El grupo Anonymous ha anunciado una serie de contraataques dirigidos contra los sitios de la Casa Blanca, FBI, del Departamento de Justicia de EE. UU. y de la compañía Universal Music Group (UMG), entre otros. Como resultado, la página web del Departamento de Justicia y la de UMG se han caído. Otras páginas que han sufrido la acción de los ‘hackers’ han sido Warner Music Group y Sony Music.
Anonymous bautizó su acción como ‘Operación Represalia’ y asegura que es una respuesta a la redada recientemente realizada en contra de la página de descargas Megaupload.com.
La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) impresionantemente ha cerrado la famosa página de descargas, que es ampliamente popular en todo el mundo. Además detuvieron a varias personas, trabajadores del sitio, por un supuesto delito de piratería informática. Las redadas se realizaron en EE. UU. y otros nueve países.
Tras la investigación, que ha durado varios años, los agentes del FBI han acusado a la página de descargas de organizar “una entidad criminal responsable de una gran red de piratería informática mundial”. Asimismo, afirman que la actividad de Megaupload ha causado más de 500 millones de dólares de daños a los derechos de autor.
Las acusaciones de las autoridades se basan en la reproducción y distribución ilegal de archivos infringiendo las leyes de la propiedad intelectual. Según aseguran, entre tales archivos figuran películas antes de su estreno comercial, música, programas de televisión y libros electrónicos, entre otros.
El FBI en su comunicado subraya que la operación reciente “se encuentra entre los mayores casos criminales contra los derechos de autor realizados por Estados Unidos y ataca directamente el mal uso de un depósito de contenido público y distribución para cometer y facilitar el crimen contra la propiedad intelectual”.
Mientras tanto, pese a que el operativo ha tenido lugar tan solo un día después de las protestas masivas en internet contra los controvertidos proyectos de ley SOPA y PIPA, que pretenden combatir la piratería ‘online’, el FBI insiste en que la operación llevada a cabo no tiene nada que ver con dichas normativas.