De nada le ha servido a los mercados el resultado de las elecciones de ayer en Grecia. Instituciones financieras y políticas amenazaron con una debacle segura de los mercados ante una victoria de la izquierda, pero lo cierto es que el triunfo de los conservadores helenos no ha mejorado en nada el torbellino de los últimos días.
Peor aún, si cabe. La prima de riesgo marcaba a las 10:15 de la mañana un nuevo máximo histórico, 569,5 puntos básicos, 26 más que el último récord, alcanzado el viernes. Ha seguido subiendo sin descanso y cerca de las 12:50 ya era de 572 puntos básicos, superado por los 581 que ha alcanzaba poco antes de las 14:30 horas.
Además, el rendimiento del bono español a diez años, cuyo diferencial con el alemán del mismo plazo mide el riesgo país, ha alcanzado por primera vez desde la creación del euro el 7,132%. Ambas cifras sitúan a España cada vez más cerca del abismo de una posible intervención.
Estos datos contradicen la ídilica realidad que se dibujaba desde las instituciones de Bruselas. Allí han celebrado el resultado en Grecia, asumiendo que suponen una victoria para la Eurozona y el futuro de la moneda comunitaria. Incluso Rajoy, a su llegada a Los Cabos (México) para participar en la cumbre del G-20 que se celebra hoy y mañana, ha asegurado que “los griegos han acertado” y el resultado “es bueno para España”.
No obstante, el acoso de los mercados no encuentra freno. Ni el rescate de la banca española acordado por Bruselas ni los comicios griegos que han mantenido en vilo al sistema internacional parecen tener la respuesta.
La Bolsa también cae
Ni siquiera la Bolsa, que venía manteniendo buenos resultados en la última semana, se ha salvado de las pérdidas, en línea con la tendencia de otros mercados europeos. El Ibex-35 también se resiente: cerca de las 14:30 horas el selectivo español cedía un 2% abandonando la cota de los 6.600 puntos. Como ya viene siendo habitual, eran los bancos los que lastraban al Ibex. Bankia, que cedía más de un 5%, volvía a liderar las pérdidas.
Aunque la sesión abrió con ganancias, la tónica de la mañana fue el descenco, siempre entre el 1 y el 2%.
Si al comienzo de la sesión eran los bancos los valores más alcistas del índice español, poco a poco algunos de los pesos pesados del mercado también se sumaban a ese clima de depresión: Telefónica cedía el 2,67 %; Iberdrola el 2,57%, y Endesa, el 2,02%.
También el euro se resentía en el mercado de divisas en su cambio frente a la moneda estadounidense y se cambia a 1,264 dólares.