Más de cien personas, entre médicos, enfermeras, kinesiólogos y estudiantes de dichas carreras, asistieron al curso Unidad Coronaria: Avances, que se llevó a cabo los días 4 y 5 de junio en dependencias del Hospital Militar, según informa el sitio web de la Sociedad Chilena de Cardiología (Sochicar).
Como en todos estos eventos, los asistentes posaron para las cámaras: fotos de recuerdo para Facebook, para el álbum familiar, para la revista o la web de la sociedad. Ello es así en muchos cursos, congresos y seminarios. En el fondo, están los estandartes de la industria farmacéutica nacional y transnacional: pendones, gigantografías, afiches. Entre las sonrisas de los profesionales fotografiados sobresalen los nombres de laboratorios como Pfizer, o MSD (Merck Sharp and Dohme ó MSD Sharp & Dohme). También los nombres de sus marcas, y en particular una: Vytorin. Producto estrella de MSD.
La Sociedad Chilena de Reumatología promueve en su sitio web los premios Panlar-Abbot en reumatología, investigación clínica o en ciencias básicas. Panlar corresponde a las siglas de la Liga Panamericana de Asociaciones de Reumatología. El otro término, se refiere a Abbott Laboratories, transnacional que con sede en Chicago se autodefine como empresa líder en el mundo de los productos farmacéuticos, médicos y nutricionales, en áreas como la cardiovascular, neurociencia, inmunología, metabolismo, oncología, virología, nefrología y otras.
La Sociedad Chilena de Trasplantes menciona como colaboradores de su sitio web a las transnacionales Roche, Pfizer, Novartis. Roche Internacional se autoproclama “líder mundial en el diagnóstico in-vitro y medicamentos para cáncer y trasplantes”, y participa en importantes áreas terapéuticas en las que hay gran necesidad clínica, como enfermedades autoinmunes, enfermedades inflamatorias, virología, trastornos metabólicos y enfermedades del sistema nervioso central. Por su parte, Pfizer Inc. se dedica a la investigación biomédica y tiene compañías subsidiarias en 18 países. Novartis, es una compañía farmacéutica que opera en el mundo a través de sus divisiones farmacéutica -Alcon, Sandoz, Consumer Health- y vacunas y diagnósticos.
La Sociedad Chilena de Nefrología invita a todos sus socios a postular a la Beca Nipro de Perfeccionamiento en Hemodiálisis, para médicos especialistas en nefrología. La beca la regala Nipro Medical Corporation (una subsidiaria de propiedad total de Nipro Corporation, de Osaka, Japón). Se trata de una transnacional que produce y comercializa productos de hospital (jeringas desechables, jeringas de insulina), productos para diálisis (tubos de sangre, fístulas) y productos de intervención, como la nueva guía AQUALiner.
La Sociedad Chilena de Hematología tiene como auspiciadores de su sitio web a BD, Novartis, Roche y Tecnofarma. La sigla BD corresponde a Becton, Dickinson and Company, una compañía global médica tecnológica que desarrolla, fabrica y vende instrumentos médicos, sistemas para instrumentos y reactivos. Se declara enfocada en la mejora de la administración de fármacos, la mejora de la calidad y velocidad de diagnóstico de enfermedades infecciosas y el cáncer, y dispuesta a avanzar en la investigación, descubrimiento y producción de nuevos medicamentos y vacunas. Sus tres segmentos son BD Medical, BD Diagnostics y BD Biosciences.
Suma y sigue: la Sociedad Chilena de Alergia e Inmunología está promoviendo un evento para agosto también con auspicios de Merck Serono (Merck KGaA), Labomed y otros. La Sociedad Chilena de Endocrinología y Diabetes tiene el apoyo de Merck Serono (Merck KGaA) y Bagó. La Novena Jornada de la Asociación Chilena de Nutrición Clínica, Obesidad y Metabolismo, igualmente se apoya en Merck Serono. Esta transnacional pretende hacer una diferencia real para las personas que viven con enfermedades como el cáncer, la esclerosis múltiple, infertilidad, trastornos endocrinos y cardiometabólicos. Produce marcas como Erbitux, Rebif, Gonal-f , Saizen, Concor, Glucophage y Euthyrox.
