Un paro estudiantil, protestas de rechazo al polémico proyecto de Hidroaysén, por el alza del pan, fuego cruzado entre actores políticos y fuerte presencia de Carabineros y vehículos militares en esta capital signan el actual panorama chileno, consignan hoy las agencias de noticias internacionales.
Amnistía Internacional está preocupada por la criminalización de la protesta social que a su juicio se está dando en Chile, según dijo a Efe una portavoz de esta organización defensora de los derechos humanos.
“Nos preocupa esta penalización de la protesta social, que es la señal que se da con la aplicación de la ley antiterrorista en algunos casos”, declaró la nueva directora de AI Chile, Ana Piquer.
La actuación de las fuerzas de seguridad en la represión de marchas y actos de protesta ha sido cuestionada en diversas ocasiones por agrupaciones de derechos humanos, organizaciones sociales e incluso tribunales de justicia.
El ambiente político subió de temperatura a tal punto que el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago impugnó el uso de carros lanzaagua y de bombas lacrimógenas contra una masiva y pacífica demostración contra la construcción de represas en la Patagonia chilena,dice Prensa Latina. La Policía de Carabineros fue además emplazada por haber hostigado a los manifestantes y proceder luego a arrestos, incluidos un diputado y líderes de organizaciones ambientalistas,como fue laviolenta detención de Sara Larraín.
Este miércoles incluso la prensa local criticó al presidente del gubernamental Partido de Renovación Nacional (RN), Carlos Larraín, por respaldar la represión policial.
“Los Carabineros hicieron lo suyo, los sacaron de la calle, los enfriaron y luego los tribunales los liberan, es como debe proceder esto. Esas detenciones son hechas para quitarles vapor del cerebro”, afirmó Larraín, citado por Radio Cooperativa de Chile.
Con un punto de vista diferente reaccionó el senador RN Antonio Horvath, quien dijo haber sido testigo de la represión que hubo en Coyhaique, capital de la sureña región de Aysén, donde precisamente se dio el visto bueno al megaproyecto hidroeléctrico en la Patagonia. Horvarth es el laúnica voz oficialista que se ha opuestoabiertamente a Hidroaysén.
Asimismo el presidente del Partido Radical Social Demócrata, José Antonio Gómez, llamó a discernir las responsabilidades de las ilegales detenciones que ocurrieron. “No es posible que se ejerza ese nivel de violencia”, subrayó.
Mientras, las federaciones estudiantiles esperan por el permiso de las autoridades para marchar por la Alameda mañana en defensa de la educación pública, movilización a la que sumaron su apoyo la Central Unitaria de Trabajadores y el Colegio de Profesores.
Los universitarios marcharán por la Alameda con o sin permiso, señaló la Confederación de Estudiantes de Chile que estimó en unas 15 mil personas los adherentes a la jornada nacional de protestas que paralizará las actividades de las universidades públicas y privadas.
De forma paralela, el movimiento ciudadano Aquí la Gente convocó hoy a la “Marcha de la marraqueta”, una movilización contra las alzas excesivas del pan, las que podrían llegar a superar los $300, según anunciaron los panaderos la semana pasada.
El dirigente Ernesto Medina señaló que si bien el ministro de Economía desestimó las consideraciones de los panificadores, igualmente los consumidores deben hacerse cargo del “aumento internacional del trigo” y otros argumentos de este tipo.