Ante una concurrencia de más de 100 personas, muchos de ellos dirigentes de organizaciones comunitarias regionales que solidarizan con la comunidad de caimanes, fue suspendido el inicio del juicio oral contra los 4 abogados y un dirigente de la comunidad de Caimanes, por lo que se fijó una nueva audiencia para el 28 de junio.
(Ver: Tribunal suspende inicio de juicio oral por caso Caimanes http://www.choapa.cl/files/news.php?readmore=950 y Suspenden inicio de juicio entre Minera Los Pelambres y dirigente y abogados de Caimanes http://www.elobservatodo.cl/noticia/sociedad/suspenden-inicio-de-juicio-entre-minera-los-pelambres-y-dirigente-y-abogados-de-cai
La causa, errores graves en el auto de apertura, donde el juez eliminó pruebas y testigos, perjudicando principalmente el caso de los abogados de Caimanes. Un “error” injustificable en un magistrado profesional.
También está pendiente el fallo de la corte por la recusación del juez, solicitada por la defensa de los abogados y el dirigente de Caimanes, precisamente contra el magistrado por incluir y excluir a la vez pruebas no convenidas con los abogados defensores y acusadores. Además, porque el juez Zenén Cano participó en trámites legales relacionados con esta causa, por lo cual fue requerirlo como testigo para declarar en el mismo juicio, ante lo cual él mismo resolvió excluirse como medio de prueba. Juez y parte, algo inaceptable en un sistema judicial medianamente sano.
Dos ejemplos de pruebas que el juez impide que se presenten:
a) La comunidad acusa a Minera Los Pelambres de contaminar el agua, pero el juez negó la presentación del informe del Dr. Andrei Tchernitchin, avalado por el Colegio Médico de Chile, que demuestra la contaminación.
b) También acusa a Pelambres de construir un tranque que puede derrumbarse en caso de terremoto. El juez negó la presentación de cualquier evidencia que se refiera al peligro sísmico que implica un tranque de 2700 millones de toneladas de relaves tóxicos construido con muro de arena, para resistir un terremoto de solo 8,3º Richter en una zona donde debiera haberse construido para resistir uno de 9,5º Richter. Todo esto violando normas nacionales e internacionales para la construcción de estas estructuras y niveles permitidos de contaminación.
En caso de derrumbe, las 2.000 personas de Caimanes tienen solo 5 minutos para escapar de un tsunami de lodo tóxico de 300 mts. de altura. Esto es simplemente un asesinato, pues la empresa se ha negado a instalar sistemas de alarma y le ha negado a la Municipalidad de Los Vilos la información necesaria para elaborar un plan de evacuación en caso de derrumbe.
Así, sin poder presentar pruebas, por la sola acción del juez, (se pretende que) “no existe contaminación”, “no existe peligro de derrumbe del tranque” y “no se ha violado normas nacionales e internacionales. Es decir la parcialidad absoluta y la negación de los mínimos derechos a un juicio justo.
Pero desde el principio este juicio ha sido cuestionado legalmente. Fue iniciado por el entonces fiscal, abogado Felipe Ravanal, que actualmente trabaja en el Ministerio del Interior como jefe de proyectos del Ministerio del Interior, en la línea 600, instalada para recibir denuncias anónimas de delitos. (ver: http://www.fesuccodelco.cl/web/caimanes-en-alerta-por-nuevo-traspaso-de-fiscales-al-ministerio-del-interior ). Esto recuerda los juicios contra los comuneros mapuche y el caso bombas donde el fiscal Peña, ahora cuestionado por su actuación, pasó a formar parte del Ministerio del Interior, parece un “modus Operandi”.
Como en el caso bombas, si la justicia se aplica siquiera en su mínima expresión el caso de Minera los Pelambres, propiedad de la familia Luksic, se derrumbará como “un muro de arena”. Esto debe terminar en la anulación de los permisos de construcción del tranque de relaves, de la contaminación del agua y la tierra y del peligro inminente de derrumbe que implica.
Buscando notas de prensa respecto a este caso, llegué a la página http://www.davidnoticias.cl/?p=24337 , al costado derecho destaca el logotipo de Minera Los Pelambres, luego da lugar alternadamente a anuncios de seguridad del tipo: “Respete la seguridad máxima”. “Use el cinturón de seguridad”. “No beba cuando maneje”.
Debajo del enorme logotipo de Pelambres aparecen alineados los logotipos de todos los organismos que debieran fiscalizar a la minera: Gobierno de Chile, Carabineros de Chile, Policía de Investigaciones, Municipalidad de Salamanca, Municipalidad de Illapel, Municipalidad de Los Vilos.
Esto es imposible hacerlo en un país donde las instituciones funcionan, por norma no puede aparecer el fiscalizador (y con una imagen disminuida) junto con el fiscalizado, en actividades financiadas por este. Lo terrible es que a las autoridades chilenas esto “les parece normal”
Si bien estos son consejos útiles, el Estado y sus instituciones deben velar porque no ocurra lo que está haciendo Minera Los Pelambres. Esta propaganda, con el logo de todas las instituciones del Estado y “sin el logo de minera Los Pelambres” debiera decir: “No contamine las aguas con metales pesados”, No mate la vida marina en la bahía de los Vilos”, “No construya muros de arena que pongan en peligro a 2.000 personas”, “No destruya la biodiversidad en el Choapa”, “No destruya el tejido social de las comunidades afectadas por sus proyectos”, “No convierta al Choapa en una zona de sacrificio minero”, “No inicie juicios falsos contra abogados de comunidades que sufren por su proyectos”.
Decenas de millones ha gastado el estado en este juicio falso, promovido por la familia Luksic, propietaria de minera Los Pelambres, la más sancionada por daño ambiental, que ha destruido cuencas y cientos de sitios arqueológicos, que ha puesto a su gente en puestos clave de la administración del Estado.
Sin embargo, la autoridad a cargo ni siquiera es capaz de elaborar un acta de apertura del juicio, que cumpla los mínimos requisitos exigibles a un poder judicial profesional.
Desde la altura de su torre de cristal, los hermanos Jean Paul, Andrónico y Guillermo Luksic, rodeados de un centenar de abogados, con un gasto de millones de dólares, el clan más ambicioso del país (El clan Luksic se compra el país, Paul Walder, 19-04-2011), que en pocos años ha lucrado como jamás en la historia de Chile con los recursos naturales de todos, hasta convertirse en una de las mayores fortunas a nivel mundial, acusa a un pequeño grupo de abogados y un dirigente que defiende a una comunidad campesina en peligro, de “tratar de lucrar”, a costa de una de sus tantas mineras.
Debido a este caso, quizás habría que acuñar un nuevo concepto popular para reemplazar el folclórico “cara de palo”: “cara de cobre”.
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Información enviada por Patricio Bustamante <bys.con@gmail.com>