Este ha sido el año de Fernando Botero, cumplió 80 años y múltiples exhibiciones han acompañado esta celebración. Una de ellas es Abu Ghraib, serie perteneciente al artista colombiano, que fue inaugurada a mediados de marzo en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos y que concluye el próximo 24 de junio.
El artista colombiano, conocido por composiciones más alegres, creó en 2004 y 2005 una sensacional serie de 80 lienzos y numerosos dibujos centrados en esa cárcel iraquí. En alianza con la Universidad de Berkeley y CORPARTES, 37 de ellos llegaron a Chile con el auspicio de LAN y están siendo exhibidos en la Galería de la Memoria.
Se trata de una selección de 37 obras, las cuales, no han sido exhibidas en Sudamérica y que provocaron gran revuelo cuando se expusieron por primera vez en retrospectivas de la obra de Botero celebradas en Italia y Alemania entre el año 2005 y los primeros meses de 2006.
Si bien Botero ha cubierto también temáticas más vinculadas a las desigualdades sociales, la identidad y las convenciones sexuales, las intrigas políticas y los conflictos mundiales; la serie Abu Ghraib se constituye en una denuncia artística internacional de alto impacto.
Era el año 2004, en plena intervención de Irak por parte de Estados Unidos, cuando la prensa norteamericana presenta un reportaje, en el que se referían casos de maltrato de los reclusos iraquíes de la cárcel de Abu Ghraíb, cerca de Bagdad, por parte de soldados de Estados Unidos. A través de imágenes y fotografías realizadas por los propios soldados se revelaban diversos maltratos físicos y psicológicos aplicados a los prisioneros.
Fernando Botero, basó sus composiciones de Abu Ghraíb tanto en material fotográfico como en testimonios escritos. Botero, como muchos en todo el mundo, reaccionó con indignación, espanto y rabia ante las noticias de Abu Ghraíb.
En su conjunto, las obras de la exhibición Botero Abu Ghraib muestran la perspectiva de las víctimas, muchas de ellas desnudas, maniatadas, encapuchadas, apiladas en una pirámide humana, colgadas de un pie, o aterradas ante la presencia de un perro, y todo como, es costumbre en Botero, de planta agigantada. Uno de los cuadros muestra a un hombre vendado y luciendo un sostén y calzón rojos contra su voluntad. Botero Abu Ghraíb representa para el artista, una amplia proclama sobre la crueldad. La serie es un llamamiento apasionado a la humanidad ante las muestras de brutalidad del hombre con el hombre.
El grito indignado que expresa Botero en la serie de Botero Abu Ghraíb es un intento de trasladar la atención del público hacia dos temas oportunos y atemporales: la paz y la humanidad. Al tratarse de un artista conocido por pintar imágenes del placer en una época de guerra y terror, las horripilantes y violentas escenas que representa adquieren un talante especialmente turbador y conmovedor. Botero se suma a una larga lista de artistas que han reaccionado de forma apasionada a noticias polémicas acontecidas fuera del particular ambiente del taller de un creador de éxito.