La agencia de calificación Moody’s ha anunciado una rebaja de entre uno y tres escalones la calificación que otorga a 16 grandes bancos españoles, incluido el grupo Santander y BBVA, Caixa Bank y Banesto, así como de la filial del Banco Santander en Reino Unido, según ha informado la agencia en un comunicado.
Moody’s justifica la recaída en la recesión de la economía española, la actual crisis del mercado inmobiliario y el “persistente” alto nivel de desempleo, así como los problemas de acceso a crédito que dificultan al Gobierno respaldar a la banca. Asimismo, enmarca también la reducción en el contexto de la actual crisis que golpea a la zona euro y que, según dijo, contribuye al “persistente temor” entre los inversores sobre su impacto en la banca española y su deuda soberana.
Moody’s situó el pasado 16 de febrero en revisión para una posible rebaja los ratings de 114 entidades financieras del viejo continente, 21 de ellas españolas, a consecuencia del impacto de la crisis de la eurozona, que incluía la revisión de la calificación autónoma de 99 bancos y de las notas de la deuda a largo plazo y de los depósitos de 109 entidades europeas. De hecho, ya rebajó el pasado lunes los ratings de 26 bancos italianos.
La última vez que la agencia recortó la calificación de la deuda soberana española fue el pasado 13 de febrero, cuando la situó en ‘A3’ con perspectiva ‘negativa’, dos escalones por debajo del rating ‘A1’ que Moody’s otorgaba hasta esa fecha a España. Este viernes la entidad ha rebajado a la categoría de bono basura la nota de Catalunya y Murcia, mientras dejaba en aprobado las de Extremadura y Andalucía.
Los otros bancos afectados son Unicaja, Caja Rural de Navarra, Popular, Banco Sabadell, Banco Cooperativo Español, Bankinter, Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA), Caja Rural de Granada, Liberbank, Cajamar Caja Rural y Lico Leasing. La agencia, no obstante, reconoce “algunas tendencias positivas” que han limitado “la extensión y el alcance” de la rebaja anunciada, como una mejora en la capacidad de absorción del riesgo de los bancos y el apoyo del Banco Central Europeo (BCE) con liquidez.
También destaca el apoyo del Gobierno a la banca, pero apunta que esos factores positivos se “desbordaron” por los crecientes desafíos en la calidad de los activos “que debilitan las ganancias y amenazan con erosionar los niveles de capital de muchos bancos”.