El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, sufrió este lunes una humillante derrota cuando los ciudadanos acudieron masivamente a votar en un referendo en el que rechazaron con 95 por ciento de sufragios los proyectos gubernamentales de energía nuclear, la privatización del agua, el aumento de las tarifas del líquido y la inmunidad judicial para el jefe de gobierno y su gabinete. Es la segunda derrota que sufre Berlusconi en un mes, luego de que su coalición de partidos de derecha perdió las alcaldías de las principales ciudades de la provincia, incluido su bastión de Milán, en el norte del país.
Berlusconi, quien decidió no votar en esta doble jornada electoral de domingo y lunes y llamó a los votantes a la abstención, fue ignorado por 57 por ciento de 47 millones de personas con derecho a sufragar, lo que significa la mayor tasa de participación en una consulta pública en los últimos 16 años.
Para la legitimación de los referendos, la ley exige 50 por ciento más uno de los votos y fue en 1995 la última vez que los italianos rebasaron la cifra requerida.
Luego que las autoridades electorales informaron sobre la votación, la oficina del primer ministro difundió un comunicado en el que dijo que su administración aceptará el claro
resultado de las urnas.
El gobierno y el parlamento tienen ahora el deber de aceptar completamente el resultado del referendo
, dijo.
Italia decidió en 1987 dejar la energía nuclear, pero en 2009 Berlusconi llevó al Parlamento un proyecto legal para reintroducir este tipo de energía en el país, por lo que se tenía planeado que en 2013 comenzara aquí la construcción del primer reactor de agua a presión en Europa, a cargo de la empresa francesa Areva.
La oposición de centroizquierda hizo campaña para alentar a los votantes a acudir a las casillas electorales y rechazar las iniciativas gubernamentales, mientras la debilitada alianza derechista apoyó el voto en favor de las iniciativas.
Pierluigi Bersani, líder del centroizquierdista Partido Demócrata, afirmó que el resultado del referendo fortalece el reclamo de la oposición para que Berlusconi renuncie al cargo y adelante los comicios parlamentarios previstos para 2013.
La votación llegó en un mal momento para el también magnate de los medios de comunicación italianos, que enfrenta cuatro procesos judiciales, uno de los cuales expone su presunta relación con una menor de edad –la bailarina Ruby– y una red de prostitución que sirvió para animar las fiestas privadas del magnate, según las versiones conocidas hasta ahora por las autoridades.
En uno de los juicios, Berlusconi es acusado de haber pagado 600 mil dólares al abogado británico David Mills, en recompensa por no haber declarado en su contra en dos procesos, lo que al parecer benefició a sus empresas. Il Cavaliere enfrenta otras denuncias por corrupción, fraude fiscal, apropiación indebida y abuso de poder.
A causa de estos litigios se han alejado de Berlusconi aliados políticos como Gianfranco Fini, en tanto dirigentes del partido Liga Norte son cada vez más distantes del primer ministro en asuntos de política interior, lo que aumenta la posibilidad de una ruptura que podría costar la mayoría a las fuerzas de derecha encabezadas por Casa de las Libertades, el partido del magnate.
En las elecciones locales hace dos semanas recibimos una bofetada; ahora con este referendo hemos recibido la segunda y no quiero que esto se convierta en costumbre
, advirtió Roberto Calderoli, uno de los ministros afiliados a Liga Norte.
Una economía estancada, uno de los niveles de deuda pública más altos del mundo y un desempleo juvenil de 30 por ciento están entre los problemas a los que se enfrenta este gobierno, marcado por las divisiones sobre temas como el apoyo de Italia a la guerra contra Libia, a cargo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
El ministro de Economía, Giulio Tremonti, a quien se atribuye haber protegido a Italia de la crisis financiera, ha sugerido la aplicación de una rígida disciplina presupuestaria, pero se enfrenta a una creciente hostilidad de los miembros del gabinete, alarmados porque su política se convierta en un veneno electoral.
Una nueva moción de confianza en el Parlamento, prevista para el 22 de junio, podría poner a prueba la mayoría del gobierno. Es la segunda vez en menos de un año que los legisladores introducen una votación en este sentido. El 14 de diciembre pasado, el jefe de gobierno sobrevió a un voto de censura en la Cámara de Diputados con una marginal diferencia de tres votos a favor. Como producto de las presiones, Berlusconi se vio obligado a renovar su gabinete el mes pasado.