El informe que la comisión investigadora elaboró obtuvo 46 votos a favor y 45 en contra en la sala, pero la abstención del RN Gaspar Rivas determinó su rechazo. Según el documento, siete instituciones de educación superior obtienen ganancias mediante sociedades espejo y otros mecanismos.
La Cámara de Diputados rechazó este jueves el informe de la comisión investigadora sobre lucro en la educación superior.
Luego de una tensa discusión, 46 parlamentarios votaron a favor del informe, 45 en contra y uno se abstuvo. La abstención se suma a los sufragios de rechazo, por lo que el documento no logró mayoría.
Se sabía de antemano que la votación iba a ser muy estrecha, ya que las bancadas oficialistas habían anunciado su voto en contra, mientras que los parlamentarios de oposición comprometieron su apoyo al documento.
Los argumentos entregados por los diversos diputados en cerca de tres horas de debate reafirmaron esas posiciones. La Concertación, junto al PC y el MAIZ, expresaron su apoyo al informe y la conclusión de que siete instituciones de educación superior lucran mediante la compra y venta de planteles universitarios y sociedades “espejo”.
En esta línea, el diputado socialista Marcelo Díaz aseguró en su intervención que no aprobar el informe era negar una verdad ineludible: “Lo vamos a aprobar porque este informe dice una verdad del porte de una catedral: hay lucro en la educación superior privada, contrariando la norma legal que así lo impide. Esa es la verdad que este informe de más de 500 páginas recoge, pero que para nadie es sorpresa. Es una verdad tan incontestable que hay ministros que han reconocido que cuando fueron parte de universidades privadas habían recuperado su inversión. Si no hay lucro en las universidades privadas, de qué inversión estamos hablando”, señaló.
Por su parte, Guillermo Teillier (PC) afirmó que el informe no intenta ser un acto judicial, como esgrimieron parlamentarios oficialistas, sino que se trata de un juicio político y ciudadano: “La comisión ha constatado que el lucro existe en la educación superior y ha comprobado que es una práctica que afecta el sentido real de la educación y el buen desarrollo académica de ésta”, indicó.
Además, agregó que la falta de fiscalización es uno de los elementos que fomenta las irregularidades en el sistema.
Carolina Goic, jefa de la bancada DC, comprometió el apoyo de su partido al informe y criticó al ministro de Educación, Harald Beyer, por ausentarse a la sesión y desestimar el informe de la comisión: “Qué bueno hubiera sido que estuviera sentado con nosotros en esta sala, discutiendo y con la posibilidad de plantear su postura abiertamente como se hace en democracia. No solo no se fiscaliza el cumplimiento de la ley, como es obligación de un ministro de Estado. Cuando otro poder del Estado sí lo hace, prefiere descalificar, intentando negar una realidad que los ciudadanos denuncian en todo el país”, cuestionó.
En la contraparte, el diputado Alberto Cardemil justificó el rechazo de la bancada de RN al informe argumentando que éste “vulnera la presunción de inocencia” y carece de antecedentes de las denuncias.
El legislador agregó que el documento es contradictorio y falto de objetividad: “El informe adolece además de un evidente sesgo ideológico en el cumplimiento del mandato. Hay un doble estándar para evaluar a universidades públicas y privadas que es evidente”, aseguró.
Finalmente, la presidenta de la comisión investigadora, Alejandra Sepúlveda, refutó los argumentos entregados por parlamentarios de la Alianza y aseguró que el informe no es sesgado, ya que incluye a universidades tanto estatales como privadas, y que se invitó a los personeros de los planteles que lucran, pero que éstos se negaron a asistir.