Es un profesional las 24 horas del día que no duda en declarar que ‘la guerra es lo peor del ser humano, cuando se mata, sea a quien sea, el dolor es igual”. El fotoperiodista español, Gervasio Sánchez, que ha recorrido el mundo intentando hacer un periodismo digno y veraz, y que trabajó en el Chile de la dictadura de Augusto Pinochet, es noticia hoy porque ha golpeado el alma de Madrid al montar una excelente exposición con la mayoría de su trabajo fotográfico.
‘Antología de Gervasio Sánchez’ traza, a través de 148 fotografías, cerca de 100 retratos y 6 audiovisuales, su extenso recorrido (25 años) por Centroamérica, Sudamérica, Los Balcanes y África, de manera ininterrumpida, hasta hoy.
El Premio Nacional español de Fotografía 2009 muestra en su expo imágenes muy fuertes, donde nos hace reflexionar sobre el salvajismo que lleva el ser humano en su interior. Como por ejemplo, a través de 8 murales con cerca de 100 retratos de personas directamente afectadas por algunas de las realidades que Sánchez ha documentado, como las víctimas de mutilaciones y ex niños-soldado, ambos en Sierra Leona, y víctimas de minas antipersona o familiares de personas desaparecidas en diversos países del mundo.
No ha sido fácil para Sánchez cubrir guerras y dictaduras. Se pagó de su bolsillo los viajes a los países más peligrosos del mundo y tuvo que trabajar de camarero desde los 15 años, siete días a la semana, 12 horas al día. Una lección que muchos periodistas que aman la profesión tendrían que plantearse si quieren dar a conocer la noticia mundial.
Ahora, Sánchez busca financiación alternativa para generar proyectos similares a ‘Vidas Minadas y Desaparecidos’ porque, en su opinión, es muy complicado vivir de periodista “porque siempre ha estado mal pagado”.
En España entrevistamos a Gervasio Sánchez.
¿-No te consideras un corresponsal de guerra?
-No me gusta para nada la etiqueta de corresponsal de guerra. Mi trabajo es ser periodista, contar historias de la mejor manera posible. Yo no hablo de mi mismo, muy pocas veces. La verdad es que no quiero convertirme en un protagonista y eso pasa con muchos periodistas que van a cubrir conflictos armados. Hablan más de ellos que de las víctimas. En mi opinión, nosotros, los periodistas que vamos a zonas calientes no tenemos una cualidad especial. Y si lo creemos es una falta de compostura.
-Para ti, ¿el periodismo es igual de importante en un pueblo como en un conflicto armado?.
-Mi opinión es que el periodismo local, el de zonas alejadas, o el periodismo económico es casi tan difícil como el periodismo que va a zonas conflictivas porque muchas veces los profesionales tienen que enfrentarse a la corrupción de un banco o de un gobierno que no quiere que se sepan ciertas informaciones o muchas veces deben enfrentarse a poderes fácticos muy peligrosos.
-En muchas entrevistas, les propones a los periodistas jóvenes que ‘sientan el dolor’. ¿Explícanos eso?
-Sí. Tú trabajas en contacto con el sufrimiento y hay que estar dispuesto a transmitir con decencia todo el panorama y las informaciones que ves en los conflictos. Si quieres ir a cubrir o informar desde zonas calientes por razones superfluas no aguantarás ni un segundo. Hay que ser honesto al momento de hablar .
-¿Cómo te formabas para ir a cubrir conflictos armados?
-A todas los sitios y guerras que concurrí lo hice sin experiencia. Lo importante es aprender rápido y con gente especializada, que conozca la situación ala que te enfrentas. Siempre debes reunirte con gente que este dispuesta a ayudar a periodistas jóvenes y eso hago yo cuando un periodista nuevo aparece en la zona de conflicto. Le intento ayudar. Que es lo que hicieron conmigo.
-No eres muy amigo de Internet ni de los blogs, ¿y del periodismo ciudadano?
-Yo estoy de acuerdo con el periodismo ciudadano en Internet pero es complicado porque el periodismo debe tener un valor económico. No toda información ni trabajo es gratis. Eso es mentira. Nadie, ningún medio, pagaba bien cuando yo trabajaba en los conflictos y por eso lo dejé.
Además, para poder ir a cubrir los conflictos trabajé durante 4 años seguidos como camarero, todos los días. Con mucho esfuerzo junté dinero y sólo así pude viajar a Sudamérica. Creo que hay que acabar con este tema de hacer todo gratis, especialmente los periodistas, Hay que darle valor al trabajo de los periodistas y los medios deben pagarle a sus colaboradores. En todo el mundo pasa lo mismo, que no quieren pagar por nada. Además, las tarifas de pago son asquerosas. Y creo que Internet genera eso, que todo es gratis y no es así.
-Esa actitud de los medios de no pagar a los periodistas freelance es una actitud muy reiterativa.
-Cuando una persona o periodista acepta cobrar menos no acepta la lógica laboral. Es peligroso hacer trabajos gratis porque luego los medios se conforman y buscan sólo la cantidad más que la calidad, siendo esto último lo elemental para un buen periodismo. Y siempre es necesario trabajar en las condiciones más decentes posibles.
-¿Qué es lo peor que te has encontrado en medio de las guerras?
-A los asesinos cínicos, personas que no toman decisiones y que por esas actitudes, mueren muchas personas. La diplomacia internacional, por ejemplo, que no actúa cuando debe hacerlo. O los grandes mercenarios, las multinacionales que prefieren el caos a la armonía.
-¿Cómo fue tu experiencia cubriendo la dictadura de Pinochet?
-Yo fui a Chile desde el 86 hasta el 89. Estuve tres meses y me encontré al país en Estado de sitio. Yo intentaba escribir para España las historias más interesantes posibles y las menos caras. Los periodistas extranjeros teníamos acreditaciones de corresponsales en tránsito. Y en Santiago todo era un caos, y a los ‘pacos’ les encantaba pegar a los periodistas. También estuve en Calama y en Antofagasta donde conocí a muchos familiares de desaparecidos y los policías nos seguían a todas partes.
-¿Fuiste detenido en alguna manifestación?
-En 1986, hace poco había sido el atentado a Pinochet, me retuvieron en una protesta por unos minutos y al final me dejaron libre. Entre tanto, la gente de DD.HH se movió rápido para informar que yo estaba en la cárcel.
-¿Cómo era tu día a día en Chile?
-Durante mi instancia en Chile siempre iba al cine al mediodía, cosa que es imposible en España, y me comía un ‘completo’ (Hot Dog) y luego escribía la historia. Lo gracioso es que en cada esquina había un cartel sorprendente que decía “Sáquese la polla”. Me llamó mucho la atención, cuando llegue a Santiago, eso de “sacarse las pollas”. (risas)
-¿Cuáles son los problemas actuales de los medios de comunicación?
-Los problemas que se encuentran tanto de los periodistas en práctica como los periodistas en el extranjero es que siempre hay editores que más que vigilantes del poder son amigos del poder y estos hacen lo que quiere la empresa o lo que los auspiciadores desean. Antes los medios de comunicación contrataban editores con carácter. Ahora son sólo personajes grises y sin decisión. No son los mejores aunque sí lo serán para los intereses empresariales. Al final los medios de comunicación son grandes empresas con intereses. Por ejemplo, a Prisa, Vocento, etcétera, les interesa sólo el dinero y poco el periodismo de calidad.
Más info: http://blogs.heraldo.es/gervasiosanchez/
http://www.mcu.es/novedades/2012/novedades_TAB_Gervasio.html