Enero 2, 2025

Agresión en Chile a periodistas argentinos

Sin que hiciera noticia en Chile, el periodista argentino Mario Giordano, de la Televisión Pública Canal 7 de ese país, fue atacado por un grupo de encapuchados mientras cubría las manifestaciones del domingo 11 de septiembre en Santiago, en ocasión del 38° aniversario del golpe que derrocó al presidente Salvador Allende. Giordano, del noticiero Visión 7, que fue atacado sorpresivamente desde atrás, recibió patadas en la zona lumbar, lo lanzaron al suelo, le provocaron fuertes contusiones y, además, la rotura de su micrófono, denunció el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA).

 

 

 

En este incidente, que no fue reportado por los grandes medios chilenos, el lumpen encapuchado que suele estar integrado por miembros de Carabineros infiltrados en las manifestaciones populares chilenas para promover agresiones y desacreditar al movimiento social,  también fue agredido el camarógrafo que acompañaba a Giordano en la cobertura, Marcos Novo, quien sufrió heridas leves en su mano, le arrebataron y destruyeron la cámara, aunque pudo salvar el material grabado. El equipo periodístico estaba integrado también por el técnico Gustavo Boxler.

Giordano fue atendido en una clínica, donde le prescribieron dos días de reposo absoluto, que lo obligaron a permanecer en Santiago hasta el miércoles 14. El equipo periodístico de Canal 7, que no quiso formular una denuncia  judicial en Chile, recibió la asistencia del Consulado de su país y una llamada personal del embajador argentino, Ginés  González García.

La Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (CIAP), de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP) se sumó a la exigencia de FOPEA de una investigación de las autoridades chilenas sobre esta agresión, además de solidarizarse con Giordano, Novo y Boxler. Resulta jmuy extraño que Carabineros de Chile muestre su absoluta incapacidad de controlar al lumpen encapuchado que emerge con sus agresiones en la periferia de manifestaciones populares realizadas en absoluto orden y tranquilidad, incluso con niños menores acompañados de sus padres, como fue la del 11 de septiembre en el cementerio, que tampoco existió para la televisión chilena. En cambio, la fuerza policial para-militar descarga toda su brutalidad sobre los manifestantes indefensos, con su parafernalia de armaduras, bastones, armas, vehículos lanza-gases y camiones lanza-agua.

 

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