Lincoyan Berríos, Horacio Cepeda y Fernando Ortiz, integrantes de la Dirección del Partido Comunista, fueron mantenidos en calidad de desaparecidos hasta 2001, fecha en que se lograron ubicar sus restos en la mina Los Bronces de Cuesta Barriga. Su plena identificación se verificó sólo hace un par de semanas y la entrega de las osamentas a sus familiares se realizó este viernes.
Concluye así la larga espera de las familias que buscaron por 36 años a sus seres queridos y que hoy podrán darles sepultura. “Es un momento significativo, sostienen en su declaración pública, queremos compartirlo con quienes los conocieron en sus distintas etapas de la vida, quienes les abrieron las puertas en la clandestinidad, sus compañeros de Partido y todos los amigos y amigas que nos han acompañado en estos años en la búsqueda de la verdad y la exigencia de justicia”.
Inmediatamente después de la detención de Berríos, Cepeda y Ortiz, sus familiares recorrieron las postas, hospitales, cementerios y morgues sin obtener resultados. Todos los recursos de amparo fueron rechazados por el poder judicial. En febrero de 1977, producto de estas gestiones, se consiguió que la Corte Suprema nombrara a Aldo Guastavino como ministro en visita, quien después de una investigación express, cerró el sumario acogiendo como verdadero el informe de organismos oficiales de la época, donde se establecía que los dirigentes comunistas habían salido del país hacia Argentina por el Paso Los Libertadores.
Es el Ministro Carlos Cerda, quien logra establecer la falsedad de los documentos sobre traslado a Argentina, en su reemplazo, después de su sanción, es designado el juez Manuel Silva Ibáñez quien aplicó la amnistía y sobreseyó definitivamente la causa.
En el contexto de la Mesa de Diálogo en el año 2000, las Fuerzas Armadas entregan nuevos antecedentes sobre el paradero de 6 desaparecidos: Lincoyán Berríos, Horacio Cepeda, Fernando Navarro, Fernando Ortiz, Héctor Véliz y Luis Lazo Santander, así se pudo conocer que todos ellos habían sido arrojados a un foso de la Mina Los Bronces en la Cuesta Barriga.
Después de 2 meses de búsqueda sólo se encontraron 200 pequeñas osamentas, eran los rastros que quedaron de la llamada “operación traslado de televisores”, realizada en 1979 por la CNI con la finalidad de eliminar cualquier huella de estos asesinatos.
En 2007, la causa es asumida por el Ministro Víctor Montiglio, quien tenía a su cargo el caso “Calle Conferencia”, esta investigación logró que se descubriera el paso de Berríos, Cepeda y Ortiz y varios detenidos de Diciembre de 1976 por el Cuartel “Simón Bolívar”.
Dicho cuartel, fue un lugar de exterminio porque ninguno de los detenidos que pasaron por ese recinto salió con vida. Los métodos allí utilizados fueron ampliamente descritos en la investigación periodística de Javier Rebolledo en el libro “La Danza de los Cuervos”, cuya principal fuente de información fue Jorgelino Vergara, agente civil de la DINA.
Allí se describe el asesinato de Horacio Cepeda producto de un shock debido a las descargas eléctricas recibidas durante las sesiones de tortura, también la forma en que golpearon a Fernando Ortiz astillando sus huesos.
En la actualidad la causa permanece abierta en estado de sumario, los agentes de la Brigada Lautaro de la DINA que operaron el el Cuartel Simón Bolivar están en libertad . Los familiares esperan que el Ministro Miguel Vásquez,a cargo ahora de la causa, haga justicia, condenando a los asesinos y torturadores, responsables directos e intelectuales, con penas que sean acorde a los horrendos crímenes cometidos por ellos.