La insensibilidad de los ricos hacia la pobreza de los oprimidos es histórica. Se establece en el momento en el cual se instalan en los grupos sociales más numerosos las ideas y prácticas que hacen la diferencia entre los que tienen poder de obligar a otros a hacer su voluntad, y los que aparentemente no tienen otro camino que someterse.
Desgracia de la raza humana, ¿irremediable? No creo. Muchos son los esfuerzos, inversiones millonarias, miles de personas trabajando, para mantener un estado de situación y una forma de entender y vivir el mundo y la vida en la sociedad nuestra. No es “natural” todo lo que pasa. Como se empeñan en convencernos a través de los medios de dominio social modernos electrónicos digitales, que fijan los marcos de emociones y pensamientos, hace evidente que estamos sujetos a un sistema de dominio social clasista y totalitario.
Hay un sentimiento compartido cada vez más consciente y amplio en el sentido de que los actuales dirigentes del mundo son unos incapaces de temer. En la política y en la religión, que son dos campos en los cuales la carencia de capacidad, grandeza de espíritu e inteligencia y sensibilidad humana más daño producen y provocan.
Esto es lo que estamos viviendo. En el diario de hoy, sin ir más lejos, tenemos dos ejemplos elocuentes. En la política, el presidente de gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, quien a punto de dejar su cargo, sin paso previo por el parlamento, y sin el referendo popular imprescindible para un paso semejante, firmó un acuerdo en el marco de
En el campo religioso institucional, tenemos en Chile a individuos como el cura Raúl Hasbún. Personaje muy curioso, como salido de un mal cuento que desde luego no escribió el autor de las mil y una noches.
El tipo tiene que ver con la antigua serie de televisión sombras tenebrosas.
Ha vuelto a gozar de tribuna medial, escribe y sale en televisión en medios de extrema derecha. Como en sus viejos tiempos sigue amenazando con las penas del infierno a los revoltosos y rebeldes, y haciendo llamados al orden, que en su caso se trata del orden militar autoritario y fascista.
Sería por el año 1995, yo vivía en