Para Marco Enríquez-Ominami “al medirse mal la pobreza, se implementan mal las políticas públicas. Al subvalorarse la problemática de los chilenos más pobres y la cantidad de hombres y mujeres que viven en situación de pobreza, se van a errar tanto la evaluación como las soluciones”, dijo, según informó Radio Bío Bío.
Enríquez Ominami agregó que “por eso los progresistas denunciamos firmemente que la medición de la pobreza en nuestro país es incorrecta. En los ’90 la Cepal trazó una línea de corte que hoy en el 2012 es absolutamente insuficiente, es necesario que la actualicemos revisando sus criterios y revelando la auténtica cantidad de chilenos que hoy están en una situación de pobreza que el sistema esconde”.
“Proponemos superar el concepto de Estado subsidiario de la Concertación” continuó el líder progresista, “Esto significa cambiar la Constitución pero también supone mucho más coraje respecto a las reglas. Por eso, siendo hijo de economistas y gran admirador del rol de la economía, quiero decir que el problema de Chile, hace rato, está más en las reglas de la política y la democracia. Por eso la pobreza no se va a superar solo con aumentos de presupuestos y bonos”.
Estas declaraciones fueron entregadas durante la entrega de un informe del Progresismo que señala que la pobreza se está calculando en base a una estructura de gastos con datos de la encuesta de presupuesto familiar de 1987-1988, siendo que ya se hicieron dos nuevos estudios en 1996-1997 y 2006-2007. Si se actualizan el cálculo de la precariedad social a los datos de 2006-2007 se obtiene que es un 35% y no un 15% de la población el que se encuentra bajo el umbral la pobreza.
Al respecto, el economista Camilo Lagos criticó la oposición del gabinete a un aumento del sueldo mínimo hasta los 250 mil pesos: “Las expresiones de las autoridades están más bien sustentadas en ideologías y no en realidades. Incrementar el sueldo mínimo es viable si se complementa con otras medidas: medidas pro Pymes, de fomento regional, desarrollo de programas de modernización, de innovación tecnológica, etc. El punto débil de la economía neoclásica es que analiza cada evento en forma individual y no desde una perspectiva global. Al desarrollar políticas públicas aisladamente un Gobierno debe desarrollar miradas más globales y de largo plazo”.
En este informe los progresistas hacen hincapié en la necesidad de tener una mirada regional, dado que la pobreza se expresa en forma heterogénea a lo largo del país. “Es clave que en el diseño de la política pública leamos las realidades de cada región. El cálculo de la pobreza regional debe vincularse a la demanda de salario mínimo regional. Los progresistas aspiramos a que si una familia tiene a dos integrantes en el mercado laboral, aun recibiendo el salario mínimo, no deberían estar bajo el umbral de la pobreza” finalizó Lagos.