Miles de manifestantes asedian la embajada de Japón en Pekín defendiendo la soberanía china del archipiélago de las islas Senkaku (Diaoyu en chino), motivo de gran tensión entre las dos potencias asiáticas en las últimas semanas.
La policía cercó con barricadas la sede diplomática, donde brigadas antidisturbios han impedido el asalto contra el edificio. Se informa que las protestas antijaponesas se extendieron al menos a otras doce ciudades de China, en algunas de las cuales se registran enfrentamientos. La protesta china recobró fuerza renovada después de que el Gobierno de Japón anunciara la compra de tres de las cinco islas en disputa, que se encontraban en manos privadas niponas, en una transacción ya concluida y valorada en unos 20,5 millones de euros. Este viernes el Gobierno chino envió dos patrulleros a las aguas que bañan el archipiélago.
El lunes, el primer ministro chino, Wen Jiabao, dijo que Pekín no hará “absolutamente ninguna concesión” respecto al archipiélago, enfatizando que “las Diayou son parte inalienable del territorio chino”. Aunque Japón dice que tomó el control del archipiélago -que podría contar con grandes recursos marinos y energéticos- en la década de 1890, China alega por su parte que descubrió y bautizó antes las islas, que han sido administradas por la defensa costera nacional desde los tiempos de la dinastía Ming (1368-1644).