Noviembre 28, 2024

Ecologistas proponen ley de “Basura Cero”

Frente al proyecto de Ley General de Residuos que está elaborando el Gobierno, organizaciones ecologistas lo calificaron de “Insuficiente” y efectuaron una serie de proposiciones para un nuevo texto, con fuerte énfasis en los Residuos electrónicos, dada su peligrosidad y rápido crecimiento. En conferencia de prensa, Luis Mariano Rendón, coordinador de Acción Ecológica, y Eduardo Giesen, coordinador de la Alianza Internacional “GAIA”, dieron a conocer el siguiente comunicado:

 

 Ante un Proyecto de Ley de Residuos Tímido e Insuficiente para Enfrentar los Desafíos de la Protección de la Salud de la Población y la Sustentabilidad del País:

Chile Necesita una Ley de “Basura Cero”

Acción Ecológica y GAIA (Global Alliance for Incinerator Alternatives), en conocimiento del proyecto de “Ley General de Residuos” impulsado por el Gobierno, estiman necesario manifestar lo siguiente:

1.- Chile tiene un gran pasivo ambiental acumulado en materia de residuos sólidos. Este pasivo aumenta riesgosamente conforme continúa el crecimiento económico. Uno de los aspectos más preocupantes es el referido a los residuos electrónicos, que se acumulan a razón de millones de aparatos desechados todos los años. Es la fracción que más crece entre los componentes de los residuos sólidos urbanos. Para ilustrar este impacto, baste señalar que para el año 2020, en Chile se estarán desechando 1,7 millones de computadores anualmente. Para ese año, de no variar la situación actual, se habrán acumulado como desechos 215.000 toneladas de estos equipos. Los desechos electrónicos contienen porcentajes relevantes de elementos tóxicos, entre ellos metales pesados como mercurio, cadmio y plomo. Especialmente estos residuos, constituyen un serio riesgo a la salud de la población y a la integridad de nuestro medio ambiente.

2.- Frente a este cuadro general, estimamos que el proyecto que se encuentra elaborando el Gobierno resulta muy insuficiente. No considera ni objetivos claros, ni herramientas poderosas para regular las actividades económicas, a fin de impedir que sigan lanzando al medio ambiente sus residuos. Es un proyecto de ley “sin dientes”. Francamente, se encuentra bastante más atrás de cuerpos legales adoptados ya hace años en otros países de nuestro entorno latinoamericano.

3.- La misma terminología del proyecto de ley en comento lleva a confusión. Así por ejemplo, se habla de “eliminación de residuos”, cuando en realidad se está refiriendo al enterramiento de los mismos. Como la ciencia estableció hace siglos, en la naturaleza nada se “elimina”, todo se transforma. El eufemismo de “eliminación” resulta particularmente mordaz si se considera que esta “eliminación” se efectúa en zonas generalmente cercanas a poblaciones de escasos recursos, que deberán convivir permanentemente con los residuos así “eliminados”. Se habla de “valorización energética”, cuando en realidad se refiere a “incineración”, una práctica malsana dejada atrás hace décadas en nuestro país y que hoy la industria pretende reposicionar mediante tecnologías inseguras y con fracasadas en el mundo entero, bajo denominaciones de pirólisis, gasificación, plasma u otras.

4.- Creemos que la presencia ciudadana en este tema es indispensable, pues debe contrarrestar la influencia de poderosas industrias. Por un lado, los productores que les sale más barato lanzar sus desechos al mercado sin asumir ninguna responsabilidad en la fase de post-consumo. Por el otro lado, otra industria que vive precisamente del derroche, como es la de la recolección y enterramiento de desechos, a la que se le paga por tonelada de basura transportada y llevada a los sitios de disposición. Es la misma industria que establece relaciones muy poco transparentes con las autoridades municipales. Por algo se ha llegado a establecer como premisa en este ámbito, que en materia de gestión de basura, “lo más limpio es la basura”.

5.- En función de lo expuesto, y en cuanto al objetivo a que debe apuntar la Ley de Residuos de Chile, proponemos que esta adopte el concepto internacionalmente reconocido de “Basura Cero”, entendido como el proceso de reducción progresiva de la disposición final de los residuos sólidos urbanos, con plazos y metas concretas, por medio de la adopción de un conjunto de medidas orientadas a la reducción de la generación de residuos, la separación selectiva, la recuperación y el reciclado. Sólo estableciendo un objetivo así de claro, será posible ordenar el resto de la normativa efectivamente a lo que debe ser su misión fundamental: Reducir progresiva pero firmemente la cantidad de basura enterrada en rellenos sanitarios o simples vertederos.

6.- Demandamos que las leyes y políticas de manejo de residuos deben contar con criterios de inclusión social, que permitan y faciliten la actividad de los grupos ciudadanos que pueden jugar un rol favorable en los objetivos de sustentabilidad social y ambiental, como es el caso de los recicladores, y de la comunidad en general, en las distintas etapas que constituyen los planes de “Basura Cero”.

7.- Específicamente en materia de residuos electrónicos proponemos principalmente:

a)Prohibición de importación, producción y comercialización de productos que contengan elementos tóxicos y que tengan alternativas menos dañinas. Un caso claro en este sentido es el de las pilas desechables. Resulta un crimen que se sigan internando a nuestro país estos dispositivos altamente tóxicos y difícilmente gestionables, en circunstancias que existe su equivalente recargable.

b)Exigencia de establecimiento de un sistema de logística inversa que obligue a los importadores y distribuidores a recoger de los consumidores los equipos electrónicos una vez terminada su vida útil. Todo vendedor debe ser un receptor de equipos desechados y mediante un sistema de registro, debe asegurarse que ellos son reenviados a sus fabricantes o adecuadamente reciclados en Chile. Este sistema puede funcionar mediante un depósito apropiado en dinero que se debe pagar al momento de comprar el equipo y que se recuperará al devolverlo al distribuidor.

c) Exigencia de certificaciones internacionales para los productos electrónicos que se importen. En concreto, a Chile no debiese ingresar ningún equipo que no cumpla con la normativa ROHS (Reduce of Hazardous Substances), para la reducción de substancias tóxicas, e ISRI-RIOS (Institute Scrap Recycling Industry- Recycling Industry Operating Standard), sobre facilidades para procesos de reciclaje

 

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