El mítico Osama Bin Laden era invocado y resucitado cada cierto tiempo para fortalecer al gobierno de turno en Washington con el “miedo al terrorismo” de los ciudadanos desinformados más crédulos y sensibles a la propaganda de Estado tipo Goebbels, y de paso, tonificar las políticas guerreras OTAN de EEUU y Europa.
Pero ahora, de cara a la próxima campaña electoral estadounidense -que ya comenzó-, el mismísimo Barack Obama le dio muerte oral, personalmente. Naturalmente, ahora es otro muerto sin cadáver, como ocurre a menudo en el mundo en que vivimos, pero ojo: hay pruebas de ADN. Sólo se necesita ser crédulo y tener fe en Obama y
En octubre de 2010, la versión en español de la “noticia más censurada” N° 14 del Anuario Proyecto Censurado 2008 de California, publicó un trabajo titulado “La otra cara de la “libertad de prensa” en Estados Unidos. El temor impide debatir aspectos oscuros del 11/9”, basado en informes de Shawn Hamilton (Examiner), Daniel Tencer (Raw Story) y Sue Reid (Daily Mail) sobre temas que nunca fueron divulgados por los grandes medios y respecto a Bin Laden afirman textualmente lo que sigue:
“En otros temas relacionados con el 11/9 sigue manteniéndose vivo el misterio respecto al paradero del sindicado autor Osama Bin Laden. Aunque éste no asumió el crédito del incidente (de hecho, demandó lo contrario; tampoco el FBI lo tiene como sospechoso en esos crímenes por falta de pruebas), funcionarios gubernamentales de ambos partidos [republicanos y demócratas] se refieren regularmente a Bin Laden como responsable de los ataques del 11/ 9 (véase la historia número 16 en Censored 2008).
“Además, el Dr. David Ray Griffin, ex profesor de la Escuela de Teología de Claremont, California, y autor de numerosos libros sobre las incógnitas del 11/9, sugiere que Osama Bin Laden pudo haber muerto hace casi nueve años [hoy son casi 10], exactamente el 13 de diciembre de 2001, a causa de insuficiencia renal o una enfermedad del riñón. Existen fichas de tratamientos médicos proporcionados a Bin Laden en un hospital norteamericano de Dubai por una infección urinaria, ligada a menudo a enfermedades del riñón, y también documentación sobre un pedido de una máquina portátil de diálisis, esencial para su supervivencia, que fue despachada a Afganistán. Griffin, junto con los médicos que cita, dice que sería imposible que Bin Laden sobreviviera en una cueva con esa máquina durante cualquier periodo sustancial de tiempo. Griffin observó que EEUU y el gobierno británico están en conocimiento de la muerte de Bin Laden, pero la han ocultado para continuar la guerra antiterrorista (véase el libro de Griffin sobre el tema, Osama Bin Laden: Dead of Alive? [Osama Bin Laden: ¿Muerto de vivo?])”.
Fuente:
# 14 La otra cara de la “libertad de prensa” en EEUU: El temor impide debatir aspectos oscuros del 11/9, Censurado 2008, por Shawn Hamilton (Examiner.com), Daniel Tencer (Raw Story) y Sue Reid (Daily Mail), traducción de Ernesto Carmona, en
Ernesto Carmona Ulloa