“Me someto a la decisión del Congreso y estoy dispuesto a responder siempre con mis actos”, expresó este viernes el ahora expresidente de Paraguay, Fernando Lugo, en su primer discurso luego de ser destituido de su cargo. También expresó que salió “por la puerta más grande de la patria”. Lo reemplaza el vicepresidente.
Luego de más de seis horas de juicio contra el presidente Fernando Lugo, el senado paraguayo, en su mayoría dominado por la oposición, aprobó la destitución del mandatario por “mal desempeño de sus funciones”.
“Con dos votos ausentes, 4 votos en contra y 39 por la condena, este senado ordena separarlo de su cargo y declararlo culpable”, dijo el presidente de la cámara alta luego que no se admitieran debates.
Al momento de la votación, el diputado Carlos Alberto Filizzola, fue el único en poder declarar: “En este circo, donde no me dejaron ni hablar, rechazo categóricamente este juicio político”.
Los abogados de Lugo, tuvieron sólo dos horas para defender al presidente y solicitaron a los legisladores la desestimación del escrito del libelo acusatorio, así como la extensión de los plazos del procedimiento, tras calificar todo el proceso como inconstitucional.
“Me parece peligroso el alcance ideológico de la propuesta de la acusación. Estamos en un juicio que no tiene nada que ver, salvo los ritos, con la confrontación para dirimir los hechos”, destacó Adolfo Ferreiro durante el alegato final de la defensa .
En la lista de acusaciones figuraron temas como el apoyo de Lugo a un mitin de jóvenes socialistas en un predio de las Fuerzas Armadas o no haberse mostrado decisivo en combatir al Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) una guerrilla nacida al norte del país.
El pasado jueves, Cámara de Diputados de Paraguay , decidió de manera repentina, realizar un juicio político contra Fernando Lugo, por los disturbios ocurridos la semana pasada en la localidad de Curuguaty, ubicada en el departamento de Canindeyú (sureste), donde once campesinos y seis policías murieron en enfrentamientos durante un desalojo.
El presidente legítimo de Paraguay Fernando Lugo, respetó la decisión tomada este viernes por el Senado de su país y aceptó la destitución de su cargo como mandatario de la República diciendo que se iba “por la puerta más grande de la patria”, que es “la del corazón” de todos sus compatriotas.
Ante todo su gabinete ministerial y el grupo de abogados de defensa que participaron en un juicio imprevisto contra el presidente, Lugo aseveró que el golpe de Estado no fue solo en su contra, sino en contra de “la historia y la democracia paraguaya”.
“Es la historia paraguaya, su democracia, la que ha sido herida profundamente, en la que han sido transgredidos todos los principios de la defensa, de manera cobarde y alevosa y espero que su ejecutores tengan presente la gravedad de sus hechos”, expresó.
A su vez agradeció a todo el pueblo y a los que “pusieron el hombro, el tiempo y su valer para consolidar la democracia y el buen vivir en nuestro país”.
También dijo que actuando “como siempre en el marco de la ley”, aceptaba la destitución de su cargo y a su vez hacía un llamado para que no se negara el derecho a los ciudadanos de manifestarse ya fueron en favor o en contra de la decisión.
“Que la sangre de los justos no se derrame nunca más por causas de intereses mezquinos en nuestros países (…) Casi cuatro años de ejercer la presidencia, hoy me despido como presidente de la república pero no me despido como ciudadano paraguayo, y he de servir a esta nación allí donde me necesiten, como lo había jurado”, aseveró.
El Mandatario democráticamente electo que asumió el poder tras unas elecciones pacíficas en las que obtuvo más del 40 por ciento de los votos.
Durante el juicio, los abogados de Fernando Lugo pidieron un tiempo prudencial para preparar la defensa del mandatario, pues el proceso penal fue imprevisto, pero el requisito no fue aprobado.
Ante lo que se consideró la violación al debido proceso de defensa, el diputado Carlos Filizzola -que fue uno de los cuatro votos en contra de la condena a Lugo- calificó el juicio como “un circo que no tiene ni pie ni cabeza”, al que le expresó su más categórico rechazo.
En tanto en las calles de Asunción (capital), centenares de personas que desde este jueves estaban en vigilia expresando su apoyo al mandatario, repudiaron la decisión del Senado y posteriormente fueron agredidos por policías, que emplearon camiones lanza-aguas para dispersarlos.