La cueca en un baile de parejas suelta, la danza es un coloquio amoroso entre el hombre y la mujer. Ambos bailarines llevan un pañuelo en la mano derecha que ondean al aire, trazando círculos, con vueltas y medias vueltas, alternado por diversos floreos y zapateos.
Según los estudios históricos, antropológicos y musicológicos, el origen de la cueca no está definido, existen varias posturas. Hay quienes dicen que proviene de la “Jota” española (cuyo contenido de canciones es diverso, abarca el patriotismo, lo religioso, las picardías sexuales, hasta los entierros). En la cueca, el pañuelo habría reemplazado a la castañuela.
El historiador peruano Rómulo Cuneo Vidal indica que la zamacueca es de origen indígena. El nombre deriva del quechua zawani (danza del descanso campesino), luego de una semana de trabajo. Opinión que estaría respaldada por huacos de cerámica de la cultura Mochica, en que hombre y mujer portan pañuelos u otro objeto.
Fernando Gonzales Marabolí, cita que la cueca tiene un origen árabe: “A lo que nosotros llamamos cueca es el canto a la daira del fabuloso imperio de los árabes que difundió la dinastía de los Omeyas por medio de la escuela de Medina y pertenece a los sones de la Zambra”. “La coreografía de esta danza implica el cortejo y conquista de la mujer por el hombre, y se desarrolla dentro del círculo o redondel imaginario (el mundo, que continuará si las mujeres tienen hijos). Está relacionado con la estructura matemática que rige el desarrollo de la poesía por medio del canto”.
José Zapiola (1802-1885), opina que su origen es peruano. En su obra Recuerdo de treinta años (1872), dice: “…desde el año 1823, Lima nos proveía de sus innumerables y variadas Zamacuecas…” Explica que en la Expedición Libertadora del Perú, al mando de J. de San Martín Y B. O’Higgins, participaron muchos negros y que por las noches animaban tertulias con guitarras, danzas y cantos populares y que los soldados chilenos lo trajeron en su retorno al país.
Contrariando esta versión Benjamín Vicuña Mackenna (1831-1886) en su ensayo La Zamacueca y la Zaragueña (1882) expresa: “Trajéronla a Chile, primero que al Perú, a fines del siglo pasado, los negros que por esta tierra pasaban vía Los Andes, Quillota y Valparaíso, a los valles de Lima desde los valles de Guinea…” Lo que hace supone ser una danza Africana, que pasó por Chile y en Lima, Perú se hizo con el nombre de Zamacueca, para retornar por el año 1824, según anota Zapiola.
El músico Nicomedes Santa Cruz afirma que su origen es africano, que la bailaban zambos y negros. La “Zamba clueca” es donde la zamba (mestiza de negro e india) realiza movimientos como una gallina “clueca” que ha puesto un huevo. Clueca viene de “Cuque” dialecto de kibundo que significa “venir para empezar el lundú”. En 1800 era “Zamba clueca” y en 1824, “Zamacueca”. Por estos conceptos algunos folcloristas de la danza popular, le dan una explicación zoomórfica a la cueca, derivándola de “clueca”, viendo el entusiasmo que pone el gallo por seducir a la gallina y el aire aceptativo que adopta esta, actitudes expresados por los gestos del huaso y la huasa.
No obstante, el musicólogo argentino Carlos Vega (1898-1966), en sus ensayos sobre música chilena dice que la cueca es de origen hispánico, proviene de los antiguos fandangos arábigo-andaluces. La opinión estaría reforzada por la manera de impostar la voz, el uso del pandero hexagonal, la forma de cantar en rueda, la chaquetilla y el sombrero del huaso. Finalmente Vega, afirma que de la cueca chilena derivan la zamba Argentina y otras danzas de América morena.
Luego los orígenes de la cueca, se remontarían a los últimos años del virreinato del Perú y la Audiencia de Charca (hoy Bolivia), se habría hecho popular durante período independentista en las jóvenes repúblicas. Y más adelante surgirán sus variaciones de música, ritmo, coreografía y canto. Perú tendrá la marinera limeña, norteña, puneña y serrana. En Bolivia con la cueca chaqueña, tarijeña, cochabambina, paceña, orureña, potosina. A la Argentina, la cueca chilena habría ingresado vía Mendosa, donde se difundió a otras provincias y están la cueca cuyana, riojana, jujeña. En cada país con sus peculiaridades. La cueca se halla en Colombia, México y otros países.
Si la cueca se deriva de la jota, fandango, zamba, u otro origen, lo cierto es que en Chile se baila desde 1824, conocida primero como “la chilena”, o zamacueca, así lo reportó Diego Portales en 1830. En los salones o casas de canto se ejecutaba con arpa y guitarra, y en las chinganas (tabernas, ramadas o fondas improvisadas, con frágiles mesas donde se bebía y bailaba), sean del campo, aldeas y minas, se armaban tabladillos para los bailarines, guitarreros y cantores. Allí la cueca se acompañaba con arpa, piano, acordeón y pandereta. Mientras decaía en las ciudades.
