Porque la Educación en el conjunto del planeta no forma hombres libres sino personas programadas para seguir señales, instrucciones, adoctrinamientos decididos por los dueños del capital. Para saber lo que se lucha en Durban habría que realizar una búsqueda independiente y eso está fuera de lo enseñado y aprendido.
Las mujeres y los hombres con autonomía para pensar, criticar, proponer, actuar según los hechos de la realidad son minoría. La mayoría pasivamente hace propio el pensamiento que le entregan los empresarios a través de la escuela, la religión, la publicidad, el periodismo…
La multitud se deja conducir a los entretenimientos y a las discusiones superficiales políticas, económicas, culturales… hasta toma bando apasionada.
Es comprensible el acarreo en los pobres. Ellos son muchas veces analfabetos o tienen poca escolaridad, millones carecen de electricidad y por tanto de radio y televisión.
Lo vergonzoso es que profesionales de alta capacidad científica, tecnológica, de gestión; profesores, pequeños o medianos empresarios con estudios medios o universitarios actúen como masa, carezcan de iniciativa personal.
Los poderosos hacen que las clases de ciencia, tecnología y sociedad dejen en los educandos el barniz de individualidad intelectual necesario para ser útiles. Pero no una actitud integral para que sean capaces de sacar conclusiones libres de su historia, del mundo que les rodea y del futuro objetivo de sus descendientes.
En la prestigiosa universidad de Harvard los estudiantes denunciaron la táctica del sesgo, la enseñanza sin discusión crítica, sin alternativas. Mostraron que incluso existe un condicionamiento para el nivel selecto.
La máquina de la educación en todas sus formas logra además cegar con el concurso de ingresos, compras, viajes, ropas, deportes, computadores… a una ciudadanía ‘culta’ que podría distanciarse de lo que se le hace creer desarrollando criterios propios.
Peor aún un buen número de personas que se consideran de izquierda no escapan al marco de la educación acrítica en que se han formado y viven. Se imaginan liberados porque discuten pero siguen aprisionados en los temas del programa sin leer todos los datos de la realidad más profunda.
¿Qué está pasando en Durban? Algunos dirán que algo sobre el calentamiento global… Que hace más calor.
Lo normal es que los problemas estratégicos pasen sobre miles de millones de personas como reflejos confusos incomprensibles… poco interesantes
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Rómulo Pardo Silva
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