Mayo 12, 2025

Por una educación integral, democrática y gratuita

uchile_moneda

uchile_monedaEl Pueblo chileno, por más de dos décadas, es testigo de las discusiones bizantinas entre los dueños temporales del país, la oligarquía empresarial y sus administradores, la clase política pinochetista concertacionista: ¡Chile necesita un nuevo sistema educacional!

 

 

 

            Este montaje, para que todo siga igual, machaconamente lo plantearon los ministros de educación: La señora Aylwin, los señores Lagos, Arrate, Bitar, hasta Lavín y la educación chilena en general, y universitaria en particular sigue de mal en peor, produce vergüenza ajena, se debate entre el lucro, el fraude y la irracionalidad.

 

            ¡Basta ya de eufemismos¡

 

            Hoy los opositores concertacionistas fracasados, proponen una reforma, un nuevo sistema educacional que poco y nada difiere del propuesto, “GANE” del régimen reaccionario cesarista actual.

 

            ¿Dónde radica la discusión sobre la nueva reforma? No es necesario ser muy listo para contestar esta pregunta. El tema central dice relación con que ¿a quién se le entrega más dinero? A los empresarios privados de la educación o a la alicaída Educación Fiscal.

 

            No más mentiras, no se puede llevar a cabo una reforma por un nuevo sistema educacional sin cambiar el marco económico y político. Jamás se ha mezclado el aceite con el vinagre. En esta dirección, la sociedad chilena nunca tendrá una educación que responda a sus necesidades, lo mas grave aún es que no existe el menor indicio de que pueda tenerla algún día, en el marco del modelo económico y político impuesto por la dictadura de marras. La Educación chilena seguirá sumida en el lucro, los negociados, en la rutina y en la burocracia, porque no surge la idea, ni la más mínima propuesta original, para que la educación y la cultura chilena y la sociedad, sean más dinámicas, más creativa y más libre. Lo patético es escuchar al régimen cesarista actual y a la clase política exitista y autocomplaciente afirmar que estamos integrándonos en los países desarrollados y, a la vez, no se financian los medios claves para alcanzar realmente esas sociedades que ya, hace rato, aplican la revolución científica técnica, contando con  invenciones propias…

 

            La prestigiosa universidad chilena de ayer, hoy se debate sin su ley principal, la autonomía universitaria –académica, territorial y administrativa-, en una densa, enmarañada y oscura red de negociados, irregularidades administrativas e irracionalidades científicas.

 

            Cuando llegue la hora de la reforma, que es el fin último que justifica la autonomía universitaria, la universidad chilena estará no congelada, sino que petrificada, será un fósil definitivo y sin remedio.

 

            Seamos honestos, para ser justos: Un cambio de un sistema educacional/ cultural es una reforma de fondo y de forma, con una profunda toma de conciencia de un pueblo explotado y enajenado que exige el cambio económico/ político del modelo de sociedad.

 

            Que se entienda, la resistencia civil de los trabajadores, de los estudiantes y los profesores, de rechazo global al modelo de educación heredado de la dictadura de marras, seguirá hasta que no se presente al Pueblo chileno un proyecto educacional/ cultural integral, permanente, democrático, gratuito y científico, bajo el control del Estado. Esta es la única alternativa, el único camino para terminar con “el derroche de espíritu en un erial de vergüenza” como el que sobrevive el Pueblo chileno por casi cuatro décadas: “luz más luz”.

 

(*)  Secretario Ejecutivo ADDHEE/ONG

 

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