Cuando llegó Colón sabemos que tenía una idea equivocada. El pensó que estaba en las Indias y los vientos lo trajeron a un lugar que se parecía a lo que le habían contado, eso de boca en oreja. Así fue construyendo, con su muy precario conocimiento, las maletas para su viaje y así llegó.
Es de público conocimiento que Cristóbal Colón pidió dinero prestado, que llegó con papeles para convencer de que su idea era válida, que de aquel viaje no solamente se obtendrían recursos, sino que también se ganaban almas para llegar al cielo. Cuentan algunos historiadores que la reina Isabel abrió la ventanas del palacio y se puso a gritar que todos sus sueños eran reales y que estaba frente a al hombre.
También se sabe que la empresa de Colón estaba integrada por un ejército de ladrones, estafadores, algunos criminales que fueron sacados de las cárceles para subirlos a los barcos del descubrimiento. De puño y letra firmó Colón también que de aquella empresa, él obtendría algún dinerillo.
Sigamos…
Un poco antes de la llegada de Pedro de Valdivia a lo que en esos tiempos no se conocía con el nombre de Chile, el conquistador don Pedro había tomado partido por uno de los bandos en disputa de la confrontación sucedida por el control del poder y de las riquezas en el Virreynato peruano. Sabemos también que Atahualpa fue asesinado cuando se le había prometido respetarle la vida, que llegó incluso según se cuenta a aceptar la idea de Dios, el cielo, el paraíso, la triste historia de Adán y Eva y el genocidio de Sodoma y Gomorra.
Muy justo es decir que los desarrapados españoles que llegaron a la contaminada ciudad de Santiago tampoco eran los mejores granos del choclo, si decimos que eran mala gente, sus herederos y descendientes no se sentirán en absoluto agredidos y ofendidos. Es muy entendible a la altura de los tiempos actuales entender a esa tropa de ignorantes y pelafustanes querer tener algo. Don Pedro se lo prometió: cuando lleguemos a las nuevas tierras tendrán sus beneficios, elevarán su condición social, es decir pasarán de granujas a señores… todos llegaron con sus pasaportes sin la letra L.
Sigamos….
Dieciocho años de oscurantismo en la historia de la humanidad es la nada misma, pero el mismo tiempo en una generación es extremadamente largo si a ello se le adjunta las condiciones de vida de esos tiempos, una dictadura, la DINA, los políticos/militares/empresarios, todo eso fue bajo la dictadura militar. Conocemos el listado de agredidos por los militares, pero nunca podremos cuantificar todos los dolores de aquellos tiempos.
Para los concertacionistas Chile allá por los inicios de los años noventa fue un descubrimiento, estaban todas las condiciones para llegar e instalarse. Habían pasado muchos años y millones de chilenos soportando estoicamente la dictadura, todos esos tiempos malos y de pobreza. Todos los concertacionistas estaban de acuerdo. Todos se embarcaron en la empresa del descubrimiento, había un país que tenía de todo desde tiempos muy antiguos, recursos naturales, mano de obra barata, pero especialmente habia en el imaginario popular la creencia de que ellos eran los designados, los ángeles caídos del cielo, los que llegaban para repartir panes y peces, así lo habían proclamado todos los partidos de la Concertación antes de llegar a La Moneda. No se puede olvidar la franja del NO.
Se constata que la llegada de los concertacionistas podría perfectamente considerarse un acto de crueldad extrema. Nada más deleznable que el aprovechamiento del sufrimiento para instalarse en la repartición de las cuotas de poder y el usufructo de la esperanza de tan mala manera. Chile ha sido eternamente un país con evidentes desequilibrios en los beneficios, pero nunca se había hecho tan evidente y profundamente desequilibrados como en los tiempos en que gobernó la Concertación.
Hacia una segunda independencia…
Chile es la mejor muestra en la actualidad que el modelo no sirve, dejó de funcionar para las grandes mayorías. El sistema es válido y rentable para el sector más ínfimo de la sociedad, para cinco grupos económicos. El actual modelo de acumulación de benéficos no puede ser seguir siendo sustentado por millones que de personas con salarios que no responden a las mínimas condiciones de vida.
Las manifestaciones, el sentir popular, están caminando a pasos muy diferentes de la actual clase política. Chile pide cambios estructurales sencillamente porque la continuación de los actuales nos llevarán a un enorme abismo social, que sencillamente los ciudadanos estarán compelidos a tratar de hacer girar las ruedas de la historia por los caminos más justos y equitativos, con más fuerza.
La actual oposición a los administradores del sistema en La Moneda, están muy alejados de la realidad, no han logrado entender que un país se construye con pilares más equitativos, más a escala humana y distanciados del lucro. Chile no puede seguir siendo sustentado por unos cuantos.
Se constata que los dos últimos decenios las agresiones en contra de millones de personas son inaceptables, el lucro, los coludidos en el pollo, las farmacias, el poder absoluto que tienen los que afirman ser los dueños de Chile, la corrupta clase política, los que guardaron silencio en sus tiempos y hablan después, sencillamente así, por este camino no se llega a ningún lado
Y ahora….
Estamos enfrentados a momento bastante delicados. Hay una generación nueva que puja y que avanza a pasos mayores, se vuelca para empezar a sentar las bases de un país diferente. Entre los miles y miles que andan hoy por las calles pidiendo los justo, encontramos entre ellos a los que en algún momento será el presidente, los diputados y senadores, los que sostienen que es posible el cambio y tomarse el cielo por asalto…
Entonces, estamos frente a la hora de sostener una Segunda Independencia.
CHILE necesita en estos tiempos de un programa, de una alternativa creíble que levante las esperanzas de tantos. Necesitamos una voz que hable por todos los tantos y tantos millones por siglos postergados, Necesitamos volver al rescate de los orígenes de la patria…. construir un país justo y de todos.
CHILE es un país popular, todos somos populares, todos lo queremos mejor y mejor repartido, ese es el asunto, por esos lados van los grandes caminos.
Llegó la hora de un programa y de su candidato….AHORA