El renacimiento de la figura de Violeta Parra gracias a la película de Andrés Wood aparece en un buen momento de la historia chilena. Cuando la levadura de los estudiantes tiene a las marraquetas del alma saliendo del frío.
Leer la autobiografía en décimas es una experiencia que al poco andar te hace salir del formato y entrar en una memoria nuestra no contada por el señorío inculto de la tierra esta con tembladera.
Los tapices de su autoría mearon muy bien París.
Porque hasta el día de hoy hay quienes califican esos tejidos salidos de la intuición como “artesanías” y no como arte mayor.( http://youtu.be/W_QI2EgLiKk)
O que el tema EL Gavilán no sea una de las grandes metáforas de Chile.
Canto,escritura y arpilleras.
Tres herramientas del gran arte que Violeta Parra nos dejó en la mesa de mármol chilensis.
Su trabajo de recolección de cantos a lo humano y lo divino. La Valentía de salir adelante criando y creando.
Escuchar su música. Leer su autobiografía.
Ir a ver “Violeta que estás en los cielos” es algo que nos ayuda a parecernos + a un gran Canelo que a un árbol de Pascua o a esos infinitos pinos malditos que secan de agua las comunidades mapuches.
La película de A.Wood se estrenó el jueves con apenas 21 copias centralizadas y logró ganarle en taquilla a la gringada.
Una película que la va a seguir rompiendo porque está realizada a base de fragmentos de obra y vida muy bien elegidos. El espectador se hace cómplice a poco andar. Que la gran actriz que la representa se llame Gavilán le hace cueca al gran tema “El Gavilán” que es uno de los grandes temas de Violeta Parra y que atraviesa la película junto a Maldigo del alto cielo y Arriba quemando el sol.
Grande Violeta Parra.