El Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA),José Miguel Inzulza, respaldó a Estados Unidos en su decisión de lanzar al mar el cadáver de Osama bin Laden. “Me parece razonable si tiraron el cuerpo de Osama al mar. El problema de disponer del cuerpo es complicado porque si se le entierra, mucha gente va estar buscando por mucho tiempo la tumba”, declaró al vespertino La Segunda.
El mandamás de la OEA agregó: “Pero yo no lo juzgo, simplemente hago una conjetura que probablemente es por eso y me parece razonable”.
Sin embargo, a renglón seguido, Inzulza aseveró que lo cometido por Osama no fue “un homicidio común, fue una masacre de varios miles de personas en el corazón de un país”, en alusión al atentado a las Torres Gemelas, ocurrida en Nueva York el 11 de septiembre del 2001
Entretanto, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Eugenio Tuma criticó el operativo efectuado por EE.UU. en Pakistan porque “habla muy mal de la vigencia del derecho Internacional a nivel global”
“Una persona que comete crímenes, por atroces que sean, debe ser juzgada, para eso se han creado tribunales internacionales”, enfatizó el senador del Partido por la Democracia (PPD).
“Parece que para Washington el mundo entero es parte de su jurisdicción nacional, pues ellos pueden ir a cualquier país del mundo, al margen de la legalidad, y hacer justicia por propia mano”, concluyó.
El lanzamiento de Osama al océano ha generado protestas en el mundo islámico. Desde el Cairo, Egipto, clérigos musulmanes manifestaron que el sepelio del fundador de Al Qaeda en el mar violó la tradición islámica y podría provocar más exhortaciones extremistas a vengarse de los Estados Unidos.
Las exequias de Bin Laden “son contrarias a los principios de las leyes islámicas, los valores religiosos y costumbres humanitarias”, dijo el jeque Ahmed al-Tayeb, gran Imán de la mezquita de al-Azhar, en El Cairo, el centro más importante de estudios suníes.
Según el clérigo libanés, Omar Bakri Mohamed, “Estados Unidos quiere humillar a los musulmanes con ese funeral, y no creo que eso sea bueno para los intereses del gobierno estadounidense”.
Bakri Mohamed calificó la acción como un “error estratégico” que muy posiblemente iba a causar furia.
La muerte de Osama bin Laden trajo una razón enorme y muy necesitada de celebración a unos Estados Unidos agobiados por el persistente desempleo, los altos precios de la gasolina y las amargas disputas partidistas, además de que fortalece la posición de Barack Obama en sus aspiraciones para la reelección, afirma el diario norteamericano, El Nuevo Herald.