Septiembre 22, 2024

Los hermanos Walker Prieto, de las enseñanzas de Hurtado Cruchaga a las de Medina Estévez

walker_ignacio

walker_ignacioRicardo Boizar escribió un libro, Las voces del púlpito, la política y la calle. Eran los tiempos en que los falangistas seguían las sabias enseñanzas progresistas del  Padre Alberto Hurtado, cuando el Cardenal José María Caro estuvo, varias veces, a punto de excomulgar a estos seguidores de “Cristo Rey” por  ser compañeros de ruta de los comunistas.

 

Los falangistas y, posteriormente, los democratacristianos eran católicos progresistas, lo cual explica por qué Eduardo Frei Montalva, a pesar de ser un católico de “pelo en pecho”, fue  capaz de promover los métodos anticonceptivos avanzados para la época – la píldora, el anillo de cobre y otros – y el aborto terapéutico. La iglesia, a pesar de ser partidaria de Ogino y la continencia periódica, no se atrevió a oponerse al Presidente Frei en su avanzada política respecto a los derechos reproductivos de la mujer.


Antaño, don Horacio Walker Larraín,  Eduardo Frei Montalva, Rafael Gumucio Vives, y Radomiro Tomic, entre otros, escuchaban Las voces del púlpito, del Padre Hurtado, de Manuel Larraín y Fernando Vives en que planteaban una visión respetuosa sobre los derechos reproductivos de las mujeres, encontrando mucho más escandaloso la repugnante brecha entre ricos y pobres – que poco hizo la Concertación para acortarla – que la despenalización de las mujeres que  se ven obligadas a abortar, producto de la violación o de malformación del feto; siguiendo el ejemplo de Cristo, jamás tirarían una piedra contra la mujer adúltera.


Lo que va de ayer a hoy: los hermanos Walker ya no siguen las prédicas del Padre Hurtado, sino las del cardenal Medina Estévez, es decir, han pasado del santo jesuita al franquista “san Pirulín”, formando alianzas espurias con al UDI: dicen defender la vida, pero terminan enviando a la cárcel a las mujeres violadas; dicen que son partidarios del pluralismo y del debate libre, pero lo limitan en el senado; un  día hacen abluciones con agua bendita de cura Medina y al otro día van a la misa del Padre Montes.


Tanto la Democracia Cristiana, como la Iglesia de hoy, han elegido el camino de la reacción con el consecuente distanciamiento de la gente, producto de su mentalidad inquisidora y autoritaria. Es muy triste que los antiguos falangistas, sus descendientes se estén convirtiendo en aliados de los conservadores más recalcitrantes – la UDI – para impedir que se legisle por el respeto a los derechos reproductivos de la mujer.

 


Rafael Luis Gumucio Rivas

19/03/2012                   

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *