No puede haber marcha atrás. La justa indignación debe dar el paso histórico…
La imperiosa necesidad de construir, dotarse de orgánicas, o instancias, o plataformas, o de un programa que sea el reflejo en la voluntad de avanzar es tarea impostergable, es una cosa de ahora. La construcción de una mayoría capaz de colocar al sistema en jaque es posible. Se sabe que el modelo suele temblar cuando desde cada rincón brotan las reivindicaciones que por tanto tiempo se han postergado; llegó la hora en que estas demandas deben ser canalizadas, y sustentadas de manera creativa… para que nadie se quede sin soñar.
Los gritos de un nuevo modelo educativo para Chile dejaron al descubierto el atraso que intencionadamente mantienen los sectores que más beneficio logran con un derecho fundamental. No se conoce en la historia del país ganancias tan millonarias por administrar escuelas, liceos, y universidades tales como las que en realidad se muestran cotidianamente. La relación entre modelo educativo y el lucro queda en evidencia cuando la derecha en el senado y el empresariado de La Moneda, critican y condenan a los que buscan otras alternativas para acercarse a la educación como un derecho inalienable. La defensa del lucro es una cuestión… de clase.
Chile es un país con un modelo de institucionalidad agotado que descansa en la más absoluta ilegalidad.
La natural indignación ante el enorme desequilibrio social que genera este modelo que se cae a pedazos, dieron toda la razón a la generación que de manera resuelta sale para sumar una mayoría en la conquista de derechos fundamentales, la que reivindica una nueva institucionalidad. Se habla para los tiempos cercanos de convocatorias y procesos en la formación de una mayoría necesaria y participativa. Es muy largo el listado de beneficios que tienen los dueños del poder, y muchas veces más larga, el listado de las deudas de millones de hombres y mujeres, todos hipotecados, todos con el futuro cercenado.
Es muy cierto que los grandes problemas que tiene Chile son conocidos por todos, todos victimas del modelo, todos agredidos por unos cuantos dueños de casi todo. Se sabe que la educación chilena caducó, que no está diseñada para resistir los tiempos, ni para que las futuras generaciones puedan encontrar las respuestas que en los próximos decenios se deben dar como país, eso que se llama… futuro.
Una gran mentira y fraude la constituye el sistema previsional que fue diseñado para favorecer a los banqueros, a los que controlan las grandes sumas de dinero que transitan entre unas cuantas manos. La próxima generación de jubilados está destinada a vivir dos veces más miseria que la que los azota en los tiempos actuales, y este es también un asunto en absoluto menor de los tiempos actuales.
Los estudiantes constataron que desde el gobierno nunca existió la voluntad de aceptar alguna de las propuestas del movimiento estudiantil. Todo el aparataje gubernamental apostó al agotamiento, al desprestigio, lanzar el viejo discurso de la intolerancia y lo desmedido de las reivindicaciones. La derecha trabajó fuerte para que los intereses de los que se lucran no corran peligro alguno… defensa absoluta del modelo.
El centro político opositor miró como una generación de jóvenes los dejaba sentados en sus miserias. Miles fueron los que confirmaron como los administradores del modelo nunca tendrían la voluntad por alterar la nefasta herencia institucional heredada de la dictadura. El centro político constató y tomó nota de lo que millones de chilenos reclaman como asuntos urgentes, tan indispensable como una nueva Constitución, el fin del sistema binominal, sentar las bases de un nuevo sistema previsional, de la imperiosa necesidad de renacionalizar las riquezas básicas, de terminar con la fuente inagotable de millones de beneficios que significa el sistema de salud.
Es de público conocimiento que el centro político opositor no hará nada. Dirán muchas cosas, hablarán fuerte, pero finalmente terminarán rindiendo cuentas al modelo y al empresariado que les financia sus campañas.
La clase política chilena, esa que durmió tranquila durante veinte años, la misma que viaja en el avión del presidente/empresario, descubre ahora al escuchar lo que la calle exige, habla que llegó la hora de empezar a discutir los asuntos para una nueva institucionalidad, el PS/PPD/PDC/PRSD descubren que el binominal debe ser cambiado. Ahora salen en defensa de la educación pública cuando durante sus gobiernos traicionaron al movimiento estudiantil segundario.
La lección hay que darla por aprendida…
La nueva generación sabe que sus esfuerzos intentarán ser capitalizados por los concertacionistas encantadores de serpientes. Hay sectores que sacan cuentas alegres, que tienen un candidato y le suman y suman votos. Hay miserables que descubren hoy un Chile desigual luego de veinte años administrando el modelo. La nueva generación debe suponer que el centro político trabaja para su reinstalación en La Moneda el 2014, con el mismo modelo del 2006-2010, aunque ahora sin duda alguna, se harán más visibles otros personajes de la izquierda tradicional antigua.
Bajo el paraguas de los indignados hay espacio para todos. Es allí donde crece el debate, es allí donde queda demostrado que la voluntad de cambio es real e indispensable para los nuevos cimientos de un país diferente. La voluntad de los convencidos y de los por convencer es un camino que debe ser recorrido por todos. Se sabe que la suma de voluntades no es tarea de una mañana, son muchos los tiempos calendarios, hay tiempos de pasos rápidos y algunos más lentos, pero todo aquello que se llama marcha no solo se debe entender como pasos en la calle, es la voluntad de cambio que se construye entregando a cada indignado, a cada inconformista, a cada militante, o creyente, a todos los anarquistas una razón para avanzar, para sentirse indispensable, fundamentales y necesarios…constructores.
Para un país diferente, ahora es el tiempo de la nueva izquierda. Llegó el tiempo para construir el espacio que les pertenece históricamente, la nueva izquierda debe instalarse ahora con su programa, ahora candidatos propios, ahora sus banderas y canciones, ahora con una articulación nacional, así hará que nazca una alternativa. Nada sería más trágico que trabajar para…ellos.
Ciudadanos… son millones los que esperan convertirse en actores y constructores de sus propios sueños, todas esos millones de voluntades no pueden ser pasajeros de segunda clase esperando el tren de los tiempos. Esos millones no pueden ser el agua para molino del reformismo, del revisionismo, de los abrazos… ni para el centro.
Los próximos pasos deben estar orientados a la suma de voluntades, a la tarea de sumar a los deudores históricos, a los traicionados en una alternativa real. Es ahora cuando debe nacer la indispensable alternativa programática que convoque a todos los sectores, allí están las razones para seguir creyendo que todo es posible