Enero 2, 2025

En época de confusión, surge una leve claridad

atenasmayo2010

atenasmayo2010Si se observan las líneas básicas de la situación presente se ve un quiebre inédito en la relación del hombre con el planeta: se alcanzó los límites del ‘hogar’ y tendrá que cambiar su forma de vida.

 

Al no aceptar esa objetividad los discursos y acciones de multitudes movilizadas, grupos de poder y militantes de izquierda, carecen de una dirección coherente. Dan vueltas contradictorias según las coyunturas. Los ocupas, Siria, Libia, los indignados, el fin del casquete Ártico, el hambre en África… son piezas que no encajan en una visión.


Centros académicos y de investigación conocidos como ‘think tank’ le han aconsejado al Grupo de los 20 tratar temas más allá de los coyunturales como la crisis en Europa, ocuparse de los retos de mediano y largo plazo… el empleo, el desarrollo sustentable… el impulso al crecimiento verde, el financiamiento para enfrentar el cambio climático, la seguridad alimentaria [Xinhua].


Por su dependencia del sistema ellos no llegan a la raíz, la inviabilidad del capitalismo, pero develan que no se piensa sobre lo que sucederá al hoy.


En marchas masivas algunos jóvenes europeos expresan su rechazo a vivir como los chinos, en países en desarrollo se lucha por mejoramientos particulares dentro del orden. No buscan una explicación para toda la humanidad que incluya a los más pobres y seguramente no saben que les tocó vivir en el momento en que el mundo ya no podrá seguir siendo explotado como lo ha sido desde la revolución industrial.


Para proyectar su presente, rabiosos los empresarios globales occidentales –pese a todo los más claros- mediante campañas de prensa publicitarias, sabotajes, sobornos, bloqueos, intervenciones armadas, se abalanzan tras los recursos de Iraq, Irán, Libia, Venezuela…; pero al mismo tiempo vacilan sopesando el giro histórico que implican sus últimos fracasos militares, su debilidad económica, la inestabilidad por el descontento de sus pueblos, la resistencia nuclear quizás imposible de doblegar del capitalismo ruso y los comunistas y empresarios chinos, que tratan de asegurarse un trozo de un crecimiento material insostenible.


Lo peor es que la misma perplejidad se da en izquierdistas que creen que aún están las condiciones naturales que de alguna manera había en el siglo 20 o que no es conveniente contradecir la ilusión popular de una abundancia revolucionaria para siempre.


La época es difícil pero comprensible, si se quiere entenderla, el desconcierto es responsabilidad personal.


La piedra angular del pensamiento debe ser que la historia que viene –si no ocurre lo peor, una guerra atómica a la que no se sobreviva- será absolutamente diferente a todo lo conocido.


Afortunadamente hay pequeñas señales de una reorientación de la vida social hacia un regreso a lo sostenible y simple.

Hugo Chávez dirigiéndose a trabajadores los llamó a “vencer los demonios y ambiciones materialistas”. [Telesur]


En China el partido comunista ha ordenado a los medios de comunicación dar una intensa cobertura a la campaña “Aprender de Lei Feng” destinada a impulsar a la gente a ‘practicar las buenas obras’. Lei Fei, un joven soldado chino de la década de los 60 del siglo XX, se hizo famoso por haber dedicado casi todo su tiempo libre y dinero para ayudar desinteresadamente a los necesitados. Como parte de ella Xinhua contrapuso “la erosión de la adoración al dinero, el hedonismo y el individualismo extremo” y la pregunta “¿Si fueras una gota de agua, te gustaría proporcionar humedad a los campos; si fueras un rayo de sol te gustaría iluminar una porción de la oscuridad; si fueras grano de arroz, te gustaría alimentar una vida?”


La humanidad tendrá que ir constatando que el Hombre nuevo no era una opción sino una necesidad de la biosfera. Hay que ser actor de ese esclarecimiento.


Contacto romulo.pardo@gmail.com

Rómulo Pardo Silva

www.malpublicados.blogspot.com

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