Guadalajara.- Con cierto desparpajo, el actor estadunidense Willem Dafoe, conocido por su su gesto de villano, ofreció la charla titulada Melodías ajenas, dirigida a los estudiantes del Talent Campus, en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara.
Me gusta hacer papeles de villano, pero la verdad es que he hecho más personajes de bueno, que malo, incluso hice a Jesucristo
, dijo el actor, quien ha encarnado desde un comandante desalmado en la película Pelotón, hasta la quintaesencia del espíritu pandilleril en Calles de fuego, o al villano el Duende Verde, en El Hombre Araña, así como a un enloquecido sicoanalista por la pérdida de su hijo en el Anticristo, de Lars von Trier
Precisó: Quienes creen que únicamente hago personajes de malvado, sólo han visto mis películas hollywoodenses. Pero sólo es una mínima parte de mi obra… Cuando acabo las cintas no las vuelvo a ver a menos que vaya a un festival de cine y ahí me doy cuenta de que la experiencia de hacerla es mucho más fuerte que el filme mismo
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De cerca, el rostro de míster Dafoe es inseparable de la imagen de malévolo que se tiene en la memoria cinematográfica. En entrevista con La Jornada, dijo: Es difícil saber cuáles son las películas en la que el público me ha visto como un personaje bueno. En algunos de los filmes más populares de cine comercial hago a personajes oscuros, pero en la realidad no sé cuál es mi lado oscuro, depende del contexto. Lo que soy no es importante, lo que hago es lo importante, y eso lo pueden ver y dar su opinión acerca de eso. Lo que pienso tampoco es importante, lo importante son mis actuaciones
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Historia de amor entre una joven y un escritor
El histrión habló sobre la cinta Una mujer (A Woman), dirigida por la italiana Giada Colagrande, su pareja sentimental, que aborda la historia de amor entre una joven y un escritor, la cual fue proyectada en el festival.
El actor dijo: “Ella tiene una manera muy específica de trabajar: disciplinada, rigurosa y demandante. Cuando trabajo con ella logra todo lo que se propone. Como directora tiene ideas muy precisas acerca de la actuación y como actriz es muy mesurada, pulcra. Así que hay muchas cosas no habladas que me demanda. Tengo una misión con ella, porque es un trabajo muy personal e íntimo, en el que no hay lugar para el desmadre, es algo con lo que no se puede jugar.
“Ella hace un cine que no se da muy a menudo; es una mujer de 35 años que ha realizado tres filmes y en cada uno de ellos ha sido impresionante. Esta nueva película no es de entretenimiento, por ese motivo lo hicimos en un ambiente dual: entre Estados Unidos (Nueva York) e Italia. Independientemente de si les gusta, es una cinta entendible. Lograr un filme como A Woman, en el que se explora algo personal, más que buscar complacer, es una fortuna, sobre todo en este mundo en el que cada vez es más difícil hacer ese cine…
He trabajado con directores que quieren hacer una película y terminan haciendo otra, pero es con la que encuentran el auditorio que buscan.
Willem Dafoe, quien hizo el papel de Jesucristo en La última tentación de Cristo, de Martin Scorsese (censurada durante muchos años) y que será recordado por tener una de las sonrisas más malignas de la historia del cine, dijo: Hacer ese personaje no fue complicado; lo tuve mucho tiempo en la cabeza. Era un personaje muy reactivo, así que fue interesante
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Respecto de su vida, comentó: “Ha sido muy aburrida. Lo siento, no tengo nada emocionante que contarles. Creo que lo que sería interesante decirles es que no me eduqué como actor. Cuando tenía 17 años dejé la preparatoria y busqué la forma de entrar a la compañía teatral universitaria, que hacía sus propias obras. Los integrantes de la agrupación me estimularon y aprendí de ellos el trabajo de actor.
Era joven y no pensaba en el futuro, después de eso dediqué mi vida al cine, pero nunca me he visto como un actor, sino como un hombre que hace cosas, nada más. Mi deuda con el teatro la pagué al fundar la compañía experimental The Woodster Group.
Agregó: Me gusta seguir haciendo cine y teatro. Ahora, a la pregunta de qué sentía de joven cuando quería ser actor, mi respuesta es que nunca quise ser actor. Vengo de una familia grande. Yo era quien siempre quería atraer la atención, pues era a quien nunca le hacían caso. En ese entonces ser actor era algo más social y no una profesión para la vida. Siempre hay que buscar en el interior de uno mismo, porque permite conectarse con las aspiraciones que se tienen
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Willem Dafoe tuvo su primer papel en el cine en la película de Michael Cimino, Haven’s Gate, de 1980. Poco después fue seleccionado para actuar en The Loveless, de Kathryn Bigelow, en 1982.