Por otro lado, Bagó mantiene un co-marketing con los laboratorios Bayer y Boehringer-Ingelheim, externaliza los servicios de almacenamiento, distribución y cobranzas en manos de Novofarma, la que pertenece a los Laboratorios Bagó, Boehringer-Ingelheim y Gruenenthal. Actualmente cuenta con 82 productos y con 175 presentaciones farmacéuticas. Sus productos mas destacados son Migranol, Nastizol y el antigripal Nastigrip. También otros para uso dermatológico, pediátrico, neurosiquiátrico, traumatológico y endocrinológico.
Del total de 21 sociedades médicas que agrupan a las especialidades en Chile, en los sitios web de diez existe publicidad, sea como auspicio al sitio o a eventos, financiamiento de becas o asistencias a congresos y seminarios nacionales e internacionales. Once pueden ser calificadas de “limpias” de publicidad.
El sitio web de la Sociedad Chilena de Cardiología (Sochicar), así como sus eventos, cuentan con el auspicio de MSD (Merck Sharp and Dohme ó MSD Sharp & Dohme) filial con la que opera en el exterior de Estados Unidos la empresa Merck & Co., Inc., Whitehouse Station, New Jersey, EE.UU. Esta transnacional, separada absolutamente desde comienzos del siglo XX de la Merck alemana y hoy fusionada con Schering-Plough, es la segunda empresa farmacéutica más grande del mundo. También dice ser líder mundial en productos sanitarios de consumo y productos de salud animal. Se atribuye desde “el descubrimiento de la vitamina B1 hasta la primera vacuna contra el sarampión, medicamentos para el resfriado y antiácidos, o la primera estatina para tratar el colesterol elevado”. MSD produce fármacos como el mencionado Vytorin, un medicamento que, en palabras simples, aumenta el colesterol bueno (HDL) y disminuye el malo (LDL). Tras las sonrisas fotografiadas aparece además la marca Olmetec Plus, también producida o importada por MSD Chile. Se trata de un fármaco anti-hipertensivo.
MSD tiene un portal, Univadis, con 600 mil afiliados en todo el mundo, que ofrece recursos gratuitos, desde galerías de imágenes y videos por especialidad, y atlas anatómicos en 2 y 3 dimensiones para la actualización de los profesionales de la salud. En su publicidad sostiene que “todos los servicios de Univadis están concebidos para apoyar al médico en su práctica profesional, ya sea en su día a día en el hospital, o como apoyo en sus presentaciones, ponencias o docencia…”. A cambio de participar en este portal, los profesionales afiliados (que deben ser médicos, enfermeras o químico-farmacéuticos, todos acreditados por sus respectivos colegios profesionales) deben aceptar “recibir…información comercial de productos, iniciativas relativas a patología, así como información corporativa de MSD”.
El año 2009 la industria farmacéutica financió en Chile 160 proyectos de investigación, mayoritariamente estudios clínicos multicéntricos aportando una cantidad de recursos similar a la aportada por el Estado y las universidades en conjunto. La mayoría de las publicaciones se generaron en Facultades de Medicina.(1)
Si estas transnacionales farmacológicas financian a los médicos y a sus sociedades científicas, a universidades, sitios web, cursos, becas, investigaciones, asistencia a seminarios y congresos nacionales e internacionales, y los proveen de muestras gratis, atlas y recursos para el aprendizaje, agendas, libretas, blocs, lapiceros, etc., que en eso consisten los “incentivos”, no lo hacen por generosidad, sino esperando que se receten sus medicamentos y se compren sus productos. Se trata de estrategias de mercadeo. Surge entonces en la conciencia de los médicos un conflicto de interés entre poner en riesgo aquellos beneficios y el deber inherente a sus funciones, que es el interés del paciente; es decir, recetarle el fármaco más adecuado según criterios de eficacia y precio. Y puede ocurrir que no siempre coincida con el del laboratorio o distribuidor benefactor.
ENTRE EL SOBORNO Y LA NUEVA LEY
El artículo 21 de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, promulgada por la presidenta Michelle Bachelet el 23 de noviembre de 2006, tipifica el delito de soborno en el sector privado del siguiente modo:
“a) La promesa, el ofrecimiento o la concesión, en forma directa o indirecta, a una persona que dirija una entidad del sector privado o cumpla cualquier función en ella, de un beneficio indebido que redunde en su propio provecho o en el de otra persona, con el fin de que, faltando al deber inherente a sus funciones, actúe o se abstenga de actuar;
b) La solicitud o aceptación, en forma directa o indirecta, por una persona que dirija una entidad del sector privado o cumpla cualquier función en ella, de un beneficio indebido que redunde en su propio provecho o en el de otra persona, con el fin de que, faltando al deber inherente a sus funciones, actúe o se abstenga de actuar”.
