Enrique Ramírez Capello lidera la votación entre los profesionales de la prensa que otorgarán este año el “Premio Bicentenario de Periodismo Camilo Henríquez”, reconocimiento del Colegio de Periodistas de Chile a la trayectoria profesional de sus colegiados con 25 o más años vinculados a la orden.
La votación culmina el próximo domingo 1 de julio en la dirección electrónica premio.periodismo2012@gmail.com y postulan también a esta distinción otros tres destacados periodistas.
Enrique Ramírez Capello, presidente de los periodistas entre el 2002 y el 2004, editor de las Ultimas Noticias por 33 años y con una dilatada trayectoria en medios escritos del país, se desempeñó como docente en diversas universidades hasta el 21 de febrero de 2011, cuando un procedimiento médico de rutina, realizado en el Hospital Clínico de la Universidad Católica, derivó en el infarto medular que lo dejó tetrapléjico.
Esa infortunada intervención médica ha generado, además de la parálisis que inmoviliza su cuerpo del cuello hacia abajo, un continuo y creciente deterioro de su sistema inmunológico, a raíz del cual fue necesario volver a hospitalizarlo, bajo riesgo vital, hace dos meses.
DEMANDA INDEMNIZATORIA
Enrique Ramírez Capello, representado por el abogado Alejandro Walker, interpuso una demanda indemnizatoria contra el Hospital Clínico de la Universidad Católica, a cuyos profesionales atribuye su actual estado de postración y extrema vulnerabilidad.
Buscando alivio a un dolor cervical, llegó en febrero del 2011 a la Católica para practicarse una infiltración en la columna vertebral; procedimiento que realizó el doctor Alvaro Burdiles. En el contexto de esa atención se produjo el infarto medular a partir del cual hace un año y cuatro meses permanece en centros de rehabilitación y casas de reposo, incapacitado laboralmente y separado de su familia y afectos.
ARGUMENTOS LEGALES
En su defensa, el Hospital Clínico de la Universidad Católica argumenta que los daños causados al paciente son sólo “consecuencia de la materialización de los riesgos propios e inherentes al procedimiento médico realizado”, pues la atención brindada estuvo libre de errores imputables a los profesionales que atendieron el caso.
Al respecto, el abogado defensor de Ramírez Capello señala:
-“Es altamente improbable que una infiltración -procedimiento ambulatorio de rutina y normalmente sin mayores complejidades- derive en circunstancias como las que hoy lamentamos, pues convirtieron a un destacado profesional en pleno ejercicio en un inválido. Según la Universidad Católica, los riesgos eran plenamente conocidos por mi defendido. No fue así, por cuanto nada de eso consta en el consentimiento informado que él firmó previo a esta intervención. La pregunta es: cómo un procedimiento libre de defectos técnicos podría explicar tan grave desenlace como lo es un infarto medular que derivó en tetraplejia”.
DRAMA SIN FIN
La arquitecta Soledad Ramírez, hija del periodista acota: “Las secuelas del procedimiento ejecutado en la UC no sólo dejaron lisiado a mi padre. Hoy convalece tras 49 días conectado a respirador artificial en la UCI por insuficiencia respiratoria, producto de su dañada musculatura pulmonar. El diagnóstico médico estableció un 70 por ciento de riesgo de morir al determinar su internación”.
“Espero –concluye Soledad- que la resolución judicial que zanjará el caso no sólo beneficie a mi padre, sino que siente un precedente sobre los derechos de los pacientes y las responsabilidades de los establecimientos de salud en Chile”.
En los primeros días de julio, el abogado Walker presentará sus argumentos ante tribunales, durante las mismas semanas en que los periodistas dirimirán quien recibirá este 2012 el Premio Camilo Henríquez, que otorga a su ganador –entre otros galardones- el derecho a publicar su trabajo de décadas en un libro editado por Lom.