Septiembre 21, 2024

Jorge Eliécer Gaitán: percepción y realidad

gaitan_3

gaitan_3El inglés David Hume, clasificó en tres las leyes de la asociación de ideas. La primera es la de la semejanza; la segunda, es la contigüidad espacio-temporal y la tercera es la relación causa-efecto. Aceptando esta clasificación, quiero situarme en el campo de la memoria como espacio del imaginario colectivo, construido a través de la “percepción” de lo ocurrido, porque forma el aparato conceptual de la mente.

 

Existen dos asociaciones de ideas generalizadas en la mente colombiana: 1º. “Gaitán-bogotazo” y 2ª “Gaitán-liberalismo”. Ambas han servido de campo de “memoricidio” de lo que fue Gaitán, de lo que significaron su vida, su lucha, sus ideales, su doctrina y sus tácticas.


Es cierto que su asesinato, el 9 de abril de 1948,  produjo un alzamiento colectivo que recorrió todo el país, cuando el pueblo se lanzó a la toma de los centros del poder, tanto en la capital como en las regiones, insurrección que en su momento se llamó “La revolución del 9 de abril”, pero que los comunicadores amanuenses e historiadores palafreneros convirtieron en “el bogotazo”– como manipulación neurolingüística que se da en la guerra de baja intensidad – para darle la connotación, ya no de revolución, sino de revuelta, de borrachera y de saqueos.


La explosión colectiva fue de tal magnitud, a nivel nacional, que se tatuó en el imaginario colectivo la relación inicial entre “asesinato de Gaitán-insurrección” para, pasado el tiempo, transformarse en “Gaitán-bogotazo”, cuando lo que es indispensable para nosotros, sus seguidores ideológicos, es que el pueblo colombiano recuerde que Gaitán fue precursor de la Democracia Directa, en cuya ruta concibió la necesidad de transitar por la Democracia Participativa, mediante la transformación de la cultura delegataria preponderante, propia de la Democracia Representativa o burguesa, para construir una cultura participativa con la cual, como él mismo lo decía: “ despierte en el pueblo voluntad para regir directamente sus destinos”.


Su propuesta fue sumamente exitosa, por lo que es importante conocer las razones de su reconocido logro. Gaitán, en sus estudios adelantados en la Real Universidad de Roma  para aplicar al doctorado en ciencia penal, se especializó en psiquiatría, afirmando en su tesis de grado que no existe el libre albedrío, sino que es el subconsciente el que nos mueve a actuar, afirmación que hoy en día confirmaron los experimentos científicos realizados por la neurociencia. El profesor Roth, director del famoso instituto alemán “Max Planch” nos hará saber que “el libre albedrío no es tan dueño de sí mismo como a él mismo le agrada creer… el acto de la voluntad no puede ser la causa del movimiento, sino únicamente una sensación que acompaña el movimiento mismo”. Es lo mismo que Gaitán había dicho años atrás:  “La escolástica, para demostrar el libre albedrío, dice que nosotros nos sentimos libres, y esto es natural y se explica, porque en el momento en que nuestra razón razona, es porque ya es un momento en que esos factores se han cristalizado por fenómenos psicológicos anteriores. Ya hay, pues, una afectividad sobre la cual se ha repercutido el medio y entonces se cree ser libre… Cuando se entra a actuar es en un plano secundario muy avanzado que ha pasado por el subconsciente. El consciente nuestro pasa a una segunda categoría, contra el cual nada vale nuestro rechazo”.


Ese subconsciente, motor de nuestras acciones,  está lleno de prejuicios, de “quistes psicológicos”, como él los llamaba. Realizar una reingeniería cultural que borre esos quistes es un proceso largo y difícil. Por ello Gaitán pensó que era más fácil convertir al partido liberal en un partido socialista, en un partido del pueblo, como lo manifestó, que romper el apego atávico al apelativo liberal. De modo que a Gaitán y su parábola vital, hay que analizarla desde su óptica científica. No era un llamado a la participación desde posiciones empíricas sino apoyándose en la ciencia. Por tanto, es urgente una reingeniería cultural para que el legado ideológico de este líder popular se transforme en las asociaciones de ideas: 1º “Gaitán-poder popular” “Gaitán-socialismo”.


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