La zamacueca habría pasado al campo, donde adoptó su nuevo nombre, donde adquirió una personalidad campesina y de donde se recogió a fines del siglo XIX. Hacia los años 20, la cueca fue llegando a los salones de baile de la elite política y económica, que buscaban construir la identidad nacional. Eran los tiempos de los grupos de los huasos camperos como el Dúo Rey-Silva (1935), Los Hermanos Campos (1935). Recién el año 1940 la cueca tiene un reconocimiento oficial. Se hacen famosas “La rosa y el clavel”, “La consentida. Emerge Silvia Infanta y los Cóndores (1960), luego Los Perlas y Los Caporales (más “rotos chilenos que huasos) y que van abriendo espacios a la cueca hasta que se apaga tras el golpe militar de 1973.
Al no existir en el país un baile nacional, el gobierno militar bajo el decreto N° 23 del 18 de septiembre de 1979, decretó la Cueca como Danza Nacional. Diez años después, el 17 de septiembre, se declaró como el Día Nacional de la cueca.
Solo a partir de los años 90 se rompe la rigidez de la cueca con el gran impacto de Los Tres de las “cuecas choras” de Roberto Parra. Siguieron la ola Los Chileneros, Los Afuerinos y otros que con su creatividad dieron aire y visibilidad a la cueca chilenera. A ellos se sumaron las manifestaciones regionales: la cueca nortina con su sonido de bandas de bronce, con zampoñas y sin cantos, la cueca Chilota con sus seguidillas, Los Jaivas con “Cholito pantalón blanco”, Joe Vasconcellos con “Frutillas”, el grupo Congreso, que la van dando un repertorio más amplio y rico a la cueca y música chilena.
Hoy se tiene un gran repertorio de la cueca. Se tiene la cueca Nortina más rápida, rítmica y balseada, que al finalizar se baila un trote y es muy similar al cachimbo. Está la cueca criolla centrina caracterizada por su gran picardía. La cueca campesina lenta, poco picaresca, la mujer casi no mira al hombre y termina con un vals. La cueca Porteña muy normal pero de expresión más desenfrenada. La cueca Chilota muy zapateada y saltada para entrar en calor y donde la mujer busca al hombre que es más indiferente que en el Chile central. La cueca larga, la robada y la balseada.
Con sus caracteres la cueca ya está creada, es chilena, ya no importa tanto el origen y lo que se tiene no hay en España, Arabia, ni África. Es un símbolo que ya está encarnada en la nación y se comienza a consustanciar con lo chileno. Resumiendo, la cueca en su sonoridad y coreografía cambia según la región y sus cultores en el país, se dice que representa la parte más genuina de la chilenidad, existe un decreto legal que le da condición de danza nacional y pareciera estar lejos de ser cuestionada, sin embargo, existen algunos puntos débiles o polémicos:
a) A pesar de haber transcurrido más de dos siglos de vida republicana, la cueca se baila una semana y con mucho esfuerzo durante el mes de septiembre, y el resto del año, los chilenos bailan otras danzas y pocos se acuerdan de ella, a pesar que es una obligación que los niños lo aprendan en el colegio.
b) La realidad es que el resto del año la chilenidad baila música pachanga (cumbia, reggaetón, rancheras) y música centroamericana (merengue, salsa, bachata y otras), la cueca ocupa uno de los últimos lugares.
c) Chile es un país pluriétnico y multicultural. Es decir, tiene más de siete pueblos indígenas y estos, se sienten incómodos que se les imponga una danza, que no los representa y las suyas se ven menoscabada con el rigor con que se promueve la Danza Nacional.
Francisco Vera Millaquén, dirigente mapuche expresa: “La cueca es una danza introducida por los españoles desde afuera de este continente. Por lo tanto, para los pueblos originarios no reviste mayor importancia, porque no los identifica y por eso, no se interesan por aprenderla. Los pueblos indígenas lo respetan como símbolo cultural de los chilenos y por lo demás su demostración es muy bonita. Pero para el mapuche no significa nada, no representa nuestras tradiciones. A pesar de los esfuerzos que hicieron los profesores para que lo aprendiera, yo nunca pude hacerlo”.
Otro ejemplos, el baile nacional de Colombia es la cumbia y los colombianos la baila todo el año y cada día. Igual hacen los peruanos con la merinera. ¿Qué pasa en Chile?
La pregunta que surge es ¿La cueca representa realmente el espíritu de la chilenidad? ¿Los chilenos tienen de verdad una identidad definida, igual que los Mapuche, Aymara o Rapa Nuí?