El último día de esta semana se cumplen 39 años desde la muerte del Premio Nóbel de Literatura y miembro del Comité Central del Partido Comunista de Chile compañero Pablo Neruda cuya voz y poesía siguen más vivos que nunca.
Lo que aun no se esclarece es la verdad acerca de su muerte. El certificado de defunción señala una causa, la prensa de la época informa de otra muy distinta. A estas alturas de la causa rol nº1038 – 2011, iniciada por el Partido Comunista y que lleva el juez Mario Carroza ya sabemos que, como denunció el testigo Manuel Araya, a Neruda se le puso una inyección en el abdomen el domingo 23 de septiembre del 73 y muere. Nunca antes se supo. Dice ahora el doctor Sergio Draper que él se la puso y era dipirona para los dolores. Una trabajadora de esos años en la clínica dice que esa inyección “era de aire” y que se la pusieron médicos que vinieron y que no eran de la clínica.
Una de las mayores dificultades es la ausencia de ficha clínica, de los antecedentes hospitalarios. La Clínica Santa María respondió al juez que no existe esa ficha dado el paso del tiempo. Extraño, raro. Esta clínica, que es la misma del caso Frei ¿extravió la ficha clínica, se destruyó, nunca la hubo? Sugestivo acontecimiento.
El juez tiene pendiente decretar o rechazar la exhumación que se ha solicitado y que debería esclarecer la naturaleza de la sustancia inyectada. Se discute esa viabilidad. El Servicio Médico Legal chileno se muestra escéptico. Prestigiosos profesionales de diversos países estiman en cambio que con la tecnología de que hoy se dispone ni el paso del tiempo ni la cercanía del cuerpo al mar serían impedimento para acercarse a la verdad.
Así opinan por ejemplo prestigiosas figuras médicas del campo internacional, como el médico canadiense Bhushan Kapur, la doctora cubana Leda Fernández Avila, o el médico mexicano Orlando Vásquez Marín. Todos coinciden en la necesidad de exhumar el cuerpo del insigne poeta para practicar las pericias correspondientes por los expertos calificados que corresponda.
La universalidad de Neruda no se opone a su firme postura de comunista ; al contrario, se explica precisamente por esa militancia. La cultura no es precisamente un bien cercano a la derecha. La razón es clara, no es una mercancía, no se compra, no la ofrecen los bancos
Pobre nuestro Chile que debe soportar gobiernos de la calaña del que tenemos. Un presidente lejano absolutamente de la cultura, disfrazado estos días de dueño de fundo junto a sus funcionarios, lejos, muy lejos, del huaso o del campesino real. Dados ahora a la décima popular, tratando de hacerse los simpáticos. Triste espectáculo el de la inauguración de las fondas por personajes que carecen del sentido del ridículo.
No nos extrañe tampoco si estos días algún otro facho se atreva a decir una canallada contra Pablo Neruda como hace días un esperpento de a UDI dijo una contra el Presidente Salvador Allende sin que se le tapara la boca. Seres minúsculos, infinitamente lejos de la altura de Allende y Neruda, no impedirán que el pueblo se libere y que Chile vuelva como el 70 a cantar por las calles y a vivir la poesía hermosa del cambio social. Entonces sí celebraremos verdaderas Fiestas Patrias. La propia doctora Fernández recuerda que ya dijo Neruda que podrán cortar las flores pero no detener la primavera.