Noviembre 25, 2024

Las formas de lucha y la violencia*

grecia_llamas

grecia_llamasLas personas que nos dominan política y económicamente han tomado una posición muy clara y que es absolutamente contraria  al beneficio de las mayorías. Es su forma de analizar la historia y ver la realidad. Una forma de teorizar absolutamente distinta a la de millones de personas por el mundo que abogan por transformaciones sociales.

 

Ellos no odian todo nuestro pasado oscuro y es por ello que utilizan la violencia. Han demostrado y han aprendido a enseñar   que la violencia existe y puede ser utilizada solo cuando las personas toman conciencia de su realidad y se dan cuenta que juntos pueden hacer historia y no padecerla.


Pues bien… Es tarea de los movimientos culturales y políticos de izquierda que cumplan su función histórica, tomen una posición y que expresen la verdad. La Izquierda con sentido revolucionario no le debe tener miedo a la moral ni a la ética que la guían. Desde la Izquierda se deben debatir conceptos, pues es en la batalla de las ideas, como bien dijo Fidel Castro, donde debemos posicionarnos de forma clara para generar corriente de pensamiento político contrario al de intelectuales y/o políticos “progresistas”, liberales o conservadores.


Lukacs al referirse a lo planteado por Lenin sobre el Partido decía lo siguiente: “Cuando Lenin hablaba de las cualidades del Partido, decía que el marxismo se caracterizaba por dos hechos. Por un lado, logró dar una imagen de la sociedad, más objetiva de la que fuera dada por las ciencias burguesas; por otro lado, en ese momento, en esa objetividad, toma una posición” En opinión del pensador húngaro, se debe tomar una posición, abierta, sobre la necesidad de odiar todo aquello que en nuestro pasado (y presente) merezca ser odiado. Lukacs cuando analizaba la situación de su país decía que éste jamás llegaría a ser un país culturalmente desarrollado “si los que están llamados a guiarlo ideológica y políticamente no se dan cuenta de las contradicciones de la historia (…) y no reniegan, y no odian, lo que en historia hay de odioso y de repugnante”.


Lo que hoy existe en el mundo es una masa pobre y asalariada, esclavizada, que sufre represiones policiales, la tortura sistemática, las guerras imperialistas y las intervenciones militares. Existe una violencia fundante que es el capitalismo y ante eso la gente deberá en su momento, dependiendo de su situación histórico-concreta, defenderse y tomar la iniciativa, creando poder revolucionario para acabar con la explotación y todos los males que el sistema capitalista conlleva.


Lenin en su análisis de la guerra de guerrillas de 1906 planteaba lo siguiente: “el marxismo se distingue de todas las formas primitivas del socialismo pues no liga el movimiento a una sola forma determinada de lucha. El marxismo admite las formas más diversas de lucha; además, no las “inventa”, sino que generaliza, organiza y hace conscientes las formas de lucha de las clases revolucionarias que aparecen por sí mismas en el curso del movimiento. El marxismo, totalmente hostil a todas las fórmulas abstractas, a todas las recetas-doctrinas, exige que se preste mucha atención a la lucha de masas en curso que, con el desarrollo del movimiento, el crecimiento de la conciencia de las masas y la agudización de las crisis económicas y políticas, engendra constantemente nuevos y cada vez más diversos métodos de defensa y ataque. Por esto, el marxismo no rechaza categóricamente ninguna forma de lucha. El marxismo no se limita, en ningún caso, a las formas de luchas posibles y existentes sólo en un momento dado, admitiendo la aparición inevitable de formas de lucha nuevas, desconocidas de los militantes de un período dado, al cambiar la coyuntura social. El marxismo, en este sentido, aprende, si puede decirse así, de la práctica de las masas, lejos de pretender enseñar a las masas formas de lucha inventadas por “sistematizadores” de gabinete. Sabemos — decía, por ejemplo, Kautsky, al examinar las formas de la revolución social — que la próxima crisis nos traerá nuevas formas de lucha que no podemos prever ahora (…) el marxismo exige que la cuestión de las formas de lucha sea enfocada históricamente. Plantear esta cuestión fuera de la situación histórica concreta significa no comprender el abecé del materialismo dialéctico. En los diversos momentos de la evolución económica, según las diferentes condiciones políticas, cultural-nacionales, costumbrales, etc., aparecen en primer plano distintas formas de lucha, y se convierten en las formas de lucha principales; y, en relación con esto, se modifican a su vez las formas de lucha secundarias, accesorias. Querer responder sí o no a propósito de un determinado procedimiento de lucha, sin examinar en detalle la situación concreta de un movimiento dado, la fase dada de su desenvolvimiento, significa abandonar completamente la posición del marxismo”.


Es por esto que cuándo y cómo utilizar la violencia se verá  en cada caso. La utilización de la violencia (en este caso la lucha armada) por parte de las masas oprimidas tendrá que tener un sistema organizativo de largo alcance y muy unido con el pueblo en pos de escoger los métodos más adecuados para avanzar en la conciencia política de éste,  examinando continuamente tanto el contenido formativo de las acciones como su efectividad política siempre enmarcado dentro de los fines perseguidos, lo que le lleva a recurrir a la autodefensa como un instrumento táctico inserto en la globalidad de medios de lucha de su pueblo, interaccionando con ellos.


La violencia es utilizada a diario por los poderosos ¿por qué tiene que ser esta la única violencia legítima? Esto es lo que se debe responder y lo que se debe traspasar al pueblo muchas veces hipnotizado por mentiras y falacias creadas desde los centros hegemónicos de poder.


Javier Cáceres

*(A propósito de la entrevista de Camila Vallejos en España y la retracción de PC) 

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