Por el bloqueo de las noticias reales en los medios de comunicación, poca gente se ha enterado en el mundo que más de 1.000 prisioneros palestinos en Israel mantienen una huelga de hambre desde el 17 de abril en protesta por la ocupación de su territorio y la humillación constante de sus derechos elementales en las prisiones del sionismo.
Los huelguistas representan la cuarta parte de los más de 4.000 prisioneros políticos palestinos en cárceles israelíes, según el Secretariado Ejecutivo de la Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina (OSPAAAL), que condenó enérgicamente el trato que están recibiendo en cárceles israelíes y responsabilizó a Tel Aviv por su vida y su seguridad.
Según la OSPAAAL, “los motivos que han llevado a los prisioneros palestinos (…) a tomar esa valiente opción de resistencia pacífica están las medidas agresivas de que son continuamente víctimas, las condiciones infrahumanas, la privación de sus derechos básicos, el encarcelamiento sin cargos ni procesos, el régimen de incomunicación, el trato degradante que sufren en los interrogatorios y en confinamiento en solitario”, medidas que violan flagrantemente el Derecho Internacional sobre Derechos Humanos.
La OSPAAAL piensa que “sólo una respuesta internacional rápida y efectiva podría detener esta escalada de violaciones a la dignidad humana y preservar la vida de los combatientes palestinos encarcelados”. Por tal motivo, “formula un urgente llamado a la solidaridad internacional para que se movilice y multiplique iniciativas que contribuyan a poner fin a la genocida política israelí, que ahora se ensaña contra los luchadores presos”, entre quienes se encuentra Ahmad Saadat, Secretario General del Frente Popular para la Liberación de Palestina.
La organización tricontinental reiteró su solidaridad al pueblo palestino y “condenó esta alarmante violación de los derechos humanos sin paralelo en nuestra época”, reiterando “el compromiso de que trabajaremos sin descanso hasta que se ponga fin a la ocupación, a las agresiones, y se consagre el derecho legítimo de Palestina a la constitución de su propio Estado independiente”.
Seis huelguistas graves
La agencia china Xinhua reportó el martes que el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) expresó preocupación por la deteriorada salud de seis de los presos palestinos que llevan más de 7 semanas en huelga de hambre en cárceles israelíes. “Urgimos a las autoridades carcelarias a trasladar sin demora a los seis detenidos a un hospital apropiado para que su condición pueda ser supervisada continuamente y para que puedan recibir cuidados médicos especializados”, dijo Juan Pedro Schaerer, jefe de la delegación del CICR en Israel y los territorios palestinos.
Los detenidos están en peligro inminente de morir, según delegados del CICR y el personal médico que los visita desde el inicio de la huelga de hambre. Asimismo, el CICR “pidió con urgencia” que las autoridades israelíes permitan a los presos en huelga de hambre de largo plazo recibir visitas de sus familiares. “En circunstancias tan extremas como esta permitir el contacto con familiares se convierte en una necesidad humanitaria imperativa”, dijo Schaerer.
En una expresión típica del maltrato permanente a los prisioneros políticos palestino, los guardianes de la prisión israelí Negev, en el sur de los territorios ocupados, realizan exhaustivos registros, confiscan las pertenencias personales de los presos y los encierran en pequeños contenedores de metal, informó el sábado Ma’an News. Incluso, los guardias prohíben el descanso de los prisioneros para hacerlos desistir de la huelga.
*) Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno