Mientras la convención republicana pasará a la historia como el extraño momento del senil y balbuceante actor Clint Eastwood y las mentiras al estilo Bush de candidato a la vicepresidencia Ryan, la convención demócrata será recordada como el retorno de un presidente para salvar a otro presidente.
En todo caso, ninguno de los dos millonarios show políticos orquestados de antemano pudieron revertir la opinión pública – que según las encuestas – le dan la delantera al Presidente Obama.
Mas aún, durante el transcurso de esta semana, los resultados de las encuestas le han dado una feroz paliza al candidato derechista Willard Milton “Mitt” Romney. Según la encuesta de Fox, Obama le gana a Romney por un 48% a 43% y CBS por un 49% a 46%.
La paliza a Romney fue mas dura en los Estados llamados indecisos ocampos de batalla. La encuesta de NBC/ Wall Street Journal revela que en Ohio, Obama le gana por un 50% contra un 43%, en Florida en un 49% contra un 44% y en Virginia en un 49% contra un 44%.
Mientras el numero de electores independientes crece – hastiados de los dos partidos dominantes y del status quo político – los indecisos, los favoritos históricos de los medios de comunicación, son cada día menos. Esto es importante de destacar si se considera que ambos partidos llevan adelante sus campañas de una forma aun muy tradicional.
El regreso de Clinton
El apasionado discurso del Presidente Clinton en la convención demócrata no solo lo transformó en el político mas popular del momento sino que le dio el oxígeno político que Obama necesitaba para poder seguir respirando la presidencia.
Solo los valores demócratas podrán restituir a la clase media, dijo Clinton, mientras de una forma elocuente y fundada refutó punto por punto los argumentos republicanos enarbolados en la convención. Clinton se lamentó de la nula cooperación entre los dos partidos y caracterizó a Obama como el presidente que quiere restituir el espíritu del bipartidismo.
“Obama comenzó su gobierno con una economía mucho mas débil que la que yo encontré …. ningún presidente, incluido yo, o cualquiera de mis predecesores podrían haber reparado los daños que el encontró en cuatro años,” dijo Clinton.
Lo cierto es que el explicador como ya se le comienza a llamar, realizó un trabajo formidable en explicar el trabajo de Obama en estos cuatro años, con mucha mas elocuencia que el propio Presidente.
Romney le arruinó la fiesta a Romney
De nada le sirvieron a Romney los globos, la parafernalia y la fanfarria de la convención republicana. Por sus torpezas políticas, el mismo se encargó de arruinar las pocas esperanzas que podrían haber surgido de su convención.
La semana se vio plagada por tropezones políticos y errores básicos de principiante en la política. Sus primeras declaraciones frente a la muerte de los cuatro diplomáticos en Libia se fueron en contra de Obama incluso antes de repudiar el atentado mismo. Sus confusa posición sobre Iran, que es la misma de Obama pero “es distinta a la de Obama”.
Infructuoso esfuerzo de Romney por salir adelante. Por lo general, en casos de conflictos extranjeros la opinión pública apoya el presidente de turno. Además la políticas exterior no define las elecciones, el carácter y la astucia de los candidatos es la que define al futuro presidente.