En estricto sentido, no hay una exigencia explícita al facultativo por parte de un productor o distribuidor de faltar al deber inherente a sus funciones. Sin embargo, a la hora de recetar, la disyuntiva existe. Es por ello que el proyecto de ley que modifica el Código Sanitario en el sentido que regula los incentivos comerciales a la venta de medicamentos que se expenden bajo receta médica -que cumplió su primer trámite constitucional en el Senado y que se encuentra en la Cámara de Diputados-, establece en su artículo Nº 100: “…Queda prohibida la donación de productos farmacéuticos realizada con fines publicitarios y los incentivos económicos de cualquier índole que induzcan a los profesionales habilitados para prescribir y dispensar medicamentos o a los dependientes de los establecimientos de expendio y a cualquier otra persona que intervenga en la venta o administración de medicamentos, a privilegiar el uso de determinado producto”. Y el artículo precisa: “Se entenderá por incentivo cualquier pago, regalo, servicio o beneficio económico entregado o realizado a las personas señaladas en el inciso anterior, por parte de laboratorios farmacéuticos, droguerías, importadores o distribuidores de medicamentos, establecimientos farmacéuticos en general o por quienes los representen…”.
De modo complementario, el artículo 101 obliga a los médicos a prescribir el genérico, o “denominación común internacional”, pudiendo agregar el nombre de fantasía o marca “…pudiendo quien requiere su dispensación optar por cualquiera que contenga el principio activo, dosis y forma farmacéutica recetada. Con todo, tratándose de productos que deban demostrar su equivalencia terapéutica por resolución ministerial, la persona deberá optar por el producto prescrito o por aquéllos que hayan satisfecho dicho requisito”.
El Colegio Médico se pronunció el pasado 17 de julio contra esta disposición: “No se puede exigir a un médico que recete un fármaco genérico cuando éste no tiene ninguna certificación que respalde su calidad, o cuando el profesional sabe que no tiene el mismo efecto que el medicamento original”. Lo que el Colegio Médico sí aprueba es un proyecto sobre receta médica, que fue también presentado en el Congreso a propuesta de la Orden: “El profesional que extiende la receta podrá indicar como alternativa al producto recetado la denominación química o genérica, cuando esta última sea terapéuticamente equivalente al medicamento que prescribe, según la legislación vigente”.
La diferencia entre un medicamento genérico y un bioequivalente es que el genérico tiene el mismo principio activo, forma farmacéutica y composición que el original de marca, pero no cuenta con la certificación de bioequivalencia del Instituto de Salud Pública.
CASO MSD “VYTORIN”
Pero no todo termina con un eventual soborno. Resulta que a veces tras los medicamentos que se promueven en pendones como fármacos innovadores, caso del mencionado Vytorin de la transnacional MSD, hay afán de lucro que conspira contra su calidad. El Vytorin nació para continuar lucrando con los derechos sobre una marca original y salió al mercado antes de que se pudiera verificar que sus efectos eran los esperados. En efecto, el 25 de enero de 2008 la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos emitió una alerta temprana tras conocer los resultados iniciales de una investigación de dos años de duración con una muestra aleatoria de 725 pacientes, sobre los principios activo ezetimiba/ simvastatina (comercializado como Vytorin), ezetimiba (comercializado como Zetia), y simvastatina (comercializado como Zocor).
El estudio, bautizado con las siglas Enhance, indicó que no hubo diferencia significativa entre Vytorin y simvastatina en pacientes tratados por el grosor de la carótida (arteria del cuello) a pesar de una mayor disminución del colesterol LDL (colesterol malo) con Vytorin en comparación con simvastatina. Los efectos esperados del Vytorin de prevenir ataques cardíacos y accidentes cardiovasculares no estaban verificados experimentalmente: “No hay estudios clínicos disponibles que demuestren una reducción en el riesgo de ataque cardíaco o un derrame cerebral cuando se utiliza ezetimiba solo o en combinación con una estatina, incluyendo la combinación de ezetimiba y simvastatina, Vytorin”, sostuvo el informe de la FDA. Y agregó: “No había suficientes pacientes en este estudio para probar de forma fiable si el tratamiento con ezetimiba/simvastatina en comparación con simvastatina en monoterapia reduce el riesgo de eventos cardiovasculares”.
