El líder del Partido Socialista francés, Francois Hollande, fue juramentado este martes como nuevo presidente de Francia, en una ceremonia celebrada en el Palacio del Elíseo que comenzó a las 10.00 horas locales con el traspaso de poderes de manos del Mandatario saliente, Nicolas Sarkozy.
Previo a su investidura, Hollande sostuvo una reunión de media hora con Sarkozy, en la cual el segundo le entregó los códigos secretos de activación del armamento nuclear del país, una de las principales responsabilidades del jefe del Estado.
A las 10.45 horas locales (08.45 GMT) Hollande fue proclamado como el séptimo presidente de la V República Francesa, por parte del titular del Consejo Constitucional, Jean-Louis Debré, quien primero reiteró los resultados de las elecciones del pasado seis de mayo.
Seguidamente, Hollande recibió las insignias de la Gran Cruz de la Legión de Honor en uno de los salones del Palacio; pronunció su primer discurso y luego se dirigió hasta el Arco del Triunfo para la tradicional ceremonia ante la tumba del Soldado Desconocido.
En horas de la tarde está previsto que el nuevo Mandatario anuncie quién será su Primer Ministro y jefe del Gabinete Ejecutivo. Medios locales prevén que sea el actual jefe de los diputados socialistas, Jean-Marc Ayrault.
Una vez nombre a su Primer Ministro, Hollande tiene previsto viajar hasta Berlín, para realizar su primera visita de Estado a Alemania y reunirse con la Canciller de este país, Angela Merkel.
Agenda Europea
El encuentro con Merkel es de gran importancia ya que en él se abordarán temas referentes a la política de austeridad y crecimiento de la Unión Europea.
El principal punto de discordia entre ambos dirigentes es el pacto fiscal europeo, adoptado en marzo pasado por 25 de los 27 países miembros de la Unión Europea, para “hacer frente a la crisis de la deuda de la zona euro”.
La Canciller alemana se opone a renegociar este tratado, mientras que Hollande anunció su intención de reabrir las negociaciones para incluir medidas en favor del crecimiento económico
Hollande explica que el relanzamiento de la economía pasa, especialmente, por la financiación de grandes proyectos. Por su parte, Merkel exige reformas estructurales, especialmente en el mercado laboral, la educación y la reducción de la burocracia.
Pese a su oposición, la alemana ha expresado sentirse optimista y confiada en una relación “estable” con Francia. Por su parte, el portavoz del Partido Socialista francés, Benoît Hamon , exhortó a Merkel a comprender que ella “no puede decidir sola la suerte de Europa”.
G8, OTAN y EE.UU.
La agenda del nuevo líder francés continuará el fin de semana, cuando se traslade a Estados Unidos para reunirse con su homólogo Barack Obama, con quien analizará la retirada de las tropas combatientes francesas de Afganistán, antes de finalizar el año.
En suelo norteamericano también participará, sucesivamente, en las cumbres del G8, en Camp David (viernes 18 y sábado 19), y la Cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en Chicago (domingo 20 y lunes 21).
El nuevo mandatario francés, de 57 años de edad, asumió oficialmente el cargo ocho días después de haber ganado a su predecesor, el conservador Nicolas Sarkozy, con el 51,62 por ciento de los votos en las elecciones del pasado 6 de mayo. Hollande es el primer mandatario socialista de Francia en 17 años.