Luciano Fouillioux, abogado defensor de la ex directora de la Onemi Carmen Fernández, acusó que el Ejército no informó a la ex Presidenta Michelle Bachelet ni al resto de los funcionarios que se encontraban en el organismo de emergencia la madrugada del 27 de febrero de 2010 que su sistema de comunicaciones “Torrente” estaba operativo, lo que -a su juicio- pudo incidir en la mala toma de decisiones, publica Radio Cooperativa.
“Según los antecedentes que tenemos, la red interna de comunicaciones del Ejército siempre estuvo operativa. La información por propios altos oficiales y ex ministros de Defensa es que en el Ejército estuvo siempre operativo -felizmente- el llamado Plan Torrente, que es un sistema encapsulado de comunicaciones internas dentro de las unidades militares, que nunca sufrió corte de ninguna naturaleza”, dijo Fouillioux a La Tercera.
Según opinó el jurista al respecto, “si se hubieran puesto al servicio, del primer minuto, de autoridades civiles y políticas, las comunicaciones (del Ejército), hubieran fluido de una manera infinitamente mejor” las informaciones y “probablemente hubiera podido permitir, no obstante los errores del SHOA, que las autoridades políticas hubieran podido tomar decisiones”.
Con “Torrente” disponible “probablemente se habrían mejorado sustantivamente las comunicaciones y la toma de decisiones por parte de quienes tenían que tomar las decisiones, dado que estaban colapsadas todas las otras redes de comunicación”, insistió.
El profesional dijo que “el Gobierno de Bachelet se enteró” de esto recién “cinco o seis días antes de dejar el poder, hacia la primera semana de marzo, puntualmente. Esa es mi impresión. Por lo menos es lo que yo conozco”.
Fouillioux atribuyó esto “a una mala decisión de los mandos de la época”, quienes deberán explicarlo, indicó a esa emisora.