El estudio Enhance finalizó y la FDA confirmó, en 2009, lo que ya había alertado. El Vytorin disminuía de manera estadísticamente significativa el colesterol malo (LDL) pero no así el espesor de la carótida indicador de riesgo de enfermedad cardiovascular. Agregó que estaba en curso otro estudio en 18.000 pacientes, conocido por las siglas Improve-it, programado para ser completado en 2012. La FDA recomendó que “en espera de los resultados de Improve-it, los pacientes no deben dejar de tomar Vytorin u otros medicamentos para bajar el colesterol y deben consultar a su médico si tienen alguna pregunta”. Algo así como “mal no les va a hacer, peor es nada”. Aumenta el colesterol bueno, reduce el malo, pero la carótida sigue igual de gruesa, la arterioesclerosis no mejora.
El Vytorin está inscrito en Chile en el registro del Instituto de Salud Pública ISP. Aparece como “importado terminado con reacondicionamiento local”.
“INCENTIVO”, 80% DEL SUELDO
Hasta la Comisión de Salud del Senado llegó el presidente de la Federación Nacional de Trabajadores de Farmacias de Chile, Mauricio Acevedo, quien, según el segundo informe de la Comisión comenzó su exposición dando a conocer los aspectos del proyecto de ley que tienen mayor preponderancia para su gremio. Dijo que el tema de los incentivos no tiene una connotación negativa para los afiliados a su organización, puesto que representan gran parte de la remuneración mensual que perciben legítimamente. A modo de ejemplo informó que en algunas cadenas de farmacias alrededor del 80% de la remuneración mensual de un trabajador corresponde a comisiones por venta de determinados fármacos y que, en general, el sueldo base de un auxiliar de farmacia es de alrededor de 20.000 pesos (sic).
“No obstante lo expuesto -dice el informe de la Comisión-, reconoció que el sistema de incentivos puede, en ciertos casos, generar malas prácticas, al igual como sucede en clínicas o centros médicos, en que constantemente se sustituyen medicamentos por otros de mayor valor. Por lo anterior, se mostró abierto a estudiar un cambio respecto de esta situación, siempre que ello no perjudique a los trabajadores. Para lograr tal propósito, la iniciativa legal debiese proponer una nueva forma de remuneración de los trabajadores farmacéuticos. En este sentido, indicó que sería conveniente que este punto fuera analizado por la Comisión de Trabajo, a fin de resguardar que los beneficios que se busca asegurar a los consumidores no afecten los derechos laborales de los dependientes de farmacia”.
Por su parte, la directora de la Asociación de Trabajadores de Farmacias, Georgina Carrasco, informó que la práctica de otorgar incentivos a los dependientes de farmacias por la venta de ciertos productos es muy antigua, y en lenguaje coloquial se denomina “canela”.
El presidente de la Federación de Trabajadores de Farmacias agregó que una medida que en general será beneficiosa para el país significará un desmedro en la situación remuneracional de sus representados, y solicitó se proteja el promedio de las remuneraciones variables devengadas el año anterior al que se aplique la ley.
El gerente de Asuntos Corporativos de Farmacias Cruz Verde S.A., abogado Luis Fernando Laso, explicó a la Comisión que las empresas de farmacias han garantizado a sus trabajadores el pago del sueldo mínimo establecido por ley, independientemente de las comisiones que puedan obtener durante el mes. Agregó que, no obstante que dicha forma de pago de las remuneraciones ha sido aprobada por la Dirección del Trabajo, podrían buscarse nuevas fórmulas remuneratorias. Recalcó que la empresa que representa, si bien comparte la necesidad de regular el sector farmacéutico, estima que en dicha reglamentación debe incluirse a todos los actores del sistema, como los médicos, los laboratorios y las empresas distribuidores de fármacos. Por lo anterior, mencionó que, a su juicio, el proyecto de ley en discusión no aborda la totalidad del tema, ya que, por ejemplo, respecto de los incentivos no sólo debe revisarse la situación de los dependientes de farmacias, sino también la de aquellos que se relacionan con los laboratorios y la de los médicos.
JUAN JORGE FAUNDES M.
(1) Doctores Gloria Valdés S., Rodolfo Armas M. y Humberto Reyes B. Revista Médica de Chile, marzo 2012, “El estado actual de la investigación biomédica en Chile”.
Publicado en “Punto Final”, edición Nº 763, 3 de agosto, 2012