del oeste del bloque comunista del este. También reunió a naciones con grandes diferencias económicas, sociales y culturales.
Pese a todas sus crisis, la UE logró convertirse en el mayor mercado común y la primera potencia económica del mundo, donde la libre circulación de bienes, personas, servicios y capitales está garantizada. De los 27 países de la UE, 17 establecieron incluso una unión monetaria, la eurozona, que hoy se halla en el epicentro de una crisis económica y financiera con repercusiones mundiales.