Unas 600 personas protestaron ayer por la tarde lunes en Santiago contra el homenaje organizado a uno de los mayores represores de la dictadura de Augusto Pinochet, el ex brigadier Miguel Krassnoff, quienes fueron reprimidos por fuerzas especiales de carabineros.
Los manifestantes atacaron con huevos, pintura y tierra a los asistentes del acto que organizó el alcalde del municipio de Providencia, el ex coronel del ejército Cristián Labbé, para homenajear a Krassnoff, militar condenado a 144 años de prisión por unos 23 crímenes de lesa humanidad.
Bajo intensos gritos de “¡Asesino, asesino!”, y gruesas disputas verbales, los manifestantes intentaron evitar el ingreso de los asistentes al homenaje, que se realizó en el Club Providencia.
Los manifestantes arrojaron también palos y piedras a efectivos de fuerzas especiales, que llegaron hasta el lugar para disolver la manifestación a través del uso de gases lacrimógenos y chorros de agua.
Antes del inicio del evento, hubo un aviso de bomba que motivó la revisión del recinto, pero no su desalojo.
La protesta se extendió por más de tres horas y dejó al menos cuatro policías heridos, además de varios detenidos, según datos preliminares de la policía.
“Es una actividad que nunca se tuvo que haber realizado”, señaló Mireya García, de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos. “Es una afrenta a la democracia, a la memoria de las víctimas, a la sociedad chilena”, añadió.
“No quiero que en Chile, el que piense diferente sea aplastado. O en este país se tiene una sola visión o no se puede vivir”, respondió el alcalde Labbé, miembro junto a Krassnoff de la Dirección Nacional de Inteligencia Nacional (Dina).
Pese a convocar al acto, Labbé no asistió a éste.