Trípoli.- El líder libio, Muamar El Gaddafi, ordenó hoy un cese del fuego inmediato, en virtud de un pedido de la Unión Africana (UA) para evitar más muertes tras los bombardeos indiscriminados de potencias occidentales.
Un portavoz castrense informó en una breve comparecencia ante la prensa en esta capital que “las Fuerzas Armadas libias han emitido una orden a todas las unidades militares para asegurar un cese del fuego inmediato desde las 21:00 horas (19:00 GMT) de esta noche”.
La medida, según se explicó, persigue evitar más derramamiento de sangre de civiles como consecuencia de los ataques de la aviación y navíos de guerra de una coalición de países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) avalada por la ONU.
El anuncio se hizo menos de 24 horas después de que el Pentágono confirmó el lanzamiento de más de 110 misiles cruceros desde barcos en el mar Mediterráneo contra varios objetivos supuestamente militares en este país, causando 64 muertos y 150 heridos, según el gobierno libio.
La operación “Odisea del Amanecer” la llevan a cabo una decena de naciones occidentales junto con militares de Qatar y Emiratos Árabes Unidos con el alegado propósito de proteger a civiles de las tropas leales a El Gaddafi, pero los ataques han sido indiscriminados.
Incluso, el secretario general de la Liga Árabe, Amro Moussa, criticó hoy los violentos bombardeos sobre Libia, y dijo que “difieren” de los términos de una resolución adoptada por esa propia entidad que solicitó a la ONU medidas contra el país norafricano.
A primeras horas de este domingo, el jefe del Estado aseguró haber entregado armas a la población para que defendieran “la independencia, la unidad y el honor de Libia”, a la vez que denunció las incursiones aéreas y vaticinó una “larga guerra”.
“Combatiremos en cada plaza de nuestra tierra â�� el pueblo está conmigo y listo para una guerra total”, aseguró el coronel El Gadafi al prometer derrotar a los extranjeros agresores a los que tildó de “cobardes” por agredir a distancia y con superioridad.
Subrayó que sus fuerzas lucharán y “atacaremos a cualquier traidor que esté cooperando con estadounidenses o con los cruzados cristianos”, en alusión a británicos, franceses y otros europeos, a los que recordó las consecuencias de intervenciones en Vietnam, Iraq o Somalia.
El pasado 18 de marzo, horas antes de que la ONU adoptara la resolución 1973 que dio luz verde a la agresión, el canciller libio, Moussa Koussa, también anunció un “cese del fuego inmediato y el fin de todas las operaciones militares” contra los rebeldes.