Con Freirina en el Corazón. Freirina nos ha dado el más elocuente ejemplo del Chile que viene. Se alzó, puso en grito en el cielo, parece que hasta allá llegó el mal olor y la indignación ciudadana.
Los ineptos, corruptos y coludidos que debieron solucionar el problema nada escucharon, porque que no hay peor sordo que el que no quiere oír.
La culpa no la tiene el chancho, la tiene el que le da el afrecho
Chile se ha convertido así, en un país de chanchadas:
Con los estudiantes, en Punta Arenas, en Aisén y Coyhaique, en Concón y toda la costa central contaminada, las salmoneras en el Sur, Pascua Lama destruyendo los glaciares, las mineras envenenando el agua de los poblados del Norte, las hidroeléctricas amenazando la vida, para favorecer a los señores de la mina.
Protestas en distintos lugares. El denominador común, los derechos ciudadanos conculcados.
Todos los depredadores igual que los chanchos, buscan su provecho personal.
Se aprecia a la distancia, que los movimientos sociales organizados, en pie de lucha, son un adelanto del Chile ciudadano que viene y retoma su fuerza.
Aprendamos la lección.
Freirina no pidió esos chanchos, los estudiantes no pidieron estudiar 5 años para quedar debiendo 15. Los aiseninos no pidieron las represas. Los calameños no regalaron su cobre.
Entonces ¿por qué unos patudos tienen que pensar y resolver por nosotros?
Ya no sirve pedir humildemente al gobierno que solucione algo, porque estamos frente al gobierno de los empresarios, por los empresarios y para los empresarios y para ellos el provecho es el que vale.
¿Los ciudadanos qué pitos tocan? Tengan paciencia.
Lo que está mal hay que hacerlo de nuevo.
Hay que ponerse de pie y comenzar a refundar Chile. Todo de nuevo.
Viva Freirina y todos los que luchan.
Atte. Ismael Hernández V., X Región, por el derecho a vivir.