Los presidentes de Chile, Colombia, México y Perú crearon ayer un nuevo bloque regional que, con una prominente orientación económica y comercial, busca como fin último posicionarse en los mercados asiáticos, acuerdo que generó polémicas en el resto de los países de la región por su sesgo neoliberal y su contraposición al MERCOSUR, ALBA y Unasur. En suma, mina los otros procesos de integración regional y recupera iniciativas ya fracasadas como lo fue el ALCA de George Bush.
Los mandatarios Sebastián Piñera, Juan Manuel Santos, Felipe Calderón y Alan García firmaron esta tarde en Lima el Acuerdo del Pacífico o Acuerdo de Integración Profunda (AIP), un instrumento de integración que buscará crear políticas conjuntas para mejorar los sectores productivos, de servicios y de personas, con miras a conquistar diversos mercados, especialmente los asiáticos, dijeron.
El acuerdo contiene una hoja de ruta para llegar a esta finalidad, en la que se incluyen capítulos de liberalización del comercio, servicios e inversiones, y movilidad de personas, aunque también estipula acciones conjuntas en otras áreas, como lucha contra el contrabando y cooperación policial y entre entidades financieras para evitar el lavado de activos, según reportaron las agencias de noticias ANSA y Prensa Latina y medios de los cuatro países.
El mandatario mexicano evaluó que la suscripción del acuerdo se crea una de las zonas de mayor crecimiento en América latina y abrirá una nueva etapa en las relaciones políticas y comerciales.
“Con el Acuerdo de Integración Profunda vamos además a constituir una de las zonas de comercio más importantes, más vigorosas, más competitivas y de mayor crecimiento en América Latina entre países hermanados por las costas del Pacífico”, indicó.
Según Calderón, mientras el comercio total del Mercosur alcanza 543 mil millones de dólares, el AIP tendrá 872 mil millones de dólares de intercambio, que permitirán generar empleos, inversiones, calidad de productos, de insumos y mercados nuevos.
El presidente anfitrión definió al acuerdo como “un nuevo modelo de integración” no sólo “por la simple vecindad geográfica, sino por la identidad de principios democráticos en la política y en la economía y en la comprensión de lo que es el mundo y lo que será en adelante en su interrelación y su globalización”.
En tanto, Piñera destacó que el Acuerdo del Pacífico constituye “un gran desafío para derrotar la pobreza” e integrar “en plenitud” a los países del nuevo bloque.
“Será un acuerdo más allá de lo tradicional, no sólo es un acuerdo de libre comercio de bienes, sino que vamos a extenderlo a los servicios, a inversiones, también facilitar el movimiento de personas y por supuesto buscar una mayor integración física y una mayor integración de recursos naturales, incluyendo la energía”, refirió.
El jefe de Estado chileno abrió la puerta al resto de los países de la región, al considerar que la firma del acuerdo “puede ser un gran primer paso para que toda América Latina avance hacia la integración”.
El Acuerdo del Pacífico generó polémica con opiniones a favor y en contra, ya que mientras algunas apreciaciones apuntan a los beneficios que traerá a los nuevos socios, otras consideran que la nueva sociedad busca minar iniciativas integracionistas como el Mercosur, la Unasur y el ALBA y acercarse a las ideas del fallido proyecto estadounidense Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
El economista peruano Jorge González Izquierdo consideró que el AIP será “un contrapeso al grupo que quiere formar el presidente Hugo Chávez de Venezuela”, en alusión a la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA).
“En lo económico es importante porque se trata de países de economía abierta que crecen fuertemente y que podrán ingresar con mayor agresividad y mucho mayor atractivo a los mercados asiáticos”, añadió.
En cambio, su colega y compatriota, Carlos Bedoya, aseguró el Acuerdo del Pacífico equivale al resurgimiento del fracasado ALCA bajo otra apariencia, como instrumento en definitiva de Estados Unidos contra el bloque de la Unasur.
“El objetivo es propinarle un jaque mate a los esquemas de integración en Latinoamérica que buscan zafarse de la injerencia estadounidense”, subrayó Bedoya.
El Acuerdo del Pacífico es una iniciativa que se viene preparando desde hace cuatro años mediante contactos iniciales entre Chile y Perú y al que luego se sumaron México y Colombia.
El objetivo a más largo plazo es concretar el Arco del Pacífico para integrar además a Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá.