El 18,9% de los chilenos son pobres, según el informe “Panorama de la Sociedad” difundido el martes por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), mientras la encuesta chilena Ipsos revela que la aprobación del gobierno de Sebastián Piñera cayó en abril al 46,9%, tras registrar 53,5% en diciembre de 2010.
Las cifras de pobreza en Chile sólo son superadas por México (20%). Israel (11,1%) también está por encima de la tasa promedio del 10 % de la OCDE, cuyos socios se supone integran un selecto club de naciones “desarrolladas”. Con 17 millones de habitantes, Chile es uno de los países con mayor desigualdad en el ingreso del mundo, con un coeficiente Gini -que mide este aspecto del “desarrollo”- de 0,50, mientras la media OCDE asciende a 0,31.
México es el país OCDE donde más se trabaja: 10 horas al día. En Chile, sólo un 13 % dice tener confianza en sus conciudadanos, muy por debajo de la media de 59 %. Para el presidente de la organización empresarial chilena Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Andrés Concha, el reporte OCDE “coincide con un periodo de alto desempleo y altos precios de los alimentos como ocurrió el año 2009; eso juega en contra con una mejor distribución de los ingresos”.
Sin embargo, otros sectores opinan que la desigualdad en Chile es sistémica y estructural, como resultado del modelo neoliberal implantado por la dictadura militar de 17 años (1973-1990) y “perfeccionado” en 20 años de administración de la coalición “de izquierda” Concertación de Partidos por la Democracia. Con cierta dosis de cinismo, el ex ministro de hacienda de Pinochet Hernan Büchi afirmó que las cifras “reflejan una historia de hace 40, 50 años atrás”.
El difícil acceso a una buena educación tranca la movilidad social y constituye uno de los principales factores de desigualdad. El capitán de empresas Büchi, que estudió ingeniería comercial en la antigua enseñanza universitaria pública y gratuita, dijo: “La distribución del ingreso refleja otra cosa: refleja a personas que a lo mejor ni siquiera terminaron la educación básica, que obviamente tienen una capacidad muy baja de crear y de aportar en una empresa y por lo tanto no van a tener una mejor remuneración”.
Para el ministro de Planificación de Piñera –la cartera que se ocupa del clientelismo y la “promoción popular”- Felipe Kast, “es una vergüenza social que un país que crece tanto tenga estos niveles de pobreza y desigualdad. Por lo mismo estamos teniendo un gasto social muy fuerte, muy importante y no solamente eso sino que un crecimiento económico, que es la gran herramienta para destruir la pobreza”. Kast dijo que sin empleo es muy difícil que se pueda “lograr el desafío de garantizarle a cada chileno un lugar en la sociedad de dignidad, un lugar sin pobreza”.
Desaprobación de Piñera
La desaprobación del gobierno de Sebastián Piñera alcanzó al 50,5%, según el Estudio de Opinión Pública entregado por la empresa Ipsos. El incremento asciende a 10 puntos, en comparación con el estudio de diciembre 2010. La aprobación del gobierno cayó de 53,5% en diciembre de 2010 a 46,9% en abril de 2011. Se trata de los niveles más altos de desaprobación y más bajos de aprobación en 13 meses del gobierno Piñera.
Las áreas de manejo gubernamental más criticadas fueron salud (65,4% de desaprobación), desempleo (64,1% de desaprobación) e impuestos (63,1% de desaprobación). El manejo gubernamental de la economía cayó de 61,4% a 50,5% de aprobación y el manejo energético se desplomó de 45,5% a 34,1% de consentimiento.
La reelección de los Presidentes fue apoyada por el 54,1% y descartada por 43,2%. El 59,4% de los consultados señaló que los legisladores debieran desempeñarse como máximo durante 2 períodos, 10,8% se inclinó por 3 períodos y 24,5% opinó que no debiera limitarse la reelección.
El rechazo a proyectos de energía nuclear creció en 29,2 puntos, para alcanzar al 84,1% y la aprobación descendió a 12,4%. El 61,1% se declaró contra las centrales hidroeléctricas, 29,1% a favor y 9,8% no supo o no respondió. Estas cifras de rechazo son las más altas desde que comenzó este estudio de opinión en 2008, en tanto las de aprobación son las más